viernes, diciembre 20, 2013

Cosas que no sabías que existían pero que dan mucho miedo I

Hay un tipo por ahí llamado Randall Munroe que se dedica a hacer una tira cómica llamada xkcd. Las viñetas son difíciles de entender porque hablan muy a menudo de física, matemáticas, programación, o cualquier otra cosa que al hombre le dé por estudiar en el momento, pero el caso es que cuando consigues entenderlas son muy graciosas. O poéticas, o lo que se haya propuesto el tipo ese día.

Hace poco estaba leyendo las últimas tiras, cuando me encontré con una llamada Scary Names (Nombres que dan miedo).

far off to the right of the chart is the Helvetica Scenario.

La imagen contiene una tabla comparativa de conceptos; cuanto más arriba, más miedo da el nombre del concepto; cuanto más a la derecha, más miedo da el concepto como tal. Sé que es una puñeta que esté en inglés, pero escribí a Gabriel Rodríguez, que es un tío que traduce algunas tiras en la página no oficial de xkcd en español, y me dijo que esta viñeta, traducida, perdía todo el sentido. Y tiene razón, así que para qué le voy a dar la turra.

El caso es que, por si os interesa saber lo que son todas esas cosas, y ya que he buscado toda esta información porque no entendía nada de la gráfica, yo os explico lo que contiene. Y si la tira os da igual, podéis aprenderos lo que es cada cosa para quedar como gente híper culta y que da un poco de miedo en la próxima conversación que tengáis con ese amigo cansino que habla como si lo supiera todo. Si el conocimiento también os da igual y sólo queréis quedar bien, podéis memorizar las partes en negrita y recitarlas con cara de estar entendiendo lo que estáis diciendo.


INCISO

Voy a explicar las cosas teniendo en cuenta que la gente no tiene por qué saber casi nada de ciencia, así que va a estar todo muy simplificado y con los conceptos explicados como buenamente pueda. La simplificación tiene su razón de ser, pero los errores no. Si veis alguno, avisad.

FIN DEL INCISO


Conceptos chungos cuyo conocimiento te hará quedar como un campeón en cenas con amigos y reuniones familiares:

Plaga gris (Grey goo): La plaga gris es un escenario apocalíptico hipotético en el cual algún tipo de nanorrobots habría aprendido a autorreplicarse (a reproducirse sin ayuda, vamos), utilizando materia del entorno para crear más de los suyos. En este escenario las maquinitas mencionadas se reproducirían de manera descontrolada y consumirían toda la materia existente en La Tierra. En plan un cacharrito-bot de ésos utiliza una piedra para crear otro cacharrito, y ya hay dos cacharritos para coger otras dos piedras y convertirlas a su vez en más cacharritos. Y así hasta que ya no queda nada en el planeta salvo cacharritos. La idea original, inventada por Eric Drexler en su libro de 1986 'Engines of Creation' (Motores de la Creación) supone que los robots tendrían esa capacidad de autorreplicación porque fueron diseñados como tal. Malditos programadores tarados. Versiones popularizadas del asunto asumen más bien que las máquinas habrían ganado esta capacidad por accidente. En resumen, la Plaga Gris es un hipotético apocalipsis producido por nanorrobots que utilizan cualquier material que encuentran a su alrededor para autorreplicarse de manera descontrolada, consumiendo la totalidad de dicho material en el proceso, y reduciendo por tanto a polvo el lugar en que se encuentren, en este caso La Tierra.


Núcleo del demonio (Demon core): A ver. Os cuento lo que yo he entendido leyendo por ahí, partiendo siempre de que soy una inepta en cuanto a física y química se refiere. Hay una cosa llamada masa crítica, que es la cantidad mínima de material que hace falta para que se mantenga una reacción nuclear en cadena. Creo que todos estaremos de acuerdo en que dicha reacción es muy muy chunga. Vale. Cuando  una masa es subcrítica, es que no tiene capacidad para sostener en el tiempo esa reacción nuclear en cadena. Así que subcrítico bien porque no hay reacción nuclear. Crítico mal porque sí la hay. Dicho esto, el núcleo del demonio fue en su día una esfera de 6.2 kilos de plutonio, que era subcrítica, cosa que está bien, hasta que dejó de serlo brevemente, pasando a ser crítica, cosa que está muy muy mal. Tan mal que se cargó a dos científicos. En dos momentos diferentes. Porque pasó dos veces, en dos experimentos distintos utilizando la misma esfera: sucedió en el Laboratorio Nacional de Los Álamos (Nuevo México, EEUU), una vez en 1945 y otra en 1946. Los incidentes resultaron en radiación aguda y envenenamiento y por tanto muerte de los mencionados científicos. En resumen, el Núcleo del Demonio fue una esfera de plutonio que alcanzó la masa crítica en dos experimentos diferentes, provocando sendas reacciones nucleares que mataron por radiación a los dos científicos encargados correspondientes.


Paquete Chernobyl (Chernobyl packet): Ésta es de las que suenan a fin del mundo pero luego realmente meh. Primero hay que saber que los ordenadores se comunican unos con otros enviándose paquetes. Así  mi ordenador puede mandarle a los servidores de google un montón de paquetitos con este post y toda su información asociada, y google puede mandaros paquetitos a vosotros para que podáis leerlo desde casa. Hay distintos tipos de paquetes y estudiarlos es un poco el horror, pero el caso es que permiten enviar información de unas máquinas a otras. En función de lo que contenga el paquete enviado, la máquina que lo reciba reaccionará de una manera o de otra. Un paquete Chernobyl lo que provoca es que la máquina receptora reenvíe el paquete que le acaba de llegar, a lo loco (esto se llama broadcast). Cada equipo que reciba ese nuevo envío, hará broadcast a su vez (esto se conoce como tormenta broadcast), lo que llevará al sistema entero a colapsarse porque todos sus terminales estarán venga a reenviar paquetes a todo Cristo. Así que un paquete Chernobyl es un paquete que al ser enviado colapsa una red.


Bacteria come carne (Flesh eating bacteria): Tal cual. Una bacteria que come carne. Provoca una infección llamada fascitis necrotizante, que es una enfermedad más vieja que Matusalén (hay referencias del siglo XVIII) y que afecta a las capas más internas de la piel. El tratamiento es chungo porque se basa en eliminar el tejido afectado y en enchufar antibióticos como para matar a un caballo. Evidentemente, cuanto más espere el afectado, más se extenderá la infección y más fácil será que palme.


Síndrome de Kessler (Kessler syndrome): Yo creía que los síndromes eran enfermedades, pero parece que no es así necesariamente. El síndrome o efecto Kessler es una situación hipotética -pero posible- en la cual la cantidad de mierda espacial que tenemos encasquetada en la órbita baja terrestre (lo que viene siendo esa zona que ya es el espacio, pero que está muy cerca de la Tierra; la capa ésa que está llena de satélites y demás historias) sería tal, que empezarían a chocar unos trozos de basura espacial con otros. Esto podría provocar a su vez que se desprendiera metralla espacial, que saldría disparada, colisionando con otros trozos de basura espacial, provocando así un efecto dominó que crearía un barullo de trozos de satélite y otros cacharros espaciales, que podría llegar incluso a inutilizar toda esa órbita. Y luego a ver a dónde mandamos los satélites. Por tanto, el Síndrome de Kessler es una situación en la que los choques producidos entre elementos de basura espacial provocarían la saturación de la órbita baja terrestre, pudiendo incluso llegar a inutilizarla como espacio de envío de satélites y demás cacharros estelares.

Gas mostaza (Mustard gas): Este gas potencialmente letal provoca ampollas en las superficies que toca, incluyendo los pulmones si se inhala, y se viene utilizando desde la Primera Guerra Mundial como arma. Por si la idea general no daba el miedo suficiente, este gas es sólo detectable levemente a través del olfato, y tras una exposición parece que no pasa nada, hasta que horas después la piel se pone roja y después se llena de ampollas. Y no hablamos de ampollas en plan uy-vaya-me-he-quemado-con-el-horno, sino de ampollas chungas de la muerte a lo me-duelen-las-pestañas-no-respiro-mátame-ya. Una maravilla. Además, el compuesto, una vez alcanza el suelo, queda ahí latente durante días para amargarle la existencia al próximo que llegue. Así que el gas mostaza es un compuesto empleado principalmente como arma de guerra que genera ampollas en las áreas del cuerpo que toca, provocando en muchos casos una muerte lenta y dolorosa.


