Entro en un bar con C:
C - Ponme una caña.
Yo - A mí un Nestea.
Camarero - Nestea no tenemos. Tenemos Radical.
Yo - Um... ¿zumo de melocotón?
Camarero - Sí, ahora mismo os lo llevo a la terraza.
Salimos. Nos sentamos. Aparece el camarero con la caña de de C.
Camarero - No hay zumo de melocotón. Tenemos de piña y de naranja.
Yo - Ah... entonces no, ¿de qué tenéis los Radical?
Camarero - De naranja y de limón.
Uf. Qué de opciones.
Yo - Vale, pues uno de limón.
Se va. Vuelve con un Radical y me lo pone encima de la mesa. Se vuelve a ir.
Yo - Oye C... estoy casi segura de que eso no es limón.
C - Ya, te lo ha traído de naranja.
Risas. Qué situación más absurda.
Pasa un rato y aparece E.
Yo - Voy a entrar a que me echen más hielo en el Radical que no he pedido. Espero que por hielo entiendan hielo y no me echen lo primero que se les ocurra.
E - Ya que entras, ¿me pides un Aquarius de limón?
Yo - No van a tener.
E - Pues de naranja.
Me refería a que no iban a tener siquiera la noción de que existe una bebida llamada Aquarius, del mismo modo en que probablemente no conozcan la existencia del agua mineral, pero para qué discutir. Entro en el bar.
Yo - ¿Me echas un hielo aquí y me pones un Aquarius de limón?
Camarero - No tenemos Aquarius. Tenemos Radical.
¿Tienen Radical? ¡Tienen Radical! ¡No tenía ni idea!
Yo - Vale, espera. -Salgo a la terraza- Oye E, no tienen Aquarius. Dicen que tienen Radical de naranja y de limón, pero es mentira, el de limón no existe. ¿Te pido uno de naranja?
E - Vale.
Y así hemos terminado C, E y yo tomando cañas y Radicals de naranja, que son las únicas bebidas que existen en ese bar. La próxima vez me llevo un Nestea de mi casa.
sábado, julio 31, 2010
viernes, julio 23, 2010
Seguridad
He asistido a un curso de seguridad informática en el que la gente ha acabado dando su dirección en el foro... ¿nadie más ve la ironía?
Twitteado por M.
Pues sí que da confianza el curso, sí.
Twitteado por M.
Pues sí que da confianza el curso, sí.
domingo, julio 18, 2010
El Lado Positivo de la Vida
Hay dos tipos de días/semanas/etc de mierda.
El primer tipo se da cuando te pasa algo malo. Malo de verdad. Rompes con tu novio/a, con quien creías que igual hasta te casabas, se muere alguien, tu mejor amigo se va a vivir a Alaska, o alguna otra cosa espantosa.
La segunda clase sucede cuando durante todo el día, mes, o período de tiempo que sea, te sale mal una cosa detrás de otra.
Mi semana de mierda ha sido, gracias a Dios, de tipo 2.
Desde el lunes por la mañana y hasta este preciso momento, me han cancelado planes, me han contado cosas que no quería saber, he mantenido conversaciones de lo más desagradables a través de llamadas nocturnas que me han despertado, me han emplumado cosas que no tenía por qué hacer pero a las que no he podido decir que no porque soy una becaria y por lo tanto soy una pringada, y por último, me he metido en un berenjenal profesional del que no sé si voy a salir bien parada. Además, las personas con las que podría quedar para jurar en hebreo un rato y así sentirme un poco mejor están fuera de la ciudad u ocupados con asuntos que no tengo intención de interrumpir. Por eso despotrico aquí :D
Aunque no lo parezca, este post tiene un propósito positivo para el mundo en general y no sólo para la liberación de mi cabreo personal. Para subir mi moral y la de los que hayáis tenido una época asquerosa últimamente, vamos a ver cuál es el lado positivo de tener una semana de mierda de tipo 2:
1. Durante esa semana, eres inmortal. Semanas tan pésimas no se tienen todos los años, así que tienes que vivir lo suficiente como para contarles a tus hijos, y probablemente a tus nietos, que sobreviviste a ese desastroso conjunto de días.
