viernes, septiembre 28, 2012

Festival de cine de San Sebastián: cómo funciona II - Acreditaciones

¿Veis eso que dije de que con mi acreditación era súper poderosa y podía entrar en todas partes?

Era mentira.

Lo descubrí al intentar acceder al photocall de John Travolta, Benicio del Toro y Oliver Stone, momento en el cual el personal del festival me contó amablemente que allí no podía estar porque mi acreditación no era de fotógrafa. Ya me extrañaba a mí que me dejaran acceder a esas cosas, con mis inexistentes conocimientos de fotografía y mi cámara de fotos regalo de un banco; pero, de nuevo, tampoco tengo ni idea de cine y aquí estoy como supuesta periodista y crítica, así que yo ya me lo creo todo.

INCISO

Hay dos conceptos que hay que conocer. Una rueda de prensa es esa reunión en la que ponen a los famosos en una mesa mientras los periodistas les preguntan cosas. Ésa la tenemos todos clara, supongo. Pero luego está el pase de prensa, que es la proyección de una peli. Normalmente es el estreno y se proyecta específicamente para periodistas, aunque otra gente también puede comprar entrada. Os lo explico porque yo leía prensa y ya me parecía todo igual.

FIN DEL INCISO

El caso es que hay como un millón de acreditaciones diferentes:

Identificaciones naranjas para los del club de industria, violetas para los estudiantes, grises aún no sé para qué y otras mil opciones. De las que os puedo informar es de las de prensa, que incluyen tres tipos:

La mía es verde. Con ella tengo prioridad absoluta en ruedas de prensa y en pases de prensa. También puedo ir a sesiones que no sean para la prensa, siempre que pida la invitación específicamente y queden sitios libres.

Hay otra amarilla, que es para los fotógrafos. También pueden acceder a los pases de prensa, pero no pueden ir a las demás sesiones (las de invitación), aunque sí acceden a los photocalls -que mola mucho más que ese rollo de las invitaciones-, y pueden estar en la zona reservada de las ruedas de prensa, para tupir a fotos a los famosos en los pocos segundos que les permiten estar allí al comienzo de cada rueda.

Por último, estan los marrones, que es esa gente detestable que puede ir a las galas. Malditos. Hay algunas diferencias en cuanto a las prioridades para los pases de prensa, pero eso da igual. Porque ellos pueden ir a las galas, yo no, y les voy a odiar por ello para siempre.

Me marcho corriendo a que me den comida y luego voy a ver la rueda de prensa de unos suecos (¿suecos? ¿finlandeses?) que han hecho una peli estupenda.


p.d. Igual os resbala esta información, pero yo quiero tenerla escrita en algún sitio, así que os fastidiáis todos. ¡Besitos!

jueves, septiembre 27, 2012

Dans la maison: adolescentes psicópatas y profesores frustrados

A las 9.30 del pasado domingo proyectaban en el Teatro Victoria Eugenia la francesa Dans la maison (Id, François Ozon, 2012).

Dans la maison - cartel

Me imagino que estaréis pensando que una cosa es que te guste el cine y otra muy distinta es que estés dispuesto a levantarte a las 7.30 para ver una película. Lo sé. Yo pensé lo mismo, pero es que la peli es de Kristin Scott Thomas, y esa mujer mola infinito. La conocí con La llave de Sarah y me gustó; la volví a ver hace poco en La pesca del salmón en Yemen y me hice fan del todo. Así que cuando vi que estrenaba peli en el festival, fui corriendo.

Dans la maison cuenta cómo un profesor de francés de instituto llamado Germain (Fabrice Luchini) descubre entre las mediocres redacciones de sus alumnos lo que parece ser una maravillosa excepción: el brillante primer capítulo de un relato perteneciente a Claude, uno de sus alumnos (Ernst Umhauer). En dicho relato, Claude explica cómo ha conseguido ser invitado a la casa de uno de sus compañeros de clase (Bastien Ughetto), en la cual llevaba tiempo queriendo colarse. Tanto Germain como su mujer (Kristen Scott Thomas) detectan por el contenido la redacción que aquello no pinta bien, pero, dado que el alumno parece tener dotes para escribir, su profesor decide guiarle para que desarrolle esa vena, recibiendo de esa manera más episodios de las intrusiones del chico en la casa de su compañero.