El resto os los explico otro día, si es que alguien ha llegado hasta el final del texto. Bueno, y si no también. Ya está casi escrito, así que os fastidiáis.

¡Besitos y felices navidades!


p.d. Edito para enlazar la segunda parte. La podéis leer aquí.

viernes, diciembre 06, 2013

Peor que el autocorrector

Contándoles a Lily, Cleo e Iris la incomprensible decisión de los del Festival de cine de Berlín de no concederme una acreditación de prensa por minucias como que no soy periodista ni nada que se le parezca:

Putos guantes capacitivos

Así que por lo visto sí que hay algo peor que el horror del autocorrector del iPhone, y es esa maravilla teórica pero infierno práctico que parecen ser los guantes capacitivos.

Yo casi mejor me quedo con mis guantes de vagabundo, que esos conducen de todo y no dan guerra. Y además quedan súper elegantes.

lunes, noviembre 25, 2013

Enemy: Arañas gigantes y espectadores confusos

Más pelis que vi en San Sebastián y que se me han quedado por ahí perdidas.

Hoy toca Enemy (Id, Denis Villeneuve, 2013). Qué peli más rara. Os cuento:

Adam (Jake Gyllenhaal) es un profesor cuya vida es un rollo horroroso hasta que un día, viendo una película, localiza entre los extras a un actor que tiene exactamente el mismo aspecto que él.

Enemy - cartel

Adam empieza a perseguir al actor (llamado Anthony y evidentemente interpretado también por Gyllenhaal) para quedar con él, porque, como es lógico, quiere conocer a su doble. A partir de aquí ya todo el argumento gira en torno a estos dos personajes y su relación o ausencia de ella, y de paso de sus híper rubias e híper guapas respectivas novias, encarnadas por Mélanie Laurent -la del profesor- y Sarah Gadon -la del actor-.

Jake Gyllenhaal (Adam Bell/Anthony St. Claire) y Sarah Gadon (Helen)

La peli está bien; es muy intensa, entretiene, la música ayuda a crear una atmósfera muy inquietante y las interpretaciones son buenas. Así que mola.

Hasta que empiezan a aparecer arañas.

Arañas mutantes. Gigantes. O alienígenas. Mira, no sé. Yo no he entendido nada. Pero salen arañas chungas sin venir a cuento de nada y da bastante grima todo.

Durante un buen rato yo pensaba que aquello una vez lo explicaran iba a ser una pasada, pero conforme iba avanzando el desarrollo iba perdiendo la esperanza de recibir datos lógicos de qué estaba pasando ahí. Y así fue. La peli no tiene ni pies ni cabeza.

En la rueda de prensa me pareció un poco agresivo decirle al director que no había asimilado absolutamente nada de su obra, así que le pregunté a Sarah Gadon si entendió algo cuando le llegó el guión. Me dijo que ella lo tuvo más fácil porque dicho guión le llegó acompañado de una carta explicativa del director, pero que por unas cosas o por otras, lo vio todo muy claro.

Sarah Gadon (Helen) y Denis Villeneuve - Rueda de prensa de Enemy

Ya. Fijo que sí. Fijo que no me estás diciendo esto porque tienes al director al lado y cualquiera le aguanta luego si dices que no entendiste ni el título. Villeneuve, por su parte, me dijo que le gustan las películas que plantean cuestiones, más que responderlas. Uummmm ya veo. Y también le dijo a un reportero que no iba a responder preguntas sobre arañas. Así que salimos todos de la rueda igual de confusos que al entrar.

Por lo visto la peli se basa en un libro de Saramago, así que a lo mejor un día que esté muy inspirada me lo leo, a ver si así veo la luz.

En fin, ¿la recomiendo? Depende. La sensación durante la película es buena, pero la que deja al terminar es lo peor porque nada tiene sentido. Así que la peli está bien, pero su efecto no. Vosotros veréis.

Y si os dan fobia las arañas, casi mejor id a ver una comedia o algo.


p.d. En España el estreno por lo visto es el 28 de febrero de 2014. Si la veis, por favor, sed majos y que alguien me la explique.

sábado, noviembre 16, 2013

Spray de pimienta (ACTUALIZADO)

Bueno.

Esto ha sido bastante raro.

Os lo voy a contar.

A ver por dónde empiezo. Es que ha sido muy raro. Veamos.

Ayer a las 7.10 de la mañana salgo de casa para ir al trabajo. Bajo escaleras. Bajo más escaleras. Sigo bajando hasta que visualizo algo en el minirrellano que hay entre la planta baja y el primero.

Ummmmm ¿zapatos?

Zapatos. Hay zapatos tirados en el suelo.

Bajo un poco más. Un par de botines granates de cuña, ahí en medio. Y al lado una zapatilla de chico.

Intento despejarme como puedo y analizo fugazmente lo que estoy viendo. Huele a alcohol, es de madrugada y hay zapatos esparcidos por el suelo.

Esto muy bueno no es, a que no.

Me quedo parada dos segundos antes de avanzar hacia el último tramo de escalones, mientras noto cómo mi sentido común se despierta de golpe y se abre paso a codazos para tomar el control antes de que esta situación derive en algo peor. Éste debe de ser el sistema de emergencia.

Cerebro - DEJA DE BAJAR ESCALERAS.

Dejo de bajar escaleras.

Yo - Esto muy buen aspecto no tiene, ¿no? ¿Qué hago?
Cerebro - Hay un hueco debajo de la escalera. Mira ahí antes de seguir bajando.

Me asomo por la barandilla. Hay un tipo con una sudadera gris, mirando hacia el rincón, con la capucha puesta, parado sin hacer ruido.

Me retiro de la barandilla.

Yo - AHÍ HAY UN TÍO. HAY UN TÍO Y SON LAS SIETE DE LA MAÑANA Y HUELE A ALCOHOL Y HAY ZAPATOS TIRADOS Y VOY A MORIR AQUÍ.
Cerebro - Tienes que subir a casa.
Yo - ¿Y por qué hay zapatos de chica? Ahí no parece que haya ninguna chica.
Cerebro - Eso es irrelevante. Lo importante es que no puedes salir del edificio sin darle la espalda a ese tío; si te quiere hacer algo no te libras ni de broma, así que no bajes. Pero tampoco te quedes aquí parada. Sube a casa.
Yo - ¿Y por qué hay sólo una zapatilla de chico? ¿Dónde está la otra? ¿Y en qué momento han dejado aquí arriba los zapatos? ¿Han subido y han vuelto a bajar?
Cerebro - Estás a ocho escalones del tío ése y sabe que estás aquí. Voy a tener que pedirte que corras. Y voy a tenir que decirte también que eres idiota. Pero eso vamos a dejarlo para luego.
Yo - Pero es que esto no tiene sentido ninguno.
Cerebro - QUE CORRAS.

Correr. Sí. Un tío alcoholizado encapuchado está en mi rellano y yo estoy sola. Correr suena inteligente ahora mismo.

Subo las escaleras brincando cual cabra montesa mientras recupero mis llaves del bolso, y abro la puerta en un tiempo récord, todo con esa agilidad que suele aparecer mágicamente cuando la gente está zurrada de miedo. La cierro detrás de mí y veo a mi madre en el salón.

Yo - No puedo salir.
Mafalda - ¿Cómo que no puedes salir?
Yo - Hay un tío en el rellano.
Mafalda - ¿¿¿CÓMO QUE HAY UN TÍO EN EL RELLANO???
Yo - Que hay un tío en el rellano. Y zapatos de chica en la escalera. Espero que hayan sido dos atontados que han venido aquí a enrollarse, porque si no esto pinta fatal.


INCISO

Mi barrio y alrededores no molan nada. No es que sea especialmente malo, pero hace tiempo, por razones que desconozco, hubo una época que duró varios años en la que cada poco tiempo violaban a alguien, o lo intentaban, o seguían a una chica y le intentaban meter mano, o similares. A mí misma me ha perseguido un exhibicionista por la calle. No os cuento lo que iba haciendo porque sois gente inteligente y os lo imagináis vosotros solos y porque no quiero que google me censure el blog.