2. La semana que viene será fantástica. Por comparación, aunque sea. El simple hecho de que nadie te dé una patada por la calle te parecerá como estar en Disneylandia.
3. Seguro que has aprendido algo. Cuando te toca hacer algo que no te gusta, lo puedes pasar fatal, pero sueles conseguir cosas que no habrías conseguido nunca si no te hubieran obligado a hacerlas.
4. Si has sobrevivido a esta semana, puedes con todo.
Mi sábado no ha estado mal, lo que me provoca la inquietante sensación de que el universo podría tener reservada alguna semana peor para mí en un futuro. Tendría mérito. Por otra parte, el lío de trabajo en el que me he metido hoy mismo me asegura al menos otros tres días de estrés. ¡Así que estamos a tiempo de ver un mes horroroso en sustitución a una única semana de mierda!
Está todo controlado, dentro de unos días volveré a estar de buen humor :D
Que tengáis una feliz semana :)
p.d. Skins puede ser una serie estupenda, pero no os recomiendo que os aficionéis a ella cuando estéis de bajón. Hacedme caso.
El primer tipo se da cuando te pasa algo malo. Malo de verdad. Rompes con tu novio/a, con quien creías que igual hasta te casabas, se muere alguien, tu mejor amigo se va a vivir a Alaska, o alguna otra cosa espantosa.
La segunda clase sucede cuando durante todo el día, mes, o período de tiempo que sea, te sale mal una cosa detrás de otra.
Mi semana de mierda ha sido, gracias a Dios, de tipo 2.
Desde el lunes por la mañana y hasta este preciso momento, me han cancelado planes, me han contado cosas que no quería saber, he mantenido conversaciones de lo más desagradables a través de llamadas nocturnas que me han despertado, me han emplumado cosas que no tenía por qué hacer pero a las que no he podido decir que no porque soy una becaria y por lo tanto soy una pringada, y por último, me he metido en un berenjenal profesional del que no sé si voy a salir bien parada. Además, las personas con las que podría quedar para jurar en hebreo un rato y así sentirme un poco mejor están fuera de la ciudad u ocupados con asuntos que no tengo intención de interrumpir. Por eso despotrico aquí :D
Aunque no lo parezca, este post tiene un propósito positivo para el mundo en general y no sólo para la liberación de mi cabreo personal. Para subir mi moral y la de los que hayáis tenido una época asquerosa últimamente, vamos a ver cuál es el lado positivo de tener una semana de mierda de tipo 2:
1. Durante esa semana, eres inmortal. Semanas tan pésimas no se tienen todos los años, así que tienes que vivir lo suficiente como para contarles a tus hijos, y probablemente a tus nietos, que sobreviviste a ese desastroso conjunto de días.
2. La semana que viene será fantástica. Por comparación, aunque sea. El simple hecho de que nadie te dé una patada por la calle te parecerá como estar en Disneylandia.
3. Seguro que has aprendido algo. Cuando te toca hacer algo que no te gusta, lo puedes pasar fatal, pero sueles conseguir cosas que no habrías conseguido nunca si no te hubieran obligado a hacerlas.
4. Si has sobrevivido a esta semana, puedes con todo.
Mi sábado no ha estado mal, lo que me provoca la inquietante sensación de que el universo podría tener reservada alguna semana peor para mí en un futuro. Tendría mérito. Por otra parte, el lío de trabajo en el que me he metido hoy mismo me asegura al menos otros tres días de estrés. ¡Así que estamos a tiempo de ver un mes horroroso en sustitución a una única semana de mierda!