Fabrice Luchini (Germain) y Kristin Scott Thomas (Jeanne)

La idea está bien, ¿no? El profe y su señora esposa se van enganchando a los relatos del chico, que empieza por husmear un poco en la casa invadida y se va metiendo cada vez más en la vida de la familia que la habita, poniéndose el tema cada vez más turbio.

Pues bueno. No os voy a decir que sea una mala película, porque no lo es, pero... meh. Creo que el problema es que el desarrollo es bastante bueno, pero la cosa se desinfla totalmente al final de la historia. La salvo por lo original del hilo conductor y por las interpretaciones, que son estupendas: Luchini haciendo de profesor frustrado, y sobre todo Umhauer encarnando al estudiante con familia disfuncional y con una mente que es, a partes iguales, psicópata, manipuladora e inteligente, son lo mejor de la película.

 Ernst Umhauer (Claude)

En la rueda de prensa, el director Ozon dijo que lo que había intentado representar era a un montón de gente que no se comprendía entre sí. Germain encuentra ridículo el trabajo de su mujer (trabaja en una galería de arte moderno), y ella a su vez opina que la literatura es una chorrada tremenda, así que el respeto fingido y la incomprensión se ven por todas partes. De este tipo de cosas sale un sentido del humor interesante; se meten con el sistema educativo francés, con el arte moderno, con la gente que no entiende el arte moderno, con la literatura y con todo lo que se les ha puesto a tiro.

Así que se deja ver pero, ¿la recomiendo? Pues... si no tenéis otra cosa mejor que ver, sí, pero hay mil pelis mejores.


p.d. Esta tarde viene el señor McGregor. De momento los únicos que me han ignorado han sido Penélope Cruz y un perro lazarillo súper majo que corretea por el festival, así que a ver si con Ewan hay suerte y puedo hacerle una foto decente.

martes, septiembre 25, 2012

Alfombra roja

Las alfombras rojas son lo mejor que hay. No por los famosos, que mola verlos pero tampoco da mucho más de sí el tema, sino por la gente. Aquello es un show.

Hacia las 9 de la noche suele haber alguna entrega de premios o similares, que hace que aparezca algún famoso en el edificio del festival. Unas horas antes, un montón de personal se pone a limpiar la alfombra, a poner cuerdas de seguridad y cosas así.

A las 7 de la tarde ya hay gente esperando alrededor de la alfombra.

Yo ahora me he cansado un poco del tema y ya no le doy tanta prioridad,  pero, evidentemente, los primeros días iba a todo lo que me encontraba, así que he visto pasar por la alfombra de marras a Richard Gere, Ben Affleck, Oliver Stone, John Travolta y Benicio del Toro, entre otros. Y gracias a ello he visto lo mejor de lo mejor del comportamiento humano. A saber:

1. Gente que no tiene ni idea de qué demonios está haciendo allí de pie.

Yo - ¡Hola! ¿Quién viene?
Ciudadano aleatorio que lleva esperando en la alfombra una hora y media - ¡Ni idea!

Y así, cada uno al que le pregunto. Os aseguro que la mayor parte de la gente no tiene ni idea de por quién está esperando. Y os hablo de personas que esperan dos horas de pie, bajo la lluvia si es necesario.

Alfombra roja, gala de inauguración

2. Famosos de mentira.

Hay un grupo de lo que me imagino serán estudiantes de publicidad o gente que se aburre muchísimo, no sé, que se dedica a ir con sus cámaras de vídeo, micrófonos y toda la historia, y se ponen a hacerle fotos al primero que pasa como si fuera una estrella. A veces creo que hasta se traen ellos al pseudo-famoso preparado de casa. Con esto aparecen a su vez dos grupos de personas que actúan en consecuencia:

     2.1. Gente que piensa que hay un famoso, y cuando se da cuenta de que es mentira, se cabrea, se enfurruña y se pone a soltar improperios contra los periodistas que están haciendo el gaitas.