FIN DEL INCISO


Mafalda - Voy a llamar a la policía. ¿Es el 112?
Yo - Sí.

No. El 112 es el número centralizado de emergencias (hablamos de España); atenderos os atienden, pero tienen que llamar ellos luego a la policía, retrasando bastante las cosas. Si tenéis esperanzas de que la poli llegue a donde estéis antes de que los hijos que aún no tenéis hayan hecho la comunión, no llaméis al 112; llamad al 091.

Mi madre habla con los del 112. Yo hablo con los del 112. Llamo a Cleo para decirle que avise a mi jefe de la situación, pero tiene un sistema de ésos para que por la noche a la gente le parezca que comunica, así que llamo a Dean.


OTRO INCISO

Dean es un chico que entró conmigo en la empresa en la que llevo tres meses trabajando. Por lo visto también estaba en mi clase, pero como el chaval no pisaba por allí, apenas le había visto. Por daros algún dato sobre él, os diré que es muy alto y que da la sensación de estar permanentemente a punto de quedarse dormido. De hecho, dudo genuinamente que su cuerpo sea capaz de exteriorizar ningún tipo de estrés o nerviosismo. Es inquietante, pero es un tío majo.

Por otra parte, por cosas que me ha contado, considero que es un firme candidato a ser ese personaje al que tendré que pagarle la fianza para sacarle de la cárcel en algún momento, siendo sus posibilidades tal vez sólo superadas por las de Tiziano, que en estos momentos se encuentra en Israel aprendiendo a pegar tiros y a desarmar a gente con cuchillos. Pero ésa es otra historia.

FIN DEL OTRO INCISO


Informo a Dean a grandes rasgos del percal que me he encontrado y le pido que le diga a mi jefe de que voy a llegar tarde.

Bueno, esto ya da un poco igual; la poli no llega, oímos salir al borracho del edificio, mi padre me escolta hasta el coche, bajando comprobamos que no hay ni rastro de los zapatos, llego veinte minutos tarde al trabajo -que después tendré que recuperar con todo el dolor de mi corazón-, le cuento la historia a mi jefe y el hombre flipa en colores.

Cleo aparece cuando aún sigo al lado de la mesa de mi jefe.

Cleo - ¿Pero qué ha pasado?

Se lo explico todo muy resumido. Se me olvida que mi jefe sigue ahí al lado y pronuncio ciertas frases algo desafortunadas.

Yo - Tía es que lo que no me pase... ahora que por fin se han largado los traficantes, me encuentro con esto.

Ésa también es otra historia. Ya os he dicho que mi barrio no mola en absoluto. Dicho sea de paso, la cara de mi jefe a estas alturas vale por siete poemas y medio.

El caso, que es lo que venía yo a contar, es que con todo este jaleo me he planteado qué posibilidades tengo yo de defenderme sin meterme en un follón legal de cuidado. Y la verdad es que no tenía ni idea del tema, así que me he ido a la comisaría, donde me ha atendido un poli muy majo.

Yo - ... y cada vez que pregunto por sprays de pimienta, cada uno me dice una cosa. Unos que es legal, otros que no, otros que es un vacío. No me aclaro.
Poli - Comprarlo es legal. Poseerlo no.

Anda. Súper bien.

Yo - Pero utilizarlo en defensa propia también es legal.
Poli - Sí. Si un hombre te agrede por la calle y tú utilizas un spray de pimienta en su contra, puedes llamar a la policía tranquilamente y explicarles lo que has hecho, que no te va a pasar nada de nada.
Yo - Pero si me pillan con el spray en el bolso, me multan.
Poli - Exacto.
Yo - Pero entonces a ver que yo me aclare; ¿puedo vaciarle el spray en la cara a un atacante y eso es legal, pero si cinco minutos antes de que se dé esa situación la policía me registra, me ponen una multa por llevar el mismo spray?
Poli - Efectivamente.
Yo - Es absurdo.
Poli - Ya.
Yo - ¿Y qué hago?
Poli - Comprarte el spray.

Total, que el tema de los sprays de pimienta, o antivioladores, o como puñetas los queráis llamar es un vacío legal del tamaño de tres aeropuertos, siendo el resumen el siguiente:

Comprar un spray de pimienta: LEGAL
Llevar encima un spray de pimienta: ILEGAL (sancionable con hasta 300 euros de multa).
Utilizar un spray de pimienta en defensa propia: LEGAL.

Se compran en armerías y sólo en armerías, y es importante guardar el recibo, porque si se llega a dar el caso de que tengáis que utilizarlo, después tendréis que certificar de alguna manera que eso es un spray de defensa como Dios manda y no alguna cosa chunga que habéis comprado en un bazar chino y que puede dejar ciego al primero que pase.

Yo igual cuando haya pagado una vez los trescientos euros ya me lo pienso, pero de momento que le den a todo, yo me compro uno. El poli me dijo que utilizarlo es un horror, que lo echas en una acera e intoxicas a los de la de enfrente, que luego te pasas vomitando y hecho polvo media hora, pero que merece la pena comprarlo porque realmente lo voy a llevar encima y no lo voy a usar en la vida. Me ha parecido innecesario decirle que ya tenía uno en casa -quiero otro porque yo creo que éste ya no tiene presión y no me fío de que funcione-, y que todo esto lo pregunto para saber hasta qué punto tengo que mentir para librarme del marrón judicial si me veo en la coyuntura.

En fin, que las leyes en España son un desastre y parece que lo que hay que hacer es confiar en la suerte de no dar con un cenutrio que te quiera atacar. Y encima cuando llamas a la poli tardan tres años en venir.

De momento, yo me voy a fijar en los zapatos de todo el mundo durante una temporada. Como me encuentre a una pareja con el calzado que vi en las escaleras, vamos a tener una charla muy seria esos dos y yo.


p.d. Otro dato intersante que me dio el señor poli es que si llegas a casa y no te atreves a entrar porque hay un tipo en tu portal, les puedes llamar por teléfono y ellos te suben a casa. Está bien saberlo.


ACTUALIZACIÓN

Datos nuevos sobre la escena extraña que os he contado y explicación más detallada de lo que me encontré, que por lo que me está diciendo alguna gente es evidente que muy bien no explico las cosas y no se entiende bien el percal que vi.

En la escalera había un par de zapatos de chica y un único zapato de chico. En el hueco de la escalera había un chico despierto, perfectamente consciente, escondido en silencio, mirando a la pared y con la capucha puesta. No había chica. Pensé que a lo mejor el hueco era más grande de lo que parecía y la chica podía estar más hacia el rincón y que yo no la hubiera visto, pero lo he comprobado y ahí no había espacio para nadie más, así que ese tío estaba solo.

El chico salió solo del edificio, porque lo vieron mis padres por la ventana, así que, si es que ahí ha habido una chica realmente en algún momento y no es que el tipo es un pirado que ha traido los zapatos de vete tú a saber dónde, entonces la chica es una vecina de mi edificio.

O sea, para que nos aclaremos, la situación más sencilla y no problemática asociada a este tema sería que una vecina de mi bloque ha venido al portal a enrollarse con alguien, se han empezado a liar en la entreplanta, donde ella se ha quitado los botines y él se ha quitado una (???) zapatilla, y después, por alguna razón que desconozco, ella se ha subido a casa -descalza- y el chico ha bajado -con una zapatilla- y se ha metido en el hueco de la escalera a esperarla. Y entonces he llegado yo. Ése es el caso menos bizarro posible. Todas las alternativas son más raras o más turbias o más algo.

La escena no molaba nada. Yo os lo cuento aquí diciendo chorradas porque hablo así y porque así se me pasa un poco el susto, pero esa imagen no tenía ninguna lectura que permitiera seguir hacia la puerta tranquilamente sin plantearse nada más.

Que hay gente que me está dando a entender que dramatizo, y con el susto que aún me tengo encima casi les prendo fuego antes de plantearme que a lo mejor no he explicado bien la situación. Espero que ya se entienda todo.
 
Y por cierto, el tío se ha dejado las llaves tiradas en el rellano. Ahora las tengo yo. Vaya plan.

Besitos.

martes, noviembre 05, 2013

Gatitos para desayunar

Acabo de tener una terrible revelación.

