Tomando un café con Becquer le explicaba yo que tanta versión de Blancanieves aparecida últimamente me ha llevado a leer el cuento original, por ver qué se han inventado en las nuevas versiones. Contándole a él el cuento que he leído - el de los hermanos Grimm - me di cuenta de que había que hacer un análisis del asunto y ponerlo por escrito, porque madre de Dios:
Comienza el cuento. Nos explican el tema ése de que la reina quiere una hija que sea de color blanco como la nieve, rojo como la sangre y negro como la caoba. La niña nace y la reina palma. El rey se vuelve a casar, y lo hace con una energúmena que tiene un espejo mágico. Hasta aquí, bien.
MITO: Yo había oído de varias fuentes que en el cuento original la bruja egocéntrica no es la madrastra de Blancanieves, sino su madre biológica. Pues bien, no sé qué cuento ha leído la gente, pero más allá de los Grimm no sé si hay algo que sea fiable, y ellos ya son del 1700 y pico, que ya está bien. Por tanto, en mi mente se pone en cuarentena ese rollo de la madre psicópata. Sigamos.
A los siete años Blancanieves desbanca a su madrastra en belleza, y ésta le dice a un cazador que se lleve a la cría al bosque y se la cargue.
MITO: La reina no le pide al cazador el corazón de Blancanieves, sino sus pulmones y su hígado. ESCATOLOGÍA 1 - 0 SIMBOLISMO.
El cazador se lleva a la niña al bosque, pero le da pena y la deja marchar. En lugar de sus pulmones e hígado, le lleva los de un jabalí a la reina, que se los come pensando que son los de su hijastra. Aquí opino que ya estamos empezando a pasarnos un poco con el gore, ¿eh? Ya son ganas de ponerse desagradable. Bueno, la muchacha deambula por el bosque y se mete en la casa de los famosos enanitos, que llegan poco después y la encuentran roque en una de las camas. La tratan muy bien y le dicen que puede quedarse si limpia y cocina. Que suena un poco a machismo y a explotación infantil, pero bien pensado tampoco puede una gorronear casa y comida sin hacer nada a cambio, digo yo.
Pues bien, los enanos se van cada mañana a trabajar y dejan a Blancanieves en casa, bien advertida de que la madrastra va a intentar ir a cargársela a la menor oportunidad. Efectivamente, la reina, que gracias a su espejo mágico (¿no tendrán de ésos en Ikea o algo?) sabe toda la verdad, se entera de que la niña está viva, se viste de viejecita y se presenta en la casa de los enanos, diciendo que tiene cordones de colores para vender. Blancanieves, como es idiota, le abre la puerta, le compra los cordones, y deja que la mujer le ate el corpiño con ellos (¿corpiño? ¿pero no tenía siete años?). La pirada de los cordones tira de más hasta que la asfixia, la deja fiambre en el suelo y se va.
Llegan los enanos, ven el percal, cortan los cordones y Blancanieves resucita. En fin. Le dicen que a ver si espabila y deja de permitir la entrada a desconocidos, que al final la van a acabar matando. Ella dice que sí, claro, pero como no se puede luchar contra la estupidez extrema sólo con advertencias, cuando vuelve la mujer vestida de otra anciana (venga, hombre), después de marear un poco la perdiz la deja entrar otra vez, le compra un peine envenenado, se deja peinar y queda envenenada en el suelo. A estas alturas yo ya me planteo si éstas dos no serán en realidad familia, porque no puede ser que las dos sean igual de cortas sin estar emparentadas. Vamos a ver, alma de cántaro, si quieres matar a Blancanieves, le abres la cabeza con una piedra. Le clavas un puñal en el corazón. No la envenenas con un estúpido peine que le van a quitar sus compañeros de piso en cuanto vuelvan a casa, consiguiendo con ello que se vuelva a despertar. Porque claro, eso es lo que pasa, y Blancanieves y sus pocas luces vuelven a estar en pie.
De nuevo la reina se entera de que la cría está viva, así que prepara una manzana envenenada. Pero ojo al tema: la manzana tiene una parte roja envenenada y una parte blanca comestible. Cuando Blancanieves le niega la entrada a la bruja, ésta le dice que le regala una manzana, y que por si no se fía de que esté en buen o mal estado, ella se va a comer la parte blanca para que vea que todo va bien. Es el colmo... es como si te dicen: "eh, tú, mira esta lasaña tan estupenda. Yo me como la mitad que huele a carne recién hecha y a salsa de tomate y tú te comes la mitad que se ha quedado fuera de la nevera y ha desarrollado un microclima en su superficie". En fin, que menos mal que la niña es guapa, porque lista, lo que se dice lista... total, que se come un trozo de manzana y palma.
A los enanos les da pena enterrarla, porque sigue siendo muy guapa, así que le hacen un ataúd de vídrio y escriben en él su nombre y que es una princesa.