     2.2. Gente que se cree que el tipo en cuestión es realmente una celebridad, y corren súper emocionados a hacerse fotos con él y a pedirle autógrafos.

Ciudadana aleatoria - ¿Pero ése quién es?
Su amiga - No tengo ni idea, pero yo quiero una foto por si acaso.

3. Invitados a las galas que son no-famosos y que no quieren entrar por la alfombra roja porque les da vergüenza.

Invitada - Oye... ¿no hay otra entrada? ¿Tenemos que recorrer toda la alfombra?
Segurata - Si no pasa nada, mujer, lo máximo que te puede pasar es que te aplaudan.

Y efectivamente, les aplauden. A veces hasta les hacen fotos. Unos por armar, y otros por si resulta que son súper famosos pero ellos no se han enterado.

4. Gente que se vuelve loca porque lleva allí tres horas esperando y se les planta un fotógrafo en medio, por dentro de las vallas, bloqueándoles la vista. Es posible que yo me haya encontrado en este grupo. ¿Qué pasa? ¡Era mi primera alfombra roja y quería ver a Richard Gere! Además, gritándole al fotógrafo y demás gente incordiante hice amigas, que siempre está bien.

5. Gente que se pone a chillar fingiendo que viene algún famoso, provocando una cadena de gritos e histeria que se propaga rápidamente, y que un instante después desaparece, en cuanto la gente detecta la falsa alarma. Esto lo suelen hacer grupos de amigos que llevan allí un rato esperando y se aburren infinitamente.

6. Y para terminar, mis favoritos: gente que ve un famoso y cree que es otro.

Aparece un tipo al que yo no he visto en mi vida, bajado de un coche súper caro, y pisa la alfombra roja.

Señora-aleatoria - ¡ES OLIVER STOOOOOOOOOOONE!

¿Eh? Señora, que no, ése no...

Otra-señora-aleatoria - ¡Ooooooliver! ¡Un autógrafo!

Y así.

Vaya risas yo sola en la alfombra. A ver si voy a otra y analizo a más gente, porque aquello es una fiesta.


p.d. Los famosos pierden en directo. Todos parecen más viejos, más de plástico o más pintados como una puerta. Menos Ben Affleck. Ben Affleck a mí no me gusta nada, y cuando le he visto en la alfombra roja casi le tiro un zapato a la cabeza, pero con mi número de teléfono dentro.

domingo, septiembre 23, 2012

Arbitrage: nadie dijo que las finanzas fueran divertidas

Ver una película a las diez de la mañana no es una buena idea. Hay gente que tiene sueño, otros tienen hambre, y algunos tienen las dos cosas. Yo estaba en el tercer grupo cuando vi El fraude ó Arbitrage (ID, Nicholas Jarecki, 2012).

Arbitrage (el fraude) - cartel


Robert Miller (Richard Gere) es un magnate de las finanzas que tiene un próspero negocio y comparte una familia maravillosa con su esposa, Ellen (Susan Sarandon). Su vida parece estupenda... ¡pero no! ¡Su vida es una mierda! A los cinco minutos de peli el espectador empieza a ver las realidades de la existencia de este hombre, que dejan bien claro que aquello es un desastre. Un par de factores cruciales en su vida, que ya pintan bastante mal por sí solos, se complican cada vez más desencadenando un caos nada agradable para el personaje de Gere, que se encuentra con un millón de horribles consecuencias. No digo más para no eliminar la poca emoción que pueda tener el asunto, porque vaya tostón de película.

Y mira que no parecía que la cosa pudiera salir mal, porque yo acababa de llegar al festival, estaba súper emocionada con el tema y en dos horas iba a ver a los protas en una rueda de prensa, así que el subidón era máximo. Hasta que pasaron... no sé, ¿veinte minutos?, y vi que aquello no iba a mejorar.