Os va a resultar impactante, pero, por lo visto, la gente que me rodea no considera que cada evento que sucede en mi vida, cada opinión que tengo y cada idea que se me pasa por la cabeza sea un hecho extraordinariamente relevante, ni, en general, lo más interesante sobre la faz de La Tierra.

¡¿Os lo podéis creer?!

Lo sé, yo tampoco.

Si soy estupenda.

Si soy una fuente de sabiduría.

Si vale que no sé nada de política, ni de economía, deportes, moda y otras cincuenta y siete materias de interés, ¡pero aparte de eso soy todo lo que un buen conversador podría desear!

¡Y aún así, nada!

Tras conocer a un número considerable de personas nuevas, retomar relaciones antiguas y empezar a llevarme con gente con la que antes no era tan cercana, todo en un periodo relativamente pequeño de tiempo, me he ido dando cuenta de que, hablando en general, a nadie le importa lo más mínimo mi visión de la vida.

Y eso me inquieta un poco.

No me malinterpretéis; también he conocido a personajes estupendos que sí parecían interesados ya no en mí, sino en general en lo que les rodeaba; e incluso muchos de los que digo que pasan de mí y del mundo son tipos súper agradables, y seguro que bellísimas personas muchos de ellos, pero el caso es que no veo a casi nadie con intención de averiguar algo más sobre lo que tiene alrededor.

Y no lo entiendo. Por sentido común, aunque sea. Que yo podría ser una asesina en serie que desayuna gatitos, y aquí el personal seguiría pensando que soy una vecina ejemplar. Yo pregunto cosas a la gente porque quiero expandir las cosas que hay por ahí en mi cerebro y porque me gusta saber más de las personas con las que hablo, pero también por conocer la caterva con la que me estoy juntando. Que, yo qué sé, hay quien cree que Hitler era un tío majo. O que opina que Crepúsculo es una obra de arte. O que tiene una Power Balance.

Tampoco, faltaría más, voy a dejar de interesarme por ese sector, ¿eh? De hecho una de mis mejores amigas cree en la Power Balance, que es, por mucho, el peor de los tres casos que he puesto, y os prometo que somos amigas y le tengo respeto. Además, la gente con estas visiones estrambóticas de la vida a veces da argumentos y te hace pensar. Y me gusta la gente que me hace pensar. Y si no dan argumentos, te puedes reír de ellos, que también es divertido.

La cosa, que me voy por las ramas, es que con la falta de interés generalizada que veo por ahí, me he planteado lo poco que he tardado en darme cuenta de que la gente pasa de lo que yo piense. Y a lo mejor he tardado tan poco porque igual yo soy un pelín ególatra también. Bueno, igual soy muy ególatra. Bueno vale me quiero un montón. Y tal vez mi opinión no sea siempre una perla que escuchar maravillado. Entonces, dejando por un momento a un lado la ley universal que dice que yo lo hago todo bien y que la culpa de las cosas nunca es mía, sólo por esta vez, ya no sé si yo soy una cotorra que sólo habla de sí misma y le estoy pidiendo peras a olmo o si la gente es una sosa y no está interesada en nada que no sea su propio criterio.

Entonces, como esto me inquieta enormemente y como aparentemente esto lo lee gente, he pensado en soltarlo aquí a ver si alguien me ilumina el camino. Porque lo de que hay conocidos a los que les tengo que caer mal lo entiendo -de hecho no me fío de esas personas que le caen bien a todo el mundo-; pero que personas que me tienen cierto aprecio y que claramente están cómodas en mi compañía no tengan ningún interés por saber lo que tengo en la cabeza, se me escapa. ¿Me pasa sólo a mí? ¿Somos todos un hatajo de egocéntricos? ¿Es esto una época de desidia generalizada, estoy teniendo mala suerte o la gente es siempre así? Y no hablo sólo de lo que os encontréis, sino de vosotros mismos. Que yo hay veces que me doy cuenta de que hay gente de la que no sé nada de nada porque en cuanto me preguntan algo me emociono y les cuento mi vida en verso sin dejarles rebullir.

A lo mejor se me están oxidando las habilidades sociales. A saber.


p.d. Cuento esto porque me ha pasado lo mismo con un montón de personas, pero por supuesto que hay muchas excepciones. Mención especial, aunque no son los únicos, para la gente maja/interesante/atenta que conocí/reencontré este año en San Sebastián. Besitos para los que se pasen por aquí.

domingo, noviembre 03, 2013

Pelis del 61ssiff que me aburrieron soberanamente

Vengo con tres críticas híper cortas y rápidas para evitar que perdáis vuestro tiempo como lo hice yo. Veamos.

Mi alma por ti curada (Mon âme par toi guérie,  François Dupeyron, 2013)

Mon âme par toi guérie - cartel

Esta extraordinariamente pretenciosa cinta cuenta como un tipo llamado Frédi (Grégory Gadebois) descubre que, al morir su madre, ésta le ha pasado a él el marrón supremo de poder curar a la gente por arte de magia. El desarrollo, en general, consiste en ver una serie de monólogos pedantes y diálogos de relleno que se suceden mientras el prota decide qué puñetas hacer con sus manos curativas. Un horror. La única razón por la que no me salí de la sala fue que el director y los protagonistas estaban allí, y me pareció demasiado hiriente irme delante de ellos, sobre todo por los actores, que no lo hacen mal. Ni fui a la rueda de prensa, del cabreo que me tenía.

No veais este tostón ni aunque os vaya la vida en ello.


October November (Oktober November, Götz Spielmann, 2013)

Sonja (Nora Von Waldstätten) y Verena (Ursula Strauss) son dos hermanas que han seguido caminos completamente diferentes; la primera es una actriz de éxito, mientras que la segunda se ha hecho cargo del hotel familiar para cuidar de su padre, que tiene un pie en la tumba. Se supone que el turrón de la película está en que Sonja va a visitar a su hermana y a su padre, y durante su estancia la cosa se pone un poco tensa por líos familiares; pero vamos, que realmente en esta peli no pasa nada de nada.

October November - cartel

Además tiene delito, porque durante un rato al principio parece que no va a estar tan mal, pero no. Es una falsa alarma. No os fiéis. Lo único que hace tolerable ver este bodrio es su cuidado aspecto estético y el digno trabajo de sus dos protagonistas, cuyos personajes están muy bien definidos, y que consiguen que no te preguntes tan a menudo qué demonios se te ha perdido en esa sala y si estarás aún a tiempo de pasar de todo e irte de pinchos.

Ursula Strauss y Nora Von Waldstätten - rueda de prensa de October November

Pero vamos, que no compensa. De hecho conozco gente que la califica como la peor peli del festival con diferencia. Seguro que encontraréis algo mejor que ver.


Child's Pose (Pozitia copilului, Calin Peter Netzer, 2013)

Ésta a la gente le ha gustado mucho, la crítica la ha puesto bien, y estaba en la sección Perlas, así que algo tendrá. Yo me quedé dormida. También es verdad que era mi tercera peli del día, era la hora de la siesta, y las butacas de los cines Príncipe de San Sebastián son absurdamente cómodas, pero aún así.

Child's Pose - cartel

Y el caso es que la idea es interesante: Cornelia (Luminita Gheorghiu) es la sobreprotectora madre de Barbu (Bogdan Dumitrache), un cretino integral que quiere a toda costa ser independiente, pero sin dejar de aprovecharse de la pasta y las influencias de sus padres. Cuando Barbu se ve involucrado en un grave lío legal, su madre manipulará todo lo humanamente manipulable para evitar que su niño vaya a la cárcel.

Lo dicho, a lo mejor yo tenía un mal día o algo, pero el caso es que me pareció lenta y aburrida como ella sola, así que si vais a verla mejor será que estéis bien despejados.

Vi algún otro tostonazo, pero los más destacables fueron estos tres. Si las llegáis a ver, ya me contaréis. Yo me aburro sólo de recordarlas, así que buena suerte.

jueves, octubre 24, 2013

Deportes para nenas

El pasado julio entregué mi proyecto de fin de carrera. Tardé cerca de diez meses en construirlo y documentarlo, y fue un horror. Así, en general. El proyecto era un rollo, mi tutora y yo nos llevabamos a matar y estaba hasta el cogote de la universidad y de todo lo que tiene que ver con ella.