Tarde o temprano, como sucede en casi todas las situaciones de la vida cotidiana, acaba apareciendo un príncipe en el bosque. Cuando el chico ha leído - y sólo entonces. Da que pensar - que la muerta es una princesa, les ofrece una pasta a los enanos por llevarse el cuerpo de la chica. Los enanos dicen que no, pero cuando el príncipe dice que la respetará y que ya no podrá vivir sin verla, los hombrecillos se compadecen y le regalan a la muerta (!). ¿Para qué la quiere el príncipe? ¿Para observarla? Sólo eso ya da mal rollo, pero en fin... no tengo muy claro que en esa época estuviera muy perseguido el tema de la necrofilia, así que lo dejaremos pasar.
El príncipe se lleva el ataúd (bueno, sus sirvientes, no se vaya el chico a romper una uña), y por el camino, gracias a un tropiezo de los que cargan con el chisme, Blancanieves cae al suelo y por la sacudida se le sale el trozo de manzana de la garganta. Y resucita. Otra vez.
MITO: Blancanieves no despierta por un beso del príncipe. De hecho no hay beso en todo el cuento. Se despierta porque la reina es una cutre y el veneno de su manzana sólo funciona mientras la víctima esté físicamente ahogándose con la fruta. Que para tanto como eso podía haberle dado una manzana normal y haber esperado a que se atragantara, y se habría ahorrado un montón de mano de obra. Digo yo.
Finalmente, Blancanieves y el príncipe se casan (la última vez que lo mencionaron, Blancanieves tenía siete años, pero vamos a suponer que la cría ha crecido y no nos lo cuentan, porque si no madre mía). A la boda invitan a la madrastra, a la que obligan a ponerse unas sandalias de hierro sacadas del fuego y bailar hasta caer muerta.
Súper súper entrañable.
Por la época en la que recopilaron y escribieron estos cuentos los hermanos Grimm y por ser los primeros en hacerlo, yo les admiro, de verdad, porque por aquellas fechas el solo hecho de saber escribir ya era un logro. Pero a nivel literario, menuda mierda de historias. Ni pies ni cabeza.
p.d. No pongo aquí partes del cuento original porque al comienzo del tomo que lo contiene hay una serie de amenazas indicando, más o menos, que los hermanos Grimm vendrán del más allá para romperme las piernas si reproduzco el texto. En cualquier caso, la referencia es "Cuentos completos II de Jacob y Wilhelm Grimm; La Bella Durmiente y otros cuentos", de la editorial ANAYA.
miércoles, julio 18, 2012
martes, julio 10, 2012
Luces
Estoy en la cama, luchando por levantarme. Cuando oigo...
PLOC
No, no es el ploc de "hay un bicho en mi habitación", sino el de "se ha ido la luz". Para que os aclaréis, en mi casa no sé qué problema hay con la corriente, que un sector del piso se queda sin luz de manera relativamente habitual. Como soy una pringada, ese sector incluye el teléfono, la nevera, la tele, Internet y mi cuarto. Lo tiene todo, es estupendo.
Me levanto y voy al cuadro de los plomos. La palanquita está bajada, claro. La activo. Se cae. La activo. Se cae. La activo haciendo fuerza unos segundos. Se cae.
Ays.
Desenchufo el termo del agua caliente, que había dado guerra últimamente, a ver si así consigo activar la palanca.
No. No va a ser.
Cojo mi móvil. Busco a mi padre en la agenda.
Pascal - Dime.
Yo - Se ha ido la luz, mi sector en concreto.
Pascal - Vale. Vete al cuadro de la luz.
Yo - Vale. Ya estoy.
Pascal - Mira en la fila de arriba. Tiene que haber una palanca bajada.
Yo - Sí, claro, la mía.
Pascal - Súbela.
...
Mi padre no sé si, como es profesor, asume que todo el mundo es medio tonto, o si piensa que igual yo tampoco soy muy lista.
Yo - Ya. Papá. No soy capaz de que se quede activada, por eso te llamo. He desenchufado el termo, que era lo que había estado dando problemas, pero no funciona. Para lo que llamo es para que me digas si hay algún electrodoméstico en particular que haya sido problemático, para empezar desenchufando eso a ver si así se arregla el tema.
Pascal - Ah, pues no. Tendrás que ir probando.
Yo - Vale.
Pascal - Pero no lo desenchufes todo a la vez, que si no, no sabes qué falla.
Sí, era lo segundo. Mi padre cree que soy idiota.
Yo - Ya... sí, vale, lo tendré en cuenta.
Pero bueno, veinte minutos, un lavavajillas, una cafetera, dos regletas y cinco enchufes aleatorios después, puedo publicar este post. Mi padre cree que tengo la inteligencia de una zapatilla, pero ya funciona Internet.
Mi red eléctrica está como un cencerro.
sábado, julio 07, 2012
The Amazing Spiderman. Devolvedme mi dinero.