Susan Sarandon (Ellen Miller) y Richard Gere (Robert Miller)

La historia, partiendo de unas premisas que a mí me parecen de lo más interesante, se convierte rápidamente en una pieza lenta y aburrida a la que le sobran minutos por todas partes. Claro que yo había dormido cinco horas y tenía un sueño espantoso, pero aún así, esta peli es un rollo. Hacia el final parece que la cosa se pone un poco más interesante, pero incluso ese giro está desaprovechado y acaba por no tener demasiada profundidad.

¿Lo mejor? Los papeles pequeños. Todo el mundo actúa estupendamente, pero en cuanto a los personajes, los más interesantes son los de Brit Marling, que interpreta a Brook, la hija del protagonista; y también los de Laetitia Casta, Nate Parker y Stuart Margolin. Si queréis saber a quién interpretan, ved la peli o preguntad, porque no puedo decir nada de ellos sin destripar trozos de peli.

Brit Marling (Brook Miller)

En fin, ¿la recomiendo? No. No es una mala película, pero es un rollo tremendo. Aunque me da que los críticos de verdad no coincidirán conmigo, así que leed más cosas por ahí, por si acaso.

Eso sí, su director es un tío majísimo. A ver si saco un rato y hablo de la rueda de prensa.


p.d. Resulta que hay más sitios del festival en los que dan comida, cosa que no solo me ahorra dinero, sino que me proporciona el tiempo que necesito para llegar a ver a Travolta y a no sé cuántos más en una rueda de prensa que hay dentro de una hora. Ya os contaré.

viernes, septiembre 21, 2012

Festival de cine de San Sebastián: cómo funciona I

Esto es un follón.

El festival de cine de San Sebastián, como probablemente ya sabréis todos, es un encuentro anual en el que se proyectan estrenos, diferentes artistas dan ruedas de prensa y ese tipo de cosas.

Cuando me enteré de que iba a ir al festival con acreditación de prensa, intenté informarme para ver qué percal me iba a encontrar, y no os imagináis lo cutre que es la información que hay por ahí. También hay que decir que yo busco fatal, pero aún así, eso es un desastre. La página del festival es un lío y no tienen información relevante hasta que no tienes las fechas casi encima. Así que os cuento cómo funciona el tema, por si os interesa:

Cuando llegas al festival, hay una recepción en la que te dan tu acreditación, y con ella te endosan un catálogo de películas que es más gordo que la guía telefónica. Literalmente. Después deambulas por el edificio, descubriendo que si llevas al cuello la acreditación, eres súperpoderoso y puedes entrar gratis en todas partes (menos en las galas de inauguración y clausura, ahí no me dejan entrar. Malditos). Hay mil chicos y chicas súper majos que te informan de los procedimientos y de las localizaciones de las cosas, así que el tema tiene poca pérdida incluso si estás tan empanado como yo. Menos mal.

Las películas se proyectan a distintas horas del día, e incluso días diferentes, para que las veas cuando mejor te convenga. Yo no sé qué pensáis vosotros, pero para mí ir por ahí con una tarjeta al cuello que me deja entrar gratis en todas las pelis que quiera, es como estar en Disneylandia. Eso sí, he pagado 40 euros por la acreditación (pagas 40 tanto si vas un día como si vas los diez, pero si hay que pagar por ver famosos, se paga).

También te asignan un casillero, en el que dejan a diario una lista de pelis, ruedas de prensa y demás cosas de interés, para que te vayas enterando de lo que puedes hacer. Para que os hagáis una idea de como va el asunto, hoy he ido a las diez de la mañana al estreno de Arbitrage (El fraude), y dos horas después a una rueda de prensa con su director (Nicholas Jarecky) y dos de sus actores (Richard Gere y Susan Sarandon). El director estaba tan contento, y los otros dos tenían pinta de estar un poco hasta el cogote de las fotos y los autógrafos, pero aún así han sido muy majos y la rueda ha sido muy entretenida.

Lo de la barra libre de películas, ver a los actores en persona y demás es genial, pero no me han conquistado con eso. Me han conquistado con otra cosa mucho mejor. Algo que sí tiene verdadera importancia y que demuestra la calidad de la organización del festival.

