Hace dos o tres meses:
Yo - Oye, antes de que se me olvide, te tengo que contar una cosa.Camino - ¡Te has enrollado con alguien!Yo - ¿Qué? No, que va, es menos emocionante.Camino - Vale. Dime.Yo - No tiene mucha importancia, pero me tienes que prometer que no se lo vas a contar a nadie.Camino - ¡Venga, dime con quién te has enrollado!Y dale.
Yo - ¡Que no es eso!Camino - Bueeeeeno. Dime.Yo - Tengo un blog. -Camino pone cara de "me alegro por ti, pero no me importa lo más mínimo". Sabía que se lo estaba contando a la persona adecuada.-
La cosa empezó como una tontería de la que me iba a aburrir en seguida, pero ahora resulta que hay gente que entra y lo lee y hasta escribe cosas... -a estas alturas Camino ya ha perdido toda esperanza de que vaya a contarle algo interesante-
Te lo cuento a ti porque si en algún momento pasa algo, si pierdo la memoria a largo plazo o me uno a una secta que no me deje conectarme a Internet o algo así, alguien debería entrar a decirle a la gente que pasen del blog durante una temporada. Y además de porque eres mi amiga, te lo cuento porque eres la persona menos interesada en el mundo bloggeril que he conocido en mi vida.Camino - ¡Oye!Yo - Que no es malo, mujer, simplemente el ciberespacio no te interesa más allá de facebook.Camino - Bueno. ¿Cómo se llama el sitio?Yo - Zapatoalacabeza.blogspot.com. Si en algún momento de tu vida llegas a entrar, recuerda no utilizar nombres reales ni dar datos que puedan llevar a alguien que me conozca a encontrar la página buscando en google. Y no se lo cuentes a nadie.Camino - Hecho.¿Y por qué cuento esto ahora? Pues porque hace un par de días sucedió algo que casi me provoca un paro. Lo explico desde el principio, y así cuento por qué creé en realidad este blog:
Empecé a escribir porque había cosas que quería contar sin aburrir al personal (aquí si te aburres te vas, pero en persona ya es más complicado) y porque hay determinadas personas que me provocan el irrefrenable deseo de lanzarles un zapato a la cabeza, y como no puedo hacerlo, me quejo de ellos aquí. Ésta es la explicación oficial, la que conté en
el primer post del blog. Pero la verdad es que en su mayor parte lo hice por una apuesta personal: pensé en qué posibilidades había de que, si creaba un blog y no se lo contaba a nadie, tarde o temprano alguien lo descubriera. Curiosidad científica se llama, creo.
Pues bien, de esto hace como año y medio y aun no he metido la pata (aunque he estado cerca varias veces). Todo lo que escribo está pensado para que tarde o temprano me pillen y lo pueda leer cualquiera sin que yo me meta en un lío ni nadie se enfade ni salga mal parado, pero llevo ya tanto tiempo escribiendo sin represalias porque nadie del Mundo Real sabe que escribo (menos Camino, que estoy casi segura de que no ha llegado a entrar en el blog), que creo que me he confiado demasiado. Por eso en las entregas
uno,
dos y
tres de la fiesta egipcia he hablado un poco más de la cuenta, olvidando que existe una mínima posibilidad de que alguien involucrado acabe leyéndolo.
El caso es que hace unos días estaba haciendo prácticas con mi compañero en el laboratorio, junto con otros 6 ó 7 alumnos, cuando alguien empezó a hablar de ese anuncio de patatas fritas que habíamos rodado en medio del lío de las fiestas de la facultad. Mi compañero pensó que sería buena idea buscarlo a ver si ya lo habían subido a Internet, y yo tan contenta porque también quería verlo. Entra en google. Pone "anuncio marca-de-patatas-fritas-en-cuestión Salamanca". ¿Y qué sale?
¡Zapatoalacabeza, ahí, en todo el medio!
El blanco de la pared pasó a parecer un saludable bronceado de playa comparado con mi cara, mi compañero bajó por la página de resultados de la búsqueda saltándose el blog y dijo "
pues parece que no hay nada aun". Oh Dios. Casi me da algo. Porque todo lo que pongo aquí se lo diría a los implicados directamente, pero precisamente en estas últimas entradas he puesto cosas que sería mejor no poner... ejemplo: ¿Les diría a varios de mis compañeros de clase que son muy guapos? Sin problemas. ¿Quiero que cacen esa opinión en un blog público para que piensen que tiene la más mínima importancia? Claramente NO.
Así que, mientras mi compañero intentaba hablarme de variables en C, yo seguía con mi cara de pánico, pensando en cómo leches arreglar ese lío antes de que llegaran otros 10 estudiantes y se pusieran otra vez a buscar el dichoso anuncio de marras. Así que dije "
voy al baño, ahora vengo", salí del laboratorio, subí al primer piso, me metí en un aula de ordenadores, accedí a blogspot, eliminé la marca de las malditas patatas fritas de la entrada, guardé, y volví a la clase a seguir haciendo prácticas.
Por eso, ahora que he visto que a lo mejor no es tan complicado que me pillen (ya sé que la idea original del blog incluía que irremediablemente me acabaran cogiendo, pero ahora estoy cómoda escribiendo sin consecuencias y sin tener que pedir la aprobación de los protagonistas de cada historia, así que si estoy así una temporada más, por mí perfecto), y que he oído a algunos de mis amigos hacer ciertas bromas diciendo que "
llevo una doble vida" o que "
tengo una identidad secreta", declaro desde aquí:
Al primero que me haya conocido antes de nada con el nombre que viene en mi DNI y no con un seudónimo, que me deje claro que conoce la existencia de este blog y que sabe que Key y la Yo del Mundo Real somos la misma persona, pues... no sé, le invito a cenar.
O a tarta. Yo qué sé, lo que sea, da lo mismo.
Dicho queda.
p.d. Qué entradas tan largas estoy poniendo últimamente...