Cómo comportarte en una sala de cine para que nadie quiera prenderte fuego al terminar la sesión
Ayer fui al cine a ver La ladrona de libros (The Book Thief, Brian Percival, 2013) . No venía a hablaros de la peli, pero ya que estoy aquí, hago una crítica un poco deprisa y corriendo y así a lo mejor os ahorro pagar por ver este bodrio. En los tiempos del dominio nazi, Liesel (Sophie Nélisse) vive con sus recién adquiridos padres adoptivos en la más absoluta de las miserias, cuando, por una antigua deuda de honor, su nuevo padre se ve obligado a acoger a un judío en su sótano (Ben Schnetzer). Y... um. Y ya. No pasa nada más. Mucho de Liesel lidiando con su madre (Emily Watson), que es una amargada de la vida; mucho de Liesel estrechando lazos afectivos con su padre (Geoffrey Rush), que es tan entrañable que da un poco de dolor de cabeza; más todavía de Liesel desarrollando una bonita amistad con su enamoradísimo vecino y compañero de clase Trudy (Nico Liersch) y aún más de Liesel descubriendo lo mucho que ama los libros de la mano de Max, el refugiado del sótano.