DAN CAFÉ GRATIS

Hasta te dan pastitas si quieres. Y chocolatinas. Y además te lo tomas en una sala adecuada para los periodistas -y los que no somos periodistas pero hacemos como que sí-, que tiene unos sofas fucsias estupendos en los que puedes sentarte y escribir, o leer, o hacer lo que te dé la gana.

Eso sí, turismo, lo justo, porque vas cargado como mínimo con un portátil, y como máximo con una cámara de vídeo, un trípode y ochenta cosas más.

En cuanto a la gente, esto esta lleno de gafapastas, de estudiantes, y sobre todo de periodistas que vienen a trabajar, así que lo de hacer amigos tampoco promete demasiado. Eso sí, todo el mundo es muy amable.

Total, que esto mola infinito. Es muy cansado, pero mola. Ahora me debato entre ir a ver otra peli a las 19.30 o instalarme en la puerta del lugar de celebración de la gala de apertura, a sentarme allí a ver famosos. Luego me lo pienso.


p.d. Para el que piense que venir a un festival de cine es todo glamour, le diré que he comido en McDonalds y que llevo las patatas deluxe metidas en el bolso. Creo que no hace falta que explique nada más.

Festivales y cosas de ésas

Post escrito el jueves 20 de septiembre a las 14.00 y publicado cuando he conseguido conectarme a alguna wifi.

Los del festival de cine de San Sebastián han decidido, por razones que desconozco y que no me interesan en absoluto, que es perfectamente lógico que la dueña de un blog cuyo nombre habla de zapatos y de agresiones, y cuyos conocimientos de cine son, vamos a decir, limitados, reciba una acreditación de prensa que le da acceso a los estrenos y a las ruedas de prensa con los famosos que circulen por allí. Yo no entiendo nada de cómo he llegado a esta situación pero AMO A LOS ORGANIZADORES DEL FESTIVAL.

Dicho esto, informo de que escribo esto desde un tren que me lleva a un pueblecito cercano a San Sebastián, donde me acogerá mi compañero de clase Basil, alias el-tío-más-majo-del-mundo, hasta aproximadamente la mitad del festival, momento en el que me iré a un hotel, para ver si así consigo irme yo antes de que Basil, su madre, y el novio de su madre, se cansen de aguantarme y me pongan en la calle.

Así que en los próximos días (del 21 al 29 de septiembre) lo más probable es que publique más de lo habitual, especialmente críticas y demás cosas de ésas relacionadas con el cine y con el mundo de los gafapastas... también le daré prioridad a escribir entradas por encima de contestar a los comentarios, porque me imagino que iré pillada de tiempo, así que no me odiéis si tardo en responder.

Si consigo secuestrar a Ewan McGregor, os aviso y nos lo repartimos.

p.d. Cumpliendo con ese principio que dice "si no se te olvida nada cuando te vas de viaje, tu vida no tiene emoción" que me acabo de inventar, me he dejado en casa la gabardina y los auriculares. Bien.

jueves, septiembre 13, 2012

¡Dinero gratis!

¡¡Ohh, un mail que dice que me dan 600€ en menos de 15 minutos!! ¡Voy a leerlo y a darle a todos los enlaces y a meter mis contraseñas y mis números de tarjeta de crédito, a ver qué pasa!
Garfield

lunes, septiembre 03, 2012

Los tres cerditos: análisis

Me pidió Patrick en los comentarios del análisis de Blancanieves que analizara Los tres cerditos, así que me he puesto a buscar el cuento original, a ver qué había por ahí. No parece pertenecer a ninguno de los escritores de cuentos más famosos, pero ha aparecido en un libro llamado Cuentos populares ingleses, recopilados por Flora Annie Steel e ilustrados por Arthur Rackham. ¿Que quiénes son esos? Ni idea, pero la tal Flora publicó el libro en 1918. Con esa antigüedad, y dado que no he conseguido encontrar otra versión, considero que en ese libro se encuentra la que se puede considerar versión original de Los tres cerditos.

INCISO

Igual queréis , antes de nada, darle un repaso al cuento popular. Yo creo que la historia que conocemos todos es ésta. Si veis el vídeo, no os perdáis al padre de los cerditos hecho embutido y enmarcado en la pared.