Está todo controlado, dentro de unos días volveré a estar de buen humor :D
Que tengáis una feliz semana :)
p.d. Skins puede ser una serie estupenda, pero no os recomiendo que os aficionéis a ella cuando estéis de bajón. Hacedme caso.
viernes, julio 16, 2010
Voces
Martes, 12 de la mañana:
J - Oye Key, tú tienes una voz muy bonita.
Malo. Cumplidos sin venir a cuento.
Peor. Es mentira. Mi voz es normal y corriente. Por lo tanto J quiere algo.
No me atrevo ni a responder, no vaya a encontrar en el supuestamente maravilloso tono de mi "gracias" la prueba irrefutable de que tiene razón. Aun tengo esperanzas de librarme del inminente marrón que se me viene encima.
J - ¿Sabes qué pasa? Que hay que hacer unos tutoriales, ponerles voz a unos vídeos. Normalmente lo hago yo, pero es que estoy súper liada.
Si ya lo decía yo. Se acabó el Plan de Mantenimiento Preventivo.
Yo - ¿Y mi jefe está de acuerdo? Tengo trabajo.
J - Sí, sí, tranquila, que ya está todo hablado.
Yo - Ehm... bueno pues... vale... supongo...
Y así es como ha comenzado un periodo de tres días y medio grabando, básicamente, ocho horas al día. Muy interesante, hacer el trabajo que normalmente es realizado por un profesional del tema que sabe lo que tiene que hacer y que dispone de un estudio de grabación, pero sin tener ni idea del asunto y en una sala de reuniones rodeada por un departamento de chicas que gritan y que en lugar de caminar galopan como una manada de potros salvajes, un patio lleno de niños que juegan al fútbol y chillan todo lo que pueden, y el despacho de un jefazo que da voces por el móvil. Estupendo. Y todo esto llevando unos de ésos incómodos cascos con pinganillo que te dan la sensación de estar pilotando un helicóptero. Por otra parte, al programa (Camtasia Studio se llama) a veces se le iba la olla y convertía mi voz en la de la Niña del Exorcista, con lo que había que repetir la grabación otra vez. Además, lo hacía de manera progresiva, así que al oír el audio daba la impresión de que se me estaban acabando las pilas. Encantador.
La cantidad de veces que he tenido que repetir los dichosos tutoriales no se puede ni contabilizar. ¿Y lo mejor de todo? El que lleva todo este tema ha decidido que las grabaciones han quedado un poco bajas y hay que repetirlas desde el principio.
Me duele la garganta y estoy cabreada.
Mira que podía haber estado bien... no tiene absolutamente nada que ver con mi trabajo, pero está bien aprender a utilizar un programa nuevo y hacer algo que no había hecho nunca. Habría tenido su encanto, si no fuera porque me dijeron que tenían que estar listas 22 grabaciones en 3 días, y que nada de hacer cualquier cosa, que tenía que quedar bien. Y todo esto para un tío que ni siquiera es mi jefe.
En fin, han comprado un montón de variedades de café para una maquinita muy mona que hay en la sala de reuniones. La sala es mía las ocho horas que dura el trabajo, y cando por dentro para intentar que me den la brasa un poco menos. Me habrán emplumado las grabaciones, pero me voy a hacer una experta en cafés del mundo a costa del tirano de los tutoriales. Creo que incluso hay chocolate...
Es un bajo, podéis venir a mi ventana y montamos la Fiesta del Café ;)
J - Oye Key, tú tienes una voz muy bonita.
Malo. Cumplidos sin venir a cuento.
Peor. Es mentira. Mi voz es normal y corriente. Por lo tanto J quiere algo.
No me atrevo ni a responder, no vaya a encontrar en el supuestamente maravilloso tono de mi "gracias" la prueba irrefutable de que tiene razón. Aun tengo esperanzas de librarme del inminente marrón que se me viene encima.
J - ¿Sabes qué pasa? Que hay que hacer unos tutoriales, ponerles voz a unos vídeos. Normalmente lo hago yo, pero es que estoy súper liada.