Afortunadamente, en medio de tanta miseria me mandaron a dos compañeros, por orden; el primero, un tipo súper trabajador que hacía lo imposible por ayudarme, a pesar de ser de ciencias políticas y no entender ni jota de informática. Más majo el chaval. También es cierto que creía que la llegada del hombre a la luna es un engaño orquestado por el gobierno, pero a mí me caía bien igual. Ante, entre otras cosas, el infame ambiente de trabajo existente en el proyecto, huyó a Rumanía (!) para hacer prácticas en una embajada. Bien por él.

El segundo es otro chico que decidió hacer un proyecto de fin de carrera complementario al mío -yo hacía la parte web, él la móvil-, y que optó por aceptar la propuesta a pesar de que empleé una hora de café en intentar convencerle de que aquello era un asco y de que huyera mientras aún no hubiera firmado nada.

Después de cinco meses programando como locos a diario estaba claro que o nos matabamos o nos hacíamos amigos, y así es como llegamos a la conversación que hemos tenido hoy mientras nos tomabamos un café sentados en unos taburetes altísimos porque yo no soy muy lista y pedí mi consumición antes de comprobar si había alguna mesa libre. Pero eso no viene al caso.

 Al chico vamos a llamarle Costner.

Costner - ...total, que voy a secretaría a matricularme y me toca la rubia.

INCISO

La rubia es una de las secretarias de mi facultad. En general el funcionamiento de dicho secretariado es como para llorar, pero esta mujer en particular redefine el concepto de ineptitud, llevandolo a maravillosos nuevos extremos en los que la respuesta a todas las preguntas es "eso miralo en la web".

FIN DEL INCISO

Costner- Le pregunto por los plazos de matrícula y me dice "eso míralo en la web -lo dicho-, yo no pienso leermelo".
Yo- Qué gente. Siempre igual.
Costner- Y cuando voy a entregarle los papeles otro día, me dice "eso es mucho lío; yo me voy a tomar un café, esperate un poco y que lo haga mi compañera".

Y así siempre, no os creáis que este hombre tiene mala suerte ni nada por el estilo. Una maravilla todo.

Yo- Ya, si yo cada vez que voy a hacer papeleos y me toca ella tenemos gresca.
Costner- Pero eso es porque tú irradias odio.
Yo- PERDONA PERO SOY UN AMOR.
Costner- Que a mí me parece genial, ¿eh? Yo te llevo aquí - se da dos golpes en el lado izquierdo del pecho-, pero por lo visto hay cierta gente que no lleva nada bien ese odio que desprendes.

No os preocupéis, este chaval me habla así siempre. Estoy bastante segura de que me tiene aprecio. Creo.

Yo- ¡Uy, ahora que dices eso! ¿Sabes lo que me pasó el otro día en ballet? Fui a una clase de prueba, una que ponían muy barata para que pudieras ir a probar si querías y me enc...
Costner- Ballet.
Yo- Ballet, sí.
Costner- Vas a clases de ballet.
Yo- Sí.
Costner- Bien. Continúa.
Yo- Pues fui a la clase de prueba y me encontré con una chica que me resultaba súper familiar, así que fui a hablar con ella para ver de qué la conocía.
Costner- Es verdad, que cuando no conoces a la gente eres muy maja. Hasta que se te pasa, como decía tu amiga.
Yo- QUE YO SOY MAJA SIEMPRE. Da igual, el caso es que le pregunto que si la conozco de mi anterior academia de danza, y me dice que no, que nos conocemos de la biblioteca. ¿Te acuerdas de esa chica extranjera a la que mandé callar un día porque no paraba de hablar y desde entonces me miró con odio para siempre? Ésa era.
Costner- Pues muy bien, ¿no? Qué situación. ¿Y qué te dijo?
Yo- Nada, se fue corriendo a otra clase.
Costner- ¿Y a eso puedo ir yo? A ver, quiero decir.
Yo- No. Han prohibido por escrito que vayan observadores. Pero te puedes apuntar.
Costner- Sólo si me dejan llevar tutú.
Yo- Puedes llevar lo que te dé la gana. Pero oye, no sé qué pasa, que le digo a la gente que se apunte conmigo y me dicen todos que no.

Cuando me meto en alguna de estas actividades absurdas que me da por practicar de vez en cuando, le voy diciendo a todo el mundo que se apunte conmigo, por si cuela.  Hago más vida social con chicos que con chicas, así que el objetivo de mi reclutamiento suele ser masculino. Además, casi todos los deportes que practico son considerados femeninos. Esto deriva en que los abordados siempre dicen que no; no porque no les apetezca pegar brincos o ponerse el pie detrás de la cabeza necesariamente, sino más bien porque creen que su imagen se va a ver dañada, ya que consideran que los deportes en cuestión sólo son practicados por chicas y por gays.

Y a esto quería llegar yo. Como complemento a todo aquello que os dije para que no la liarais mucho intentando ligaros a alguien, os digo ahora: si en una clase sólo hay mujeres y gays, ¿qué creéis que pasará cuando entre un hetero? ¿Eh? ¿EH? Pensad en esto la próxima vez que veáis a un tío entre quince mujeres en mayas, porque tal vez la paz interior del tipo no venga de que ha perfeccionado la posición del yoga mudra, sino más bien de que se está tirando a la pelirroja de la tercera fila. Que cada uno hace lo que quiere, ¿eh? Yo sólo digo que no creo en Dios, ni en el destino, pero creo muy fuerte en la estadística; y diez, quince, o veinte chicas para uno o dos tíos que habrá en cada clase de éstas es una proporción que dice bien claro que alguna cae fijo.

Y ya está. Sólo venía a decir que los chicos heterosexuales que van a clase de pilates, de danza contemporánea, de yoga, o de lo que toque, suelen saber lo que hacen.


P.d. Lectores masculinos, si llegáis a apuntaros a alguna de estas clases, contadme por favor si mi teoría es cierta. Me haríais muy feliz.

viernes, octubre 18, 2013

About Time: gente maja y viajes en el tiempo

Del creador de Notting Hill (Id, Roger Michell, 1999), que me aburrió, Love Actually (Id, Richard Curtis, 2003), que me aburrió más, y Cuatro bodas y un funeral (Four Weddings and a Funeral, Mike Newell, 1994), que no he visto, llega la sorprendentemente divertida y muy recomendable Una cuestión de tiempo (About Time, Richard Curtis, 2013).

Una cuestión de tiempo - cartel

Esta comedia nos presenta a Tim (Domhnall Gleeson), un chico que a los 21 años es informado por su padre (estupendástico Bill Nighy) de que los hombres de su familia pueden viajar en el tiempo. Tim, encantado de la vida con su nuevo don, decide aprovecharlo, sobre todo, para conseguir una novia. Y poco importa que ya no haya mucho más argumento, porque todo en esta cinta está tan maravillosamente bien llevado que sólo estar en compañía de los personajes es más que suficiente para no arrepentirse de verla. El protagonista es lo más cálido y encantador del universo, el personaje de Nighy es una risa, y el cuadro familiar queda muy bien completado con la excéntrica hermana de Tim (Kit Kat, interpretada por Lydia Wilson) y la madre de ambos (Lindsay Duncan). También encaja muy bien el amargadísimo compañero de piso del prota (Tom Hollander), e incluso la dulce e insulsa Rachel McAdams en el papel de Mary. Para mi gusto su personaje queda eclipsado del todo por el de Gleeson, pero a mí McAdams no me va y a lo mejor no soy imparcial. Vedla vosotros y juzgad.

Bill Nighy (padre de Tim) y Domhnall Gleeson (Tim)

Entre los aspectos negativos destaca lo increíblemente moñas que se ponen hacia el final de la peli, la confusión provocada por algunos saltos temporales, y la ausencia de realismo en el enfoque de los viajes en el tiempo y sus efectos. El problema sobre esto último es que poder viajar al año de la polca para arreglar aquel cristo que preparaste cuando tenías quince años no es nada saludable, más que nada porque sin sufrir consecuencias es difícil aprender nada. Así que, aparte de que la relación acción-consecuencia está simplificada hasta el absurdo, parece que el director no se ha planteado en ningún momento que si alguien pudiera realmente viajar al pasado para solucionar cada metedura de pata que comete, su vida acabaría siendo un sinsentido de irresponsabilidades y falta de sentido común. Por poner uno de los muchos ejemplos de cómo puede eso salir fatal. No me creo que poder viajar atrás a solucionar cada lío que montas no te vuelva majareta a algún nivel. Si alguien lo comprueba, que me avise.

