Una vez en la ducha, evita el contacto con el agua
Soy de esas personas que no pueden llevar más de cincuenta euros en el bolso sin sentir que van a ser víctimas de un atraco.
Que a mí no me han atracado en la vida, de ahí la tontería. Pero es ir con algo de pasta encima y me pongo de los nervios.
Con esta filosofía abandoné mi casa hace tres semanas llevando seiscientos euros en el monedero.
Pues bien, cuáles son las estadísticas, un desconocido se dirige a mí en cuanto he puesto un pie fuera del portal.
- Hola.
Ya está. Ha detectado que éste es uno de los aproximadamente cinco días de mi vida en los que llevo un montón de dinero encima y viene a quitármelo. ¿Qué hago? ¿Corro? ¿Le doy el dinero? ¿Me dará tiempo a rociarle con el spray de pimienta? ¿Por qué no hay nadie en la calle?¿Dónde está la policía cuando se la necesita? ME ATRACAN Y NADIE VIENE A RESCATARME. ODIO ESTA SOCIEDAD INSEGURA E INJUSTA QUE NO LUCHA POR LOS DERECHOS DE SUS HONRADOS CIUDADAN...
- ¿Sabes a qué hora abren? -el atracador señala la puerta de la academia que hay en mi calle- Se suponía que hoy empezaba un curso de monitor de tiempo libre, pero no hay nadie.
Bueno. Monitor de campamento, atracador. Son más o menos lo mismo. Más o menos. Si nos vamos a poner quisquillosos yo me voy.
Contesto con toda la naturalidad de la que soy capaz y me voy en cuanto puedo, no vaya a ser que el chico entre aprender a hacer nudos y montar tiendas de campaña se dedique a birlar carteras.
Y el caso es, ¿qué hago yo con seiscientos euros encima?
Pues lo que hago con el único billete de quinientos que he visto de cerca en años es ir a obtener una súper oferta de depilación láser que mi clínica obliga, sospechosamente, a pagar en efectivo.
Y voy a comprar esta oferta porque la depilación es, sin duda, la actividad más tediosa y aburrida que hay ahora mismo en mi vida, y quiero deshacerme de ella cuanto antes.
Para vuestra información, de entre los muchos y variados métodos existentes al respecto, el mío es la máquina eléctrica. Silk Epil, la llama la gente. Porque máquina eléctrica suena horrible, la verdad.
La cosa es que para hacerte uno de estos tratamientos láser es obligatorio llevar un mes sin utilizar depilación de arranque. Nada de máquina, nada de cera, nada de pinzas. Y esto me ha obligado a entrar en...
Capítulo 1:
El terrorífico y maloliente mundo de
la crema depilatoria
Me he pasado toda la vida pensando que yo era la valiente, que todas esas chicas que utilizaban hojilla o crema de ducha eran unas nenas y que sin dolor no hay gloria.
Nada más lejos de la realidad. Qué equivocada estaba.
La máquina es una maravilla.
La máquina es una bendición.
Vale que duele un poco, pero dura mucho más (por eso la utilizo yo) y no organizas el apocalipsis espumoso en el que me he visto yo envuelta al cambiarme de sistema.
Lo de la hojilla me parecía un poco chungo, así que fui al supermercado y me compré un bote de crema depilatoria de ducha Veet. Que todo el mundo les conoce, por algo será.
Procedo a explicaros las instrucciones de uso, con la esperanza de que algún directivo de la marca se pase por aquí en algún momento y perciba mi odio infinito hacia su persona:
1. Aplica la crema sobre la piel seca, utilizando la parte coloreada de la esponja (te dan una esponja rosa y suave por un lado, blanca y amago de lijadora por el otro).
Vale. Me doy la crema. Tardo tres años pero yo me doy la crema.
2. Espera un minuto antes de entrar en la ducha.
Vale. Espero.
3. Una vez en la ducha, durante dos minutos evita el contacto de la crema con el agua.
Vale. Evito el contacto de la crema... no, espera. Espera. ¿Cómo evito el contacto con el agua? ¿No habíamos quedado en que estaba en la ducha?