Si ya lo decía yo. Se acabó el Plan de Mantenimiento Preventivo.
Yo - ¿Y mi jefe está de acuerdo? Tengo trabajo.
J - Sí, sí, tranquila, que ya está todo hablado.
Yo - Ehm... bueno pues... vale... supongo...
Y así es como ha comenzado un periodo de tres días y medio grabando, básicamente, ocho horas al día. Muy interesante, hacer el trabajo que normalmente es realizado por un profesional del tema que sabe lo que tiene que hacer y que dispone de un estudio de grabación, pero sin tener ni idea del asunto y en una sala de reuniones rodeada por un departamento de chicas que gritan y que en lugar de caminar galopan como una manada de potros salvajes, un patio lleno de niños que juegan al fútbol y chillan todo lo que pueden, y el despacho de un jefazo que da voces por el móvil. Estupendo. Y todo esto llevando unos de ésos incómodos cascos con pinganillo que te dan la sensación de estar pilotando un helicóptero. Por otra parte, al programa (Camtasia Studio se llama) a veces se le iba la olla y convertía mi voz en la de la Niña del Exorcista, con lo que había que repetir la grabación otra vez. Además, lo hacía de manera progresiva, así que al oír el audio daba la impresión de que se me estaban acabando las pilas. Encantador.
La cantidad de veces que he tenido que repetir los dichosos tutoriales no se puede ni contabilizar. ¿Y lo mejor de todo? El que lleva todo este tema ha decidido que las grabaciones han quedado un poco bajas y hay que repetirlas desde el principio.
Me duele la garganta y estoy cabreada.
Mira que podía haber estado bien... no tiene absolutamente nada que ver con mi trabajo, pero está bien aprender a utilizar un programa nuevo y hacer algo que no había hecho nunca. Habría tenido su encanto, si no fuera porque me dijeron que tenían que estar listas 22 grabaciones en 3 días, y que nada de hacer cualquier cosa, que tenía que quedar bien. Y todo esto para un tío que ni siquiera es mi jefe.
En fin, han comprado un montón de variedades de café para una maquinita muy mona que hay en la sala de reuniones. La sala es mía las ocho horas que dura el trabajo, y cando por dentro para intentar que me den la brasa un poco menos. Me habrán emplumado las grabaciones, pero me voy a hacer una experta en cafés del mundo a costa del tirano de los tutoriales. Creo que incluso hay chocolate...
Es un bajo, podéis venir a mi ventana y montamos la Fiesta del Café ;)
sábado, julio 10, 2010
Webcam
¿A nadie más le preocupa tener una cámara que se puede activar por software en su habitación? No puedo ser la única paranoica del mundo...
lunes, julio 05, 2010
Plan de Mantenimiento Preventivo II
Seguimos arreglando ordenadores que todavía no se han roto. Hoy le tocaba a J, la jefa de Pedagogía. Abro la lista de programas instalados y...
J - Eso bórralo.
Yo - Pero J, si eso son los drivers de audio.
J - ¡Pero yo ese programa no lo conozco, seguro que no lo uso para nada, bórralo!
Yo - Que no. Tú calla.
Sigo bajando por la lista...
J - ¿Qué coño es eso del Java? ¡Eso tampoco lo utilizo, bórralo!
Yo - Eso también se queda.
J - ¡Pero si no sé lo que es!
Yo - Sin eso no puedes navegar por medio Internet, así que eso se queda.
J - ¡Yo sólo necesito Flash!
Tela.
Yo - He dicho que Java se queda y punto.
J - ¡Pues no me vales como limpiadora! ¿Dónde está tu jefe? ¡L, mira a ver, que tu empleada no me quiere eliminar nada!
Mi jefe me mira desde el otro lado de la sala.
Yo - Quiere que le quite Java.
Risas generalizadas.
J - ¿Y eso de ahí? ¿Eso qué coño es? ¡Eso tampoco lo utilizo! ¡Quítalo!
