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Mostrando entradas de noviembre, 2016

Autoconocimiento

Post escrito en diciembre de 2015 y publicado cuando ya no corro el riesgo de encontrarme en el trabajo con gente de la que hablo aquí. Releyéndolo estoy viendo que es largo y bastante densito, así que mis disculpas y buena suerte: Hay un concepto llamado autoconocimiento ( self-awareness en inglés, que se traduciría por algo así como "estar al tanto de uno mismo") que creo que la gente no conoce mucho a pesar de que multiplica la felicidad y tranquilidad de espíritu de quien lo practica como en un mil millones por cien. Normalmente esto me daría igual, pero personas infelices son personas que se comportan como idiotas resentidos a los que tengo que aguantar yo también, y eso ya me da menos igual. Así que vengo a explicaros lo que es este concepto. El autoconocimiento, según describe este tío al que deberíais leer todos si entendéis algo de inglés, es la habilidad de reflexionar sobre tus propias opiniones, sentimientos y comportamientos y juzgarlos de manera

American Pastoral: a McGregor casi mejor le dejamos actuando

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Ahora Ewan McGregor dirige cosas. Supongo que llega un punto en que los actores se cansan de ser tan ricos y guapos y de recibir premios por todo y quieren probar cosas nuevas. Tiene sentido, la verdad. El caso es que el hombre éste ha decidido rodar American Pastoral (ID, 2016) , que se presentó en la Sección Oficial del último SSIFF y que cuenta cómo la estabilidad de una familia relativamente ideal se va a pique cuando la insoportable adolescente de la casa se radicaliza políticamente y empieza a comportarse como una tarada. El argumento está bien, a que sí. Y el póster, el póster mola millones, mirad: Y sale Ewan McGregor haciendo de padre (Swede Levov), Jennifer Connelly de madre (Dawn Levov) y Dakota Fanning de hija chunga radical (Merry Levov); esto tiene que estar bien a la fuerza. Pero no. Para nada. De verdad. La niña que hace de Merry de joven (Ocean James) es repelente a tope y tiene un tartamudeo absurdo que no resulta nada creíble. El comporta

Belleza acechadora

Hace unas semanas me invitaron a una fiesta de Halloween. Como no puede ser de otra manera, el día anterior al evento yo aún no tengo nada que ponerme, así que me encuentro deambulando por una tienda gigante que vende todos los disfraces de este mundo. Atravieso un pasillo lleno de pelucas, sorteo la balda de gorros de bruja y bajo al sótano, donde se supone que hay más material de Halloween para chicas. Vago un poco por la zona hasta que oigo una voz detrás de mí. - ¡Buenas tardes! Me giro esperando ver a un empleado, pero en su lugar me encuentro al anfitrión de la fiesta. Yo - ¡Gadder! ¡Hola! Gadder - ¡Qué tal!  -Sonríe y me da un abrazo de oso. Este hombre siempre te saluda como si no te hubiera visto en ocho meses, aunque hayas estado con él anteayer- ¿Qué tal en Madrid? Yo - Muy bien, la verdad, me lo he pasado genial -el fin de semana pasado fui a Madrid a cenar con mis compañeros de la facultad y ya de paso a tomar cafés varios con gente que tengo