Rachel McAdams (Mary) y Domnhall Gleeson (Tim)

A pesar de esto último, el resultado es que no es la peli del siglo pero la recomiendo de sobra. Una cuestión de tiempo cuenta una historia sencilla de manera graciosa, inteligente y muy entrañable, además de contar con unos personajes estupendos.

La estrenan hoy, así que ya me contaréis.


p.d. Hay un extraño fenómeno que se repite anualmente y que consiste en que, durante tres días, el cine tiene un precio asequible. Se llama fiesta del cine y es la semana que viene, por si alguien no se había enterado aún y le interesa el tema.

sábado, octubre 12, 2013

Fantasmas II

Madrugada del sábado 28 al domingo 29 de septiembre. Cinco y media, para ser exactos. Estoy a punto de quedarme roque porque vengo de la fiesta de clausura del festival y se ha alargado un poco el tema. Vago entre la lucidez y el quedarme completamente frita.

De pronto me parece oir ruidos de fondo, en ese lejano lugar en el que aún me quedan neuronas despiertas.

...

Nada, será cosa mía.

O igual no. Espera.

Más ruidos.

Estaba a punto de caer como un tronco, pero va a ser que ya no. Me despejo un poco.

¿Me estaré imaginando los dichosos ruidos? Eso tiene que ser. Tiene que ser mi imaginación, porque si no voy a tener que salir de la cama, y de verdad, de verdad que no quiero.

Ruidos.

Si me concentro muy fuerte a lo mejor puedo quedarme dormida igual.

Ruidos ruidos ruidos.

Maldita sea.

MALDITA SEA.

NO ME PUEDE PASAR ESTA HISTORIA OTRA VEZ.

Encima sé lo que va viene a continuación.

Espero un poco.

Espero.

Espero.

Y...

¡DING DONG!



Maldición.

Niego la evidencia durante un par de minutos, fingiendo que no voy a tener que levantarme a darles por los hocicos a los fantasmas, espíritus, secuestradores tarados o lo que puñetas haya en la puerta con una silla, o una lámpara, o lo que encuentre.


¡DING DONG!


ARGH.

Me levanto. Salgo al pasillo, infinitamente más cabreada que asustada, llego a la puerta, y compruebo que, efectivamente, por esa mirilla no se ve nada. Y sí, llevo las gafas puestas.

Los que están fuera (son varios, les he oído antes), se están peleando con la cerradura.

Igual no van a ser fantasmas, ¿eh? Y mira que habría quedado súper interesante el post.

Pongo la mano en el picaporte y me planteo las posibilidades que hay de que al otro lado de la puerta se encuentren dos o tres asesinos en serie. No parecen muy altas. Aunque si los tipos no han podido abrir, ¿qué voy a hacer cuando entren? Tampoco van a poder abrir su cuarto. ¿Es seguro dejar a unos desconocidos durmiendo en el pasillo de mi hostal? Ummmmm qué dura decisión.

Se abre la puerta de una habitación y aparece, medio dormido, un señor súper grande con pinta de ser tan español como yo checoslovaca.

Yo - No hablas español, a que no.
Señor - No. Inglés.

Madrugadas internacionales, voy a llamar a este hostal. Cambio a inglés.

Yo - Vale. No quería abrir yo sola.
Señor - ¿Pero quién es? -Me dice en bajito mientras señala la puerta.
Yo - Ni idea. Y encima esto mismo ya me ha pasado otra noche -Soy una pringada. Pero eso al tipo no se lo digo-. Voy a abrir, pero no tengo ni idea de quién va a aparecer.

El señor grandote asiente. Si al final sí que son unos asesinos pirados, sólo tengo que pedirle al caballero que les aplaste con su pulgar. No hay problema.

Abro.

Un chico de veintitantos me observa agazapado sobre donde estaba la cerradura antes de que yo abriera la puerta, y detrás de él su amigo me mira desorientado.

Muy psicópatas no parecen.

Chico#1 - La llave no abre. Nos hemos puesto a llamar porque hemos pensado que estaría un pestillo puesto por dentro o algo.

Anda. Bueno, si no les abre la llave no es culpa suya. Supongo.

Yo - Trae.

Cojo las tres llaves del chico (la del portal, la de la puerta del hostal y la de su habitación), elijo la correcta y la meto en la cerradura. Aquello abre perfectamente.

Los chicos me miran genuinamente sorprendidos.

Yo - ¿No estarías usando la dorada? Son casi iguales.
Chico#1 - Qué va. Estaba usando ésa. - Señala la que he utilizado yo.

Me encojo de hombros y le devuelvo sus llaves.

Disculpas, gracias, el señor grande se va a su habitación, los chicos a la suya y yo me vuelvo a dormir preguntándome cómo puede tener un sueño tan profundo todo el mundo en este hospedaje.

Yo en el momento juro que el chico#1 parecía lúcido -el otro no-, pero por lo que me contó la de la limpieza, los dos debían de llevarse una moña bastante contundente.

Así que los fantasmas no eran fantasmas, sino gente alcoholizada. Porque me da que la otra vez que me pasó fue más de lo mismo.

¿Y para esto me levanto de la cama? Qué decepción. Yo quería ver fantasmas.

En fin, si os vais de viaje y no sois capaces de entrar en vuestro hostal, quemad el timbre un rato y probablemente aparezca yo en pijama.

Deberían darme comisión por estas cosas.

sábado, octubre 05, 2013

Gravity: todos al cine ahora mismo

Me salto el orden que planeaba seguir al publicar críticas del cine que vi en San Sebastián para poder hablar de Gravity (Id, Alfonso Cuarón, 2013), ahora que la acaban de estrenar y aún puedo convenceros para que vayáis a verla en 3D.

Gravity - cartel

Voy a empezar contando que no le tengo mucho aprecio a la distribuidora de la Warner Bros. En algún momento daré detalles del asunto, pero digamos que son en buena parte los culpables de los disparatados precios con los que nos toca apechugar en los cines. Por tanto, salvo excepciones, no veo sus productos en salas comerciales. Si a una peli le tengo unas ganas horrorosas o si la gente que va conmigo quiere realmente ir a ver algo de la Warner, pues me fastidio y pago, pero hablando en general me he despedido de soltar pasta por ver cualquier cosa distribuida por esta gente.

Dicho esto, deberíais ir al cine a ver Gravity. Deberíais pagar por verla en un cine, porque merece la pena. Y os recomiendo que paguéis por el 3D también. Así que imagináos lo que me ha gustado.

Sandra Bullock (Ryan Stone) y George Clooney (Matt Kowalski)
No me malinterpretéis, no es una peli basada exclusivamente en lo visual; el argumento, que cuenta la aventura de dos astronautas que se ven envueltos en una muy -muy- mala situación espacial y tienen que apañarselas para no palmar en el intento, es súper emocionante y engancha un montón. No hay ni un rato aburrido, y además los dos personajes protagonistas son estupendos y quedan genial como dúo. Es verdad que el gracioso y encantador Matt Kowalski, interpretado por George Clooney, es tan majo que no es nada creible, pero se le permite porque queda maravillosamente bien como compañero de Ryan Stone (Sandra Bullock), una astronauta que sufre tal lucha interna que sólo ella ya es motivo suficiente para ver la peli. Buena parte de la sala, yo incluida, salimos diciendo que si había justicia en el mundo del cine, a Sandra Bullock en los próximos Oscars la nominan seguro.

Sandra Bullock (Ryan Stone)

Por otra parte, tampoco puedo asegurar que Gravity no sea una virguería visual también en 2D, porque no sé qué parte de lo que vi molaba porque estaba en 3D y qué parte molaba a secas. Aunque el 3D sigue explotando más la profundidad y casi nada ese efecto que hace que te parezca que salen cosas de la pantalla, y a pesar también de que podrían haber hecho muchas escenas mucho más agobiantes aprovechando esta tecnología, las imágenes resultan muy envolventes y te pasas la película casi entera con sensación de estar allí con los sufridos astronautas, que según dijo el director en la rueda de prensa, era lo que pretendían conseguir. También dijo que al principio esta peli iba a ser algo sencillo, con unos pocos efectos especiales. Anda que si se descuidan.