Yo - No sé qué es, vamos a buscarlo.
J - ¡Quítalo!
L - ¡Bórraselo todo menos el bloc de notas y a tomar por culo! - Mi jefe, a gritos y ahogándose entre carcajadas.
Así no se puede trabajar. No he eliminado ni la mitad de lo que debería porque J no me dejaba buscar, sólo me decía que lo eliminara todo, mientras uno de sus compañeros y mi jefe no paraban de hacer chistes de fondo.
Que conste que J es un encanto de mujer, y que muy en el fondo creo que sabe que no se debe eliminar Java. Lo que no quiere decir que no me dé miedo que un día de éstos abra su lista de programas y lo borre todo.
Le he dicho que le voy a llevar un ladrillo, y que ese va a ser su nuevo ordenador. Espero que le guste.
J - Eso bórralo.
Yo - Pero J, si eso son los drivers de audio.
J - ¡Pero yo ese programa no lo conozco, seguro que no lo uso para nada, bórralo!
Yo - Que no. Tú calla.
Sigo bajando por la lista...
J - ¿Qué coño es eso del Java? ¡Eso tampoco lo utilizo, bórralo!
Yo - Eso también se queda.
J - ¡Pero si no sé lo que es!
Yo - Sin eso no puedes navegar por medio Internet, así que eso se queda.
J - ¡Yo sólo necesito Flash!
Tela.
Yo - He dicho que Java se queda y punto.
J - ¡Pues no me vales como limpiadora! ¿Dónde está tu jefe? ¡L, mira a ver, que tu empleada no me quiere eliminar nada!
Mi jefe me mira desde el otro lado de la sala.
Yo - Quiere que le quite Java.
Risas generalizadas.
J - ¿Y eso de ahí? ¿Eso qué coño es? ¡Eso tampoco lo utilizo! ¡Quítalo!
Yo - No sé qué es, vamos a buscarlo.
J - ¡Quítalo!
L - ¡Bórraselo todo menos el bloc de notas y a tomar por culo! - Mi jefe, a gritos y ahogándose entre carcajadas.
Así no se puede trabajar. No he eliminado ni la mitad de lo que debería porque J no me dejaba buscar, sólo me decía que lo eliminara todo, mientras uno de sus compañeros y mi jefe no paraban de hacer chistes de fondo.
Que conste que J es un encanto de mujer, y que muy en el fondo creo que sabe que no se debe eliminar Java. Lo que no quiere decir que no me dé miedo que un día de éstos abra su lista de programas y lo borre todo.
Le he dicho que le voy a llevar un ladrillo, y que ese va a ser su nuevo ordenador. Espero que le guste.
domingo, julio 04, 2010
Frecuencia
E y yo, en el coche:
E - Habrá que poner la radio, a ver cómo va el partido, ¿no?
Yo - Vale, no vaya a ser que ganemos y no nos enteremos.
E enciende la radio.
E - ... Eh... um...
Yo - ¿Qué pasa?
E - ...¿Te sabes la frecuencia de algún canal de fútbol?
¿Cómo voy a culturizarme si a mis amigos les interesa el fútbol menos que a mí?
Pero bueno, ganamos, que es lo importante...
E - Habrá que poner la radio, a ver cómo va el partido, ¿no?
Yo - Vale, no vaya a ser que ganemos y no nos enteremos.
E enciende la radio.
E - ... Eh... um...
Yo - ¿Qué pasa?
E - ...¿Te sabes la frecuencia de algún canal de fútbol?
¿Cómo voy a culturizarme si a mis amigos les interesa el fútbol menos que a mí?
Pero bueno, ganamos, que es lo importante...
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1. Decir de dónde lo has sacado.
2. No cobrar (¡y si cobras, quiero mi parte!).
3. No modificar el original.

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2. No cobrar (¡y si cobras, quiero mi parte!).
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