El amor menos pensado: crisis de pareja pero con dosis bajita de drama
¡Ignoremos mi parón creativo como escritora de contenido cutre en internet y hablemos de cine!
Estoy en el 66SSIFF y estoy viendo muchas cosas, así que de momento os cuento qué me ha parecido la peli inaugural. Me perdí diez minutos porque estaba aquello al borde del overbooking y tardaron tres mil años en dejarme entrar, pero creo que aún así tengo una idea clara del asunto.
El amor menos pensado (ID, Juan Vera, 2018) nos habla de un matrimonio que lleva felizmente casado 25 años (Ricardo Darín como Marcos y Mercedes Morán como Ana) y que se encuentra atravesando una crisis de pareja de las que se superan regular, lo que lleva a los protagonistas a plantearse la durabilidad del amor, si la libertad compensa la falta de compañía y en general todas esas cosas que se le vienen a uno a la mente cuando está buscando en google recomendaciones de abogados expertos en divorcios.
Suena un poco rollo, pero al final es una comedia romántica con Darín, que siempre está bien, Morán hace un buen trabajo dentro de un papel que tampoco es muy complicado y hay una serie de personajes secundarios que están como unas auténticas maracas y que animan el asunto bastante (Luis Rubio como amigo impresentable de Marcos, y Andrea Politti y Juan Minujín como fugaces reclamos románticos que están los pobre como para mandarlos a que los vea un especialista).
A mí me ha resultado divertida, a ratos haciéndose un poco larga pero sin que eso fuera un gran problema, y la recomiendo si queréis pasar un rato entretenido. Ahora bien, si llevas ocho meses acostándote con el hermano de tu novio mejor no la veas como plan de pareja porque la cosa se va a poner tensa. Ah, y a mí me ha gustado, pero la inmensa mayoría de mis critiamigos opina que es una bazofia. Lo aviso por si acaso.
Menos-Contemplaciones Y Al Plato, Que Llevo HAMBRE:
ResponderEliminarA Sembrar, Se HA DICHO!
FELIZ Fin De Mes!!
Ysa,
Hola Key
ResponderEliminarBueno, tampoco está tan mal diez minutos tarde por una asunto de tres mil años; yo creo que esos tres mil añetes estuvieron buscando una balanza para ver si pesa más el amor al novio o el del hermano. Imagino que en esa tesitura ¡El tiempo vuela!
Un saludo, Manu3l.