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Mostrando entradas de junio, 2011

El Maníaco Feliz

Creo que es hora de que os hable de este hombre. El Maníaco feliz, al que, para acortar, llamaremos Mani a partir de ahora, es mi señor monitor de spinning y abdominales en el gimnasio. Es un tipo guapo y encantador que tiene como misión en la vida matar a todos los alumnos del centro convenciendo al mundo de que fue un trágico accidente deportivo. Cosas que hay que saber de Mani: 1. Todo lo que dice es mentira. Ejemplo: Clase de abdominales, casi al acabar y después de hacer aproximadamente 900 (hablo en serio) repeticiones del bendito ejercicio: Mani - ¡ÚLTIMAS DIEZ ABDOMINALES! ¡UNO! ¡DOS! ¡TRES! ¡CUATRO! ¡CINCO! ¡SEIS! ¡SIETE! ¡SEIS! ¿Eh? ¡CINCO! ¿Está bajando? ¡CUATRO! Está bajando. ¡CINCO! ¡SEIS! Voy a morir ¡SIETE! ¡OCHO! ¡NUEVE! Parece que aquí el hijo de Satanás ha decidido dejarnos vivir. ¡NUEVE! O no. ¡NUEVE! ¡¡¡ESO YA LO HAS DICHO, MALDITO DESGRACIADO!!! ¡DIEZ Y SE ACABÓ! La madre que lo trajo. 2. Es un maníaco. Ejemplo: En medio de un sprint, mientras tú estás ensimismado

Mi nuevo novio

¡¡Riiiiiiiiiiiiiing!! ¡¡Riiiiiiiiiiiiiing!! Yo - ¿Diga? Tiziano - Hola, quería hablar con Key. Soy su novio. Yo - Uhmmmm... no está. Ha salido. Tiziano - Bah, si no lo coge tu madre no es divertido... Si yo le tengo que aguantar estas chorradas no quiero pensar las que tendrá que aguantar su auténtica novia. Pobrecilla.

Con todos mis respetos, opino que serías una prostituta estupenda

Hoy, hablando con Nadja: Nadja - Pues para trabajos raros, el de la madre de una chica que conozco yo... Yo - ¿A qué se dedica? - Seguro que es comedora de tartas profesional, o escritora de relatos eróticos, o... Nadja - Es madame . ¡Haaala! Yo - ¡¿Madame?! ¿En serio? Nadja - Sí maja, sí... Yo - ¿Las madames también se acuestan con gente o sólo dirigen el cotarro? Nadja - No, esta sólo dirige. Pero eso no es lo mejor. Atención a la conversación que tuve con la chica esta - a la chica vamos a llamarla... um... Berthe. Por la hija de Madame Bovary, que queda muy oportuno - : Berthe - ¿Tú estudiabas algo de química, no? Nadja - Sí, estoy en ello. Berthe - Bueno, de todas maneras, ya sabes que si no te fuera bien en lo tuyo... Mal. Esto pinta mal. Berthe - ... ya sabes, si tuvieras algún problema para encontrar trabajo... No va a decir lo que creo que va a decir. Berthe - ... por supuesto que mi madre... No. No no no. Berthe - ... te da trabajo encantada. ¡Hala lo que le ha

Levantando el país

Dedúzcase de la historia narrada a continuación la definición de "hacer el canelo" : He decidido que voy a buscar trabajo para este verano. De dependienta o similares. Porque sólo tengo dos meses y no me van a coger en nada de lo mío por tan poco tiempo, así que voy a ver si algún alma caritativa me paga por doblar camisetas. Nueve de la mañana. Me levanto. Voy a llamar a una empresa que busca teleoperadoras (ya sé que va a ser el horror, pero necesito pasta), a ver si me informan y puedo hacer eso en vez de lo de las camisetas, que queda mejor en el currículum. No lo cogen. Vaya. Me miro al espejo. Veo las gafas negras que mis amigos afirman que me hacen parecer una terrorista informática (sin comentarios) y pienso en cuántas dependientas he visto con gafas en mi vida. Creo que ninguna. Recuerdo una experiencia reciente con dos chicas que tenían que venderme un vestido: Jessy - Pues claro, tía, es que esas cosas no se pueden comprar así como así. Vane - Es que me da un mie

Siete II

Después del comienzo de la noche del pasado 2 de junio, con muchas copas y guiris alcoholizadas , la noche continuó tal que así: Son las 2 de la mañana y hay que irse del antrazo aquél de la barra libre. Yo - Mmmmm tengo hambre... Fog - ¿Tú? ¿Hambre? Qué raro... Yo - Déjame. Quiero una máquina expendedora... Fog - Podemos ir a las de al lado de La Perla Negra. Yo - ¿Las? ¿Hay varias ? Lilypad - ¿¿No conoces las supermáquinas expendedoras de esa calle?? ¡Son geniales! Fog - Lo son. Lilypad - ¡Venden de todo! Fog - Son lo mejor, tan pronto te venden champú, como condones, como un bocata. Bueno, aquello debe de ser la DisneyLandia de las máquinas expendedoras. Yo - Yo quiero comida. Si ahí hay comida, yo voy. Lilypad - ¡Vamos! ¡Vamos! Y allá que nos vamos los tres, junto con Pieters, que se sube al carro. Tremendo. Eso no son máquinas, eso es un supermercado a monedas. Hay muñecos hinchables (muñecas también, pero los muñecos eran mucho más graciosos), chocolatinas, latas de fa

Non è possibile...

Garfield ha ido a hacerse análisis de sangre esta mañana, y como no tengo nada que hacer, me he acoplado a su plan de desayunar por ahí. A petición suya hemos ido a la cafetería de la facultad de filología, y después de que se trincara un gofre con chocolate, me he dado cuenta de que, ya que estaba allí, podía ir a hablar con la profesora de italiano a cuyo examen no me presenté en enero, para ver si me contaba algo útil del examen de septiembre. Yo - ¡Hola! Soy Key, estaba en tu clase de lengua italiana nivel avanzado I, ¿te acuerdas de mí? Vera - ¡Sí claro, dime! Yo - No me presenté a tu examen porque estaba con los míos hasta arriba en enero, y no sé si voy a poder hacer el examen de septiembre porque me voy el día 4, así que quería saber para cuándo está puesto el examen y si me lo podrías adelantar en caso de que fuera necesario. Vera - ¿Septiembre? ¿Cómo que septiembre? Yo - Sí, el examen de recuperación. Vera - Pero si nosotros ya no tenemos septiembre. o_O Yo - Qué... ¿q

Siete

2 de junio: último examen, al menos hasta que empiecen a repartir suspensos y tengamos que volver todos a estudiar. ¿Qué hay que hacer? Salir. Claro. Sólo que... salir con los de mi clase me da un poco de miedo... es muy divertido, pero, para que os hagáis una idea, hace unas pocas cenas el vino del restaurante provocó que la noche acabara con Lilypad cayéndose entre unas cajas en la puerta de un bar, poco antes de robar dos chaquetas sin siquiera darse cuenta; Patrick durmiendo con los zapatos puestos en la habitación de Santificación, la cual vomitó en la pared, e Iris partiéndole la cara a un francés de clase que decidió que el novio de la susodicha no iba a ser un impedimento para que él le metiera la lengua hasta la garganta. A partir de una noche así sabes que la cosa promete, ¡pero promete todavía más si un grupo de guiris borrachas se une a la fiesta! Situación: Estamos en un antro con barra libre jugando a uno de esos juegos alcohólicos que sirven de mera excusa para agarrarse