FIN DEL INCISO

Vamos al original:

La historia comienza con una vieja puerca (eso pone) que tiene tres cerditos. No tiene nada para darles de comer, así que les dice que se vayan de casa y se busquen la vida. El mayor se larga, y se encuentra con un hombre que va cargado con un montón de paja. El cerdito se la pide tan amablemente que el caballero cede y le regala la paja para hacerse una casa.

...

Ya. Ha sido la amabilidad, sí. Oye, que cada persona es un mundo, pero si yo me encuentro un cerdo parlante que me pide material para hacerse una casa, le doy el material, la cartera, el móvil y, si puedo, un exorcismo. Pero vale, ha sido la amabilidad lo que ha convencido al hombre, faltaría más.

Bueno, que el cerdo se hace una casa con la paja mencionada, y al poco rato un lobo pasa por allí y huele a cerdo (palabras textuales). Así que le pide al cerdito que le abra la puerta. El cerdo mira por la cerradura, ve los dientes, y le dice que no le abre, evidentemente. Lo que viene ahora nos lo sabemos todos; el lobo sopla y tira la casa. En la versión edulcorada de Disney, el cerdo huye a casa de su hermano, pero en la cruel realidad del cuento tradicional, el lobo se merienda al cerdo.

La historia se repite con el segundo hermano, que se va de casa y esta vez lo que le pide a un tipo que ve por la calle son hojas para hacerse su casa. El hombre se las da, cómo no. Bien, llega el lobo, bla bla bla, sopla, tira la casa y se come al cerdo.

Con el tercero se repite el tema hasta la parte en la que el lobo sopla, porque esta vez el cerdito ha construido su casa con ladrillos, y la casa no se derrumba.

MITO: En el cuento que conocemos todos, los dos primeros cerditos se construyen casas cutres porque son unos vagos y es más rápido y fácil hacer una casa de paja que hacer una de ladrillo, y por eso el lobo se los come. La moraleja es que el esfuerzo recibe recompensa y que ser un vago sale mal. Pues bueno, por lo que se ve, en el cuento original, la moraleja de esta parte de la historia es:

a) Si le pides cosas a desconocidos amablemente, te regalan lo que haga falta.
b) Que vivas o mueras está completamente en manos de la suerte. Si te encuentras al que lleva ladrillos, bien. Si te encuentras al que lleva paja, disfruta de la vida porque te quedan dos telediarios.

Y en el cuento típico aquí se acaba el tema, pero en el original la cosa continúa un rato:

El lobo ve que soplando no va a llegar a ninguna conclusión, así que decide engañar al cerdo. Le dice que conoce un campo de nabos estupendo; que si quiere, él le lleva. ¿Y por qué no? Que el lobo acabe de intentar comerle no es impedimento para que de ahí pueda surgir una bella amistad, así que quedan a las seis de la mañana del día siguiente (vaya ganas). ¡Pero! ¡El cerdo no es tan estúpido como parece! Se levanta una hora antes, se va él solo a buscar los nabos, y para cuando el lobo llega a buscarle, el cerdo ya se ha comido los nabos y está dentro de casa riéndose del pobre infeliz. El cerdo insulta abiertamente al lobo, y éste se cabrea. Pero como sigue con su plan de zamparse al cerdo, le dice que al día siguiente, si quiere, le lleva a un campo de manzanos, donde hay unas manzanas estupendas. El cerdo dice que sí, y, de nuevo, se levanta mucho antes para ir por su cuenta. El lobo aparece también antes de la hora, pero solo llega a tiempo de pillar al cerdo cuando está volviendo a casa. El cerdo ve al lobo a lo lejos y se da cuenta de que si no piensa algo, va a estar criando malvas en menos de dos minutos, así que, después de un diálogo extremadamente pasivo-agresivo, le lanza una manzana al lobo, para que éste salga corriendo a buscarla y así poder meterse en casa. En este punto de la historia ya tenemos claro que el lobo es imbécil. Vale.