Sandra Bullock (Ryan Stone), George Clooney (Matt Kowalski) y Alfonso Cuarón

Y dicho todo esto, os comento que yo fui de las que salió menos impresionada de la sala. Imaginad al resto.

Así que, obviamente, la recomiendo totalmente. Mejor en el cine. Y mejor en 3D.

lunes, septiembre 30, 2013

Por qué tengo un blog y no un programa de radio

El otro día me invitaron a la radio. Una mujer muy simpática que aparece de vez en cuando en las ruedas de prensa del festival y se lía a preguntar como si no hubiera un mañana.

INCISO

Excepto el mío, voy a dar nombres reales, porque voy a hablar de personajes públicos y si no esto va a ser un jaleo. Pero no os acostumbréis.

FIN DEL INCISO

La mujer simpática de las ruedas de prensa se llama Conchita Casanovas, y tiene un programa en RNE llamado Va de cine. Sin entender muy bien cómo, me acaba invitando, junto con Jon, a ir al día siguiente a una tertulia sobre el festival.

Bueno. Sólo hay que hablar, ¿no? Eso es fácil. Yo hablo un montón. No hay problema.

El domingo a las dos menos diez de mediodía entramos en la radio. Nos dan jamón y patatas fritas, así que me caen todos bien automáticamente.

Llega gente. Uy. Esta gente es importante. Nos presentan. A saber:

- Joxean Fernández, del comité de selección de películas del festival
- Pau Esteve Birba, ganador del premio a la mejor fotografía por Caníbal
- Carme Elías, actriz y miembro del jurado para el premio TVE-Otra mirada

Empezamos. Conchita coge aire y...

Conchita - Miau miau miau miau miau miau miau. Miau miau Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba. Miau miau miau...

¿Eh?

Conchita - ... miau miau miau miau, miau miau Festival de San Sebastiá miau miau...

Qué está pasando.

Conchita - ... miau miau Radio Cuatra miau...

¿POR QUÉ NO LA ENTIENDO?


¿¿POR QUÉ NO ME HA DICHO NADIE QUE ESTO NO IBA A SER EN CASTELLANO??


Virgen santa qué follón.

Será euskera, claro, esto es el festival de cine de San Sebastián, al fin y al cabo. Pues ya está, voy a estar media hora participando en una tertulia en la que no voy a entender ni mi nombre.

No, espera.

Espera. Entiendo cosas.

ENTIENDO COSAS.

Si entiendo cosas es que no es euskera. Eso es así. Es... um... ¿catalán?

¡Catalán!

Eso es bueno; el catalán es más fácil que el euskera. Bueno, el idioma secreto de los ancestros mitológicos de Narnia es más fácil que el euskera. Pero nos entendemos.

A lo mejor esto no va a ser tan fácil como yo esperaba, pero no pasa nada. Confiaremos en que las preguntas estén aisladas unas de otras y en que cuando me pregunten algo no esperen que haya entendido lo del invitado anterior. Y si no, siempre puedo fingir una lipotimia.

Nos presentan. Respondo en medio del shock como puedo mientras pienso en qué fuerzas cósmicas me arrastran siempre a meterme en semejantes marrones.

Ays.

Conchita se dirige a Joxean y le pregunta por la gran cantidad de público de este año.

Joxean - Yo creo que es uno de los aspectos fundamentales de este festival...

¡Castellano! ¡Joxean, tú sí que molas!

Pero dura poco. Pasan a Carme y vuelvo a no entender ni jota. Dice un par de frases y debe de ver la cara que llevamos los no catalanes de la sala, porque pregunta en qué idioma tiene que hablar. No sé lo agradable que os parecerá esta mujer cuando la oigáis, pero en persona es mejor. Qué mujer más maja.

Me preguntan que si he seguido twitter durante el festival.

Yo - Un montón, no da tiempo si no -detecto movimiento en alguna parte- no me da tiempo a leer críticas... -el tipo que nos observa desde detrás del cristal me está haciendo señas- ...no me da tiempo a leer críticas... - ¿Eso no lo he dicho ya? Da igual; el hombre mueve las manos. ¿Estoy muy lejos del micrófono? Me acerco más - ... en twitter lees cuarenta críticas en cinco minutos... - No. Algo estoy liando, porque sigue moviendo las manos. Levanto las mías mientras intento mantener la congruencia de lo que estoy diciendo, sin mucho éxito. No sé hacer dos cosas a la vez. - ... si leo en... - a saber la que estoy preparando - ...en un rato... - el tío me sigue haciendo señas mientras se parte. Por lo menos se lo pasa bien - ...tres personas que dicen... -No sé qué estoy haciendo mal ni cómo solucionarlo, y a base de prestar atención a las señas, tampoco sé qué estoy diciendo, así que el resto de mi discurso son un montón de trozos de frases malamente amontonadas. Qué situación. Espero que estén acostumbrados a ineptitudes de este tipo o la próxima vez me van a prohibir la entrada.

Acabo de hablar y Carme me explica por gestos que estoy dando golpes en la mesa y que deje las manos en el regazo. Así que eso era. Vaya por Dios.

El resto del programa, más discusión y yo despotricando. Es gente interesante, y Joxean y Jon hablan en castellano, igual que el resto de invitados a ratos, así que no perderéis el tiempo si les escucháis. Además seguro que os lo pasáis bien oyendo cómo divago mientras intento averiguar qué quieren decir los gestos del tipo del cristal, y también podéis comprobar que cuando hablo soy bastante repelente, que siempre está bien. Hay que quererme así.

En fin, si necesitáis pruebas de que es mejor idea leerme que escucharme, podéis entrar aquí y prestar algo de atención entre los minutos 16 y 38. Aunque ya que estáis deberíais escucharlo entero, que el programa tiene su aquel.

Besitos para Conchita y el resto de la gente de la radio. Además de darme patatas me trataron bien.


p.d. Nos pidió Pau que difundiéramos los agradecimientos que quiso dar cuando le entregaron el premio. No los dio en su momento porque supongo que su cerebro se licuó con la emoción. Pero vamos, que Jennifer Lawrence casi se esnuca en los Oscars y la queremos igual, así que con esto, lo mismo. Hablé con él al acabar en la radio y es un tío súper majo, así que ayudadle a quitarse el disgusto entrando aquí.

p.d.2 Los que entran al final del programa son Aitor y Amaia Merino, directores de Asier ETA biok, que ha ganado el premio a la mejor película vasca. Y sí, también son encantadores. Debe de ser que en este sitio le echan algo al agua.

sábado, septiembre 28, 2013

Like Father, like Son: intercambio cromos, intercambio niños

Ver pelis en un festival es una lotería. Casi siempre entras en la sala sin saber si conocerás a algún actor, si el director habrá hecho algo famoso antes, y en general, si lo que estás a punto de ver será una basura espantosa.

¡Pero!

la sección Perlas del festival de cine de San Sebastián está compuesta -por lo que me ha parecido entender, aunque tengo que investigar más al respecto- de largometrajes que ya han ganado premios en algún otro festival, así que se puede asumir que al menos lo que vas a ver no va a ser la mayor bazofia de peli que te puedas encontrar. Si ha ganado en otro lado, malo será que sea un desastre, ¿no?

Con este espíritu entré en el teatro Victoria Eugenia a ver Like father, like Son (Soshite chichi ni naru, Hirokazu Koreeda, 2013), o De tal padre, tal hijo, creo que la han llamado en español; que viene a contar cómo el matrimonio Nonomiya, formado por Ryota (Masaharu Fukuyama) y Midorino (Machiko Ono) descubre  que su hijo Keita (Keita Ninomiya) formó parte de un intercambio de bebés que hubo en el hospital el día de su nacimiento, y por tanto no es en realidad su hijo biológico.

Keita Ninomiya (Keita) y Machiko Ono (Midorino)

La película expone los comportamientos de los dos matrimonios involucrados cuando el hospital les recomienda encarecidamente que se intercambien los niños.