Ver un estreno en el cine tiene su encanto. Por ver una película determinada antes que nadie y ese tipo de cosas. Pero también tiene su parte negativa, como que no te ha dado tiempo a que nadie cercano te advierta de la calidad de lo que vas a ver. Por esta razón, porque nadie me había prevenido de en qué me estaba metiendo, he acabado viendo el estreno de la bazofia indefendible que ha sido The Amazing Spiderman (id, Marc Webb, 2012).
Que empieza bien, ¿eh? La idea inicial, que muestra a los padres del protagonista huyendo no se sabe muy bien de qué, es interesante y llama la atención. Andrew Garfield (Peter Parker/Spiderman) encaja bastante bien en su papel y Emma Stone interpretando a Gwen Stacy le da cien vueltas a la Mary Jane de Kirsten Dunst que vimos en la saga anterior, siendo la historia entre los dos también bastante más decente. Los efectos visuales también son estupendos y en general es muy entretenida.
Pues bien, ¿no? Casi media peli es un déjà vu de la saga anterior - la historia no contada, decía el cartel. Ya veo -, pero no está mal. De hecho es tan entretenida que tardas más de una hora en darte cuenta de que, ¡oh, sorpresa! ¡ahí no está pasando nada! No hay trama, no hay enemigo, no hay absolutamente nada. Además, Garfield ya no convence tanto; sobreactúa una barbaridad y su personaje combina momentos de genialidad con ser la persona más estúpida de la Tierra.
Además, me siento un poco insultada como espectadora. Porque vamos a ver:
1) Al instituto se va con 17 años. Emma Stone tiene 23, que ya está bien, pero es que Andrew Garfield tiene 28 tacos. Ya le puedes poner unas calzas a Gwen y una mochila del cole a Peter, que no cuela.
2) Ya sé que esto es una peli de súper héroes, pero pasarse las leyes de la física por el forro tiene sus límites. Que me pongan al prota escribiendo una megaecuación que no significa absolutamente nada lo puedo tolerar, pero que un coche entre en combustión espontánea, eso no. Eso me duele.
También os digo que por lo que estoy viendo por ahí en otras críticas, la opinión general de la gente es buena. Pero de verdad que es una de esas cosas que no me caben en la cabeza... porque The Amazing Spiderman no me ha parecido floja o prescindible, me ha parecido una ponzoña espantosa que no obligaría a ver ni a mi peor enemigo.
Sí digo que tiene algún detalle bien puesto, alguna frase acertada, algunas palabras simbólicas bien colocadas, y sobre todo muchos aspectos estéticos muy acertados, pero ni de lejos esos puntos positivos compensan lo lamentable del guión, lo mal desarrollado que está el argumento y el truño infumable que es en general esta película.
Total, que no me gustó la saga anterior pero ésta es todavía peor. Me costó un mundo acabar de ver la película y no pienso pagar por ver la siguiente entrega de esta basura de producto.
He dicho.
Que empieza bien, ¿eh? La idea inicial, que muestra a los padres del protagonista huyendo no se sabe muy bien de qué, es interesante y llama la atención. Andrew Garfield (Peter Parker/Spiderman) encaja bastante bien en su papel y Emma Stone interpretando a Gwen Stacy le da cien vueltas a la Mary Jane de Kirsten Dunst que vimos en la saga anterior, siendo la historia entre los dos también bastante más decente. Los efectos visuales también son estupendos y en general es muy entretenida.
Pues bien, ¿no? Casi media peli es un déjà vu de la saga anterior - la historia no contada, decía el cartel. Ya veo -, pero no está mal. De hecho es tan entretenida que tardas más de una hora en darte cuenta de que, ¡oh, sorpresa! ¡ahí no está pasando nada! No hay trama, no hay enemigo, no hay absolutamente nada. Además, Garfield ya no convence tanto; sobreactúa una barbaridad y su personaje combina momentos de genialidad con ser la persona más estúpida de la Tierra.
Además, me siento un poco insultada como espectadora. Porque vamos a ver:
1) Al instituto se va con 17 años. Emma Stone tiene 23, que ya está bien, pero es que Andrew Garfield tiene 28 tacos. Ya le puedes poner unas calzas a Gwen y una mochila del cole a Peter, que no cuela.
2) Ya sé que esto es una peli de súper héroes, pero pasarse las leyes de la física por el forro tiene sus límites. Que me pongan al prota escribiendo una megaecuación que no significa absolutamente nada lo puedo tolerar, pero que un coche entre en combustión espontánea, eso no. Eso me duele.
También os digo que por lo que estoy viendo por ahí en otras críticas, la opinión general de la gente es buena. Pero de verdad que es una de esas cosas que no me caben en la cabeza... porque The Amazing Spiderman no me ha parecido floja o prescindible, me ha parecido una ponzoña espantosa que no obligaría a ver ni a mi peor enemigo.
Total, que no me gustó la saga anterior pero ésta es todavía peor. Me costó un mundo acabar de ver la película y no pienso pagar por ver la siguiente entrega de esta basura de producto.
He dicho.
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