El lobo, cabreado hasta la médula, le dice al cerdo que si quiere ir con él a la feria esa tarde. Yo ya no sé si todo el cuento es una broma o qué, porque eso de que un asesino en serie esté venga a concertar citas con su víctima, que sabe perfectamente lo que hay, y todo de buen rollo, y todos tan colegas, a mí me parece que es pasarse un poco con el cinismo. Pero bueno, el cerdo, como siempre, le dice que sí, pero, utilizando esa basura de truco que nos llevan vendiendo desde el principio del cuento y que me tiene ya más que harta, va mucho antes de la hora a la que ha quedado con el lobo, y se lo pasa estupendamente y se compra una mantequera llena de mantequilla. Porque, por lo visto, la gente feliz compra mantequeras. Cuando vuelve a casa, se encuentra con el lobo, y para que no le coja, se mete en su recién adquirida mantequera. Que cómo será el cacharro para que quepa un cerdo, pero bueno, cosas más raras se han visto... el caso es que, adivina tú cómo o por qué -porque en el cuento no te lo explican- el cerdo acaba rodando colina abajo dentro de la mantequera, al más puro estilo carrera del queso. Madre de Dios. Me imagino al tipo traumatizado aquel que repartió materiales a todos los cerdos del pueblo, encontrándose una mantequera, abriéndola y viendo a un cerdo cubierto de mantequilla salir de ella diciendo "Holaaa. Gracias, tío, me voy, que un lobo me quiere comer". Pero no, lo que pasa es que el lobo oye los golpes del cerdo rodando montaña abajo, y se asusta mucho. No sé qué miedo puede dar una mantequera rodante que contiene un cerdo que chilla, la verdad, pero bueno, a mí me dan mal rollo los delfines y no veo que venga ningún lobo a echármelo en cara, así que cada uno que le tenga miedo a lo que le parezca.

El lobo vuelve a casa del cerdo, y le dice que siente mucho no haberle ido a buscar para ir a la feria, pero que algo rodante que daba golpes le había asustado. El cerdo le explica que era él metido en la mantequera, y el lobo se siente tan humillado que ya no aguanta más y decide colarse en casa del cerdo por la chimenea. Con tan mala suerte que el cerdito tiene un caldero con agua hirviendo en el fuego, así que cuando el lobo cae en él, el cerdo tapa el caldero, espera a que su visitante esté bien cocinado, y se lo come para cenar.

Balance:

1 madre cerda abandonadora.
2 hermanos cerdos muertos.
1 lobo hervido -y estúpido-.
1 cerdo vivo, contento, y probablemente gordísimo de tanto nabo, tanta manzana y tanto lobo cocido.

Ale, ya conocéis la realidad del cuento. Volveré con otra entrega en algún momento, probablemente con alguno todavía más traumático que éste. Los cuentos son lo peor.

sábado, septiembre 01, 2012

¡Premios!

¡La gente me da premios! Al blog. Nos entendemos.

La gente me da premios y a mí se me olvida, porque soy un desastre y tengo memoria de pez.

¡PERO!
¡¡No necesito memoria!!
¡Porque tengo a BkindZanks! 

Algunas son tan divas que les das un minipremio en el blog y ni te responden #tooGlam

Y así, con esta sutileza hecha tweet, me he acordado de que tengo pendientes premios que agradecer y menciones que hacer.

Primero, el premio que acaba de darme BkindZanks, en parte porque es la que me lo ha recordado y en parte porque me da un poco de miedo que venga a pegarme si no la menciono.

La cosa, por lo visto, consiste en que tengo que decir siete cosas sobre mí. Si doy un montón de datos que no le interesan a nadie, le echáis la culpa a Bkind. Podéis ir a gritarle a su blog.

Siete cosas sobre mí:

1. No soy capaz de recordar las caras de la gente, así que, cuando estoy haciendo cola en un baño público, memorizo los zapatos de las chicas que ya estaban allí cuando yo llegué, para que no se me cuele nadie.

2. Llevo un cepillo de dientes en el bolso.

3. La primera vez que salí de fiesta con mis compañeros de facultad (los de la primera carrera) me quedé atrapada en un cajero con dos de ellos.