...

Vamos a ver.

Vamos a ver, que estoy desorientada.

Así que te dicen un día que tu hijo de seis años no lleva tu sangre, ¿y lo que hay que hacer es sustituirlo por el especímen genéticamente correcto y aquí no ha pasado nada? ¿Estamos tontos?

No sé si los japoneses están como un cencerro y ven estas cosas como algo normal, si es que yo me escandalizo con mucha facilidad, o qué pasa aquí.

 Lily Franky (Yudai) y Keita Ninomiya (Keita)

Pero bueno, el caso es que la idea es bastante curiosa y está bien expuesta; además, los personajes son absolutamente encantadores, así que es fácil encariñarse y empatizar con ellos, haciendo esto que la peli resulte muy cercana y consiga transmitir el jaleo mental que se tienen los padres, y la confusión que sienten los niños (que son súper adorables, por cierto) cuando se ven arrastrados a un follón que ni les va ni les viene porque ellos no entienden de genética, ni de sangre, ni de las cosas absurdas que hacen a veces los adultos.

 Keita Ninomiya (Keita) y Masaharu Fukuyama (Ryota)

Para terminar diré que Like Father, like Son sería estupenda, si no fuera porque es un pelín insulsa. Todo es vida cotidiana. Y es demasiado larga. Aún así, es suficientemente interesante como para que la recomiende.

A la gente del festival le ha encantado infinitamente, así que a ver si a vosotros también os gusta.

miércoles, septiembre 25, 2013

Cómo mantener la compostura en un festival de cine

Cuando estás en un festival de cine, hay muchas maneras de hacer el ridículo. Lo suyo es que intentes comportarte como un ser digno, civilizado y que sabe lo que está haciendo en cada momento, para intentar no quedar como un cenutrio cada cinco minutos. ¿Y esto cómo se consigue?

No se puede.

Bueno, miento, se puede si no haces nada. No hablas con nadie, no preguntas, te limitas a ir a tus sesiones y a tu hotel. Pero eso es un rollo. Y a lo mejor incluso así la preparas.

Entre el festival del año pasado y éste, yo misma he cometido las siguientes patanerías:

1. Las pelis las veo con una libreta y un pilot en la mano, en una sala a oscuras, así que tarde o temprano me olvido de dónde está el pilot y:

   1.1. La mitad de su tinta acaba en mi pantalón. La mancha queda súper glamourosa.

   1.2. El pilot desaparece y se materializa en el suelo. Como consecuencia yo termino gateando entre las butacas con la linterna del móvil en la mano.

2. La mitad de los actores ni sé quiénes son porque vienen de títulos por ahí de autor europeos y cosas así, así que voy a las ruedas de prensa y no sé ni a quién estoy viendo. De ahí surgen situaciones como:

   2.1. Un actor/director/quien-sea se cambia de sitio, quedando detrás de un cartelito que no marca su nombre sino el de otro miembro de la rueda, y yo me paso tres minutos gritandole por un nombre que no es el suyo para que mire a mi cámara. Ni que decir tiene que el tipo nunca miró, y que además pensará que soy idiota.

   2.2. No sé en qué idioma habla cada uno. En alguna rueda de prensa he tenido que salir a la mitad a buscar un traductor al ver que el director se ponía a hablar en francés, o en noruego. En muchos casos, además, el director habla en un idioma y los actores en otro, así que si mi duda va para alguien que aún no ha respondido a nada, no sé en qué tengo que preguntar. Vivo con miedo a hacer una pregunta en inglés, que resulte que los tíos sean mexicanos, me contesten en español, y yo quede como la mayor pedante de todos los tiempos. Pero esta tontería aún está por cometer; ya os lo contaré cuando la prepare.

Además de lo mío, que ya está bien, he visto a gente, en ruedas de prensa que están siendo grabadas por chopocientos canales de televisión:

1. Llamar a un director por el nombre que no es.

2. Levantarse para hacer una pregunta y tirar al suelo todo lo que tiene en el regazo.

3. Hacer una pregunta pensando que le van a contestar en un idioma, que le contesten en otro, y pasarse sonriendo y asintiendo sin entender ni jota toda la respuesta.

Y también gente que se queda frita en las sesiones. De hecho yo ayer me quedé dormida en una peli, pero creo que fue muy poco rato y no armé escándalo. Hace nada me han estado hablando de ronquidos masivos, así que podría ser peor.

Todo esto por no mencionar la pinta que tendremos todos cuando nos sacan en los vídeos de las ruedas de prensa. Es mejor no pensarlo.

Así que podéis intentar ser un ejemplo de clase y elegancia, pero os vais a aburrir muchísimo. Aunque también hay que decir que yo en particular tengo una propensión importante a hacer el canelo y quedar como una loca, así que a lo mejor para los demás hay esperanza. En cualquier caso, yo seguiré igual y esperaré que cuando la líe haya el mínimo número posible de cámaras alrededor.


p.d. Estoy preguntando un montón de cosas a los trabajadores del festival para enterarme de cómo va esto, y he debido de dar la chapa de más, porque ha aparecido un segurata preguntandome que para quién trabajo. Aunque a lo mejor es sólo que quiere ser mi amigo. Quién sabe.

martes, septiembre 24, 2013

La mirada del amor: conociendo al doble de tu marido muerto

La mirada del amor (The Face of Love, Arie Posin, 2013), nos presenta a Nikki (Annette Bening), una mujer felicísimamente casada que de repente tiene que enfrentarse a la muerte por ahogamiento de su marido. Años después de lo sucedido, Nikki, que aún sigue intentando superar la tragedia sin éxito, conoce a un tipo llamado Tom (Ed Harris), que es exactamente igual que su marido. Como no podía ser de otra manera, la mujer se empeña en conocer al clon, y así empiezan a verse, sin que él sepa, por supuesto, que es clavado al marido fiambre de su chica nueva. Todo esto mientras el amigo y vecino de la protagonista, Roger (Robin Williams), también viudo y enamoradísimo de la susodicha, intenta ligársela descaradamente.

Ed Harris (Tom) y Annette Bening (Nikki)

No sé qué os parecerá la premisa. A mí me pareció muy poco prometedora, además de que el título es un horror, pero la verdad es que luego la peli no está mal llevada. La idea central es entender el sufrimiento de alguien que pasa por una tragedia como la de la protagonista, y las cosas tan absurdas que se pueden llegar a hacer como consecuencia de esa desesperación. A ratos la peli resulta bastante inquietante, porque ya no sabes quién se ha vuelto como un cencerro, o si es que estás entendiendo mal las cosas, o qué pasa ahí. Aunque no he podido enterarme bien de algunas escenas dramáticas, porque, por razones que desconozco, los críticos como gremio se ríen por todo; a la mínima señal de confusión o malentendido en pantalla, sueltan una carcajada escandalosa, y lo hacen incluso cuando la escena supuestamente graciosa está integrada en un panorama súper dramático y su intención no es ni de lejos la de hacer reír. Así que ver pelis rodeado de críticos es como ver una serie con las risas enlatadas puestas donde no tocan. Es un horror. Total, que ya no sé hasta dónde llega el drama con esta peli, porque las risas en escenas chungas me han desorientado enormemente.

En cuanto a los personajes y las interpretaciones, están bien, especialmente Ed Harris; y también el de Jess Weixler, que interpreta a la hija de Nikki. Eso sí, a mí Annette Bening y Ed Harris no me terminan de convencer como pareja, pero tal vez ésa fuera precisamente la intención del director. No hubo rueda de prensa, así que nunca lo sabremos.

Ed Harris (Tom) y Annette Bening (Nikki)

Por último, decir que La mirada del amor, en general, es un poco confusa, y que ahí faltan explicaciones. Parece que van a aclarar ciertas cosas, pero no. Y eso me pone muy nerviosa.

Así que, ¿la recomiendo? Pues, si te apetece ver un drama un poco peculiar, sí, pero las posibilidades de que haya algo mejor en cartelera son altas. No me ha disgustado, pero tampoco me ha convencido lo suficiente como para recomendarla rotundamente.


p.d. Annette Bening está aquí y no ha hecho rueda de prensa. Estoy enfurruñadísima.

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