4. Estuve en las Torres Gemelas, hace quince años o así.

5. En el instituto, la mitad de mis compañeros me llamaron Miércoles durante meses, llegando uno de ellos a pensar que ése era mi verdadero nombre.

6. Una vez, un tipo al que había conocido esa misma noche y con el que no recuerdo haber intercambiado más de tres frases, me dio un beso y desapareció.

7. Las morenas me dan un miedo horroroso.


¡Más premios pendientes!

premio loko por tu blog

Éste me llega desde el blog de mi álter ego. ¡Muchas gracias!

Las normas son las siguientes:

- El galardón se otorga a 7 blogs, los cuales al recibirlo, también premiarán a 7 blogs más y así sucesivamente. Cinco de ellos no deben tener más de 300 seguidores y los otros dos se eligen libremente.

- No se podrá premiar nuevamente al blog que te lo entregó, pero sí nombrarlo y enlazarlo.

- El blog premiado, deberá reflejar el último comentario que le han escrito en su blog y decir 3 cosas que le gusten y 3 que no.

- Si algún blog es premiado más de una vez, no podrá votar a los mismos que las anteriores oportunidades.

- Debes avisar a los blogs premiados, para que recojan su premio.

A ver, que busque el último comentario que me han dejado... vale:


He llegado a tu blog desde Mandarica y al leer esta entrada me ha chocado lo de la instalación de Ubuntu. Yo lo uso y ahora me niego de por vida volver a Windows.
Me apunto tu blog.
Un saludo!!!!

Y lo dejó David Orell, al que no conozco de nada, pero que usa Ubuntu, dice que le gusta mi blog y además se ha hecho seguidor, así que ya soy súper fan de este tío.

Tres cosas que me gustan:

1. Los libros.
2. El helado de tarta de queso de Häagen Dazs.
3. El olor a café.

Tres cosas que no me gustan:

1. La Coca-cola.
2. Los delfines. Tampoco los odio, pero me dan mal rollo.
3. El electro latino. Pero teniendo en cuenta que es lo que ha desbancado al reggaeton, me da miedo saber qué va a ser lo próximo.

No reparto premios porque tengo demasiados candidatos en mente, así que puede cogerlo quien quiera. Menos BkindZanks, que se lo queda tanto si quiere como si no.

Además, tengo otro premio suyo -o algo así- pendiente; se trata de escoger una frase. La mía, por lo que veo por ahí, pertenece a Mike Shinoda:

Dream big, work hard and don't be an asshole.

Que viene siendo "sueña a lo grande, trabaja duro y no te comportes como un gilipollas". Si más gente se la aplicara, seríamos todos mucho más felices. Y yo tendría mucho menos material para el blog, todo hay que decirlo.

Para esto sí tengo nominados, porque voy a entregarlo a gente del Mundo Real, sin que sirva de precedente. Hay que dárselo a cinco personas:

- Garfield aquí, Carlos Benito en su blog El positrón perdido.
- Patrick aquí, Víctor Parra en su blog Estrella Polar.
- Cleo aquí, Sandalia Azul en su blog Sandalia Azul.
- Iris aquí, Exitazo en su blog Exitazo.
- Stala aquí, Gndolfo en su blog La esquinica de Gndolfo.

Que conste que a los blogs temáticos les puedo perdonar la entrada de marras. A regañadientes, pero se lo puedo perdonar, por aquello de no romper la dinámica de sus blogs.

¡Y ya termino! Solo quiero hacer referencia a tres premios que me entregó Nicolás en el año de la pera, y que no vi hasta pasado un montón de tiempo, un día que me puse a leer entradas viejas de El salón del estudio.

Los premios concedidos fueron los siguientes:



 premio Vale la pena

¡Muchas gracias!


p.d. Me están llamando. Serán los de google para decirme que si pongo otro enlace más, me demandan por haber alcanzado el límite legal de hipervínculos en un blog.

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1. Decir de dónde lo has sacado.
2. No cobrar (¡y si cobras, quiero mi parte!).
3. No modificar el original.