4. Si es necesario, deja actuar a la crema un poco más, pero no excedas nunca el tiempo de aplicación de seis minutos.
¿Seis minutos? ¿Cómo que seis minutos? PERO SI HE TARDADO COMO CINCO EN DARME LA CREMA. Esto significa, supongo, que si me apliqué el mejunje primero en la pierna derecha y luego en la izquierda, la derecha quedará estupendamente depilada, mientras que la izquierda quedará hecha un Cristo. O bien la izquierda quedará maravillosa y la derecha se desintegrará. Tiene sentido.
Y lo de la desintegración lo digo por algo. No habéis visto cómo huele la historia ésta. Eso quita el óxido de la puerta del garaje seguro.
El caso, que planteandome qué tipo de reacción química se estará llevando a cabo sobre la superficie de mis piernas, me quito el potingue de encima sin tener claro si me he quedado corta, si me he pasado de tiempo, o qué habrá pasado ahí. Y tengo que decir que de las dos veces que he utilizado esta basura, una ni siquiera ha hecho efecto. Salí de la ducha igual que entré, más que nada porque por mucho que no les des directamente a las piernas con el agua, al mínimo contacto la crema se va desagüe abajo. Tanto lío para esto.
Como consecuencia de esta situación, no me queda más remedio que reestructurar mi top 5 de misterios inexplicables del universo moderno. A saber:
5. ¿Cuál es la diferencia entre un cocodrilo y un caimán?
4. ¿De dónde saca Red Bull la pasta para financiar viajes a la estratosfera y para tener su propio equipo de Fórmula 1?
3. ¿Quién vive en la calle Isaac Peral?*
2. ¿Qué es esa cosa que suena como una canica maciza de catorce kilos que todos hemos oído rodar por el suelo de nuestro vecino de arriba?
Y el nuevo e indiscutible número uno:
1. ¿Cómo es posible que la marca Veet se haya hecho rica y famosa vendiendo esta mierda?
De esta manera he vuelto al supermercado, he analizado el estante de productos de depilación -otra vez-, y he pasado al experimiento número dos.
Capítulo 2:
La pringosa pero sorprendentemente eficaz tecnología de la depilación con cuchilla
Me he comprado lo más pijo que he encontrado. Una de ésas Venus de Gillette que anuncian por la tele en verano, que tiene packs de gel rodeando las cuchillas para que no tengas que darte crema ni nada.
Bien. Pongamonos en situación. Hay que saber dos cosas:
1) Llevo gafas. Tengo como mil dioptrías.
2) Mi ducha es de cabina. Yo no tengo una de esas bañeras gigantes que salen en los anuncios.
La combinación de estos dos factores hace imposible que pueda visualizar la totalidad de mis piernas para ver por dónde he pasado ya con la cuchilla de marras. Si tuviera una bañera podría reubicar mi posición para ir viendo por dónde voy, pero en una ducha con mampara ya me contaréis cómo me voy a mover. Así, lo que haya en la piel de, por ejemplo, mis pantorrillas, es indistinguible para mí. Necesitaría que me salieran escamas fluorescentes para darme cuenta de que algo está pasando por ahí.
Por esta razón he tenido que asimilar la necesidad de continuar con el asunto fuera de la ducha, donde pudiera ver el proceso correctamente.
Y así he descubierto que el gel que rodea las cuchillas de la Venus de Gillette se transforma en pringosas babas kilométricas al contacto con el agua.
Esto pasa desapercibido en la ducha, claro, pero cuando estás descalza, luchando por mantener el equilibrio sobre un pie mientras tienes el otro metido en el lavabo, esto salta a la vista con bastante contundencia.
Además, el estar sólo parcialmente metida en el lavabo hace que vayas llenando progresivamente el suelo del cuarto de baño de agua. Puedes poner algo en el suelo, pero, de una forma o de otra, eso va a ser una guarrería.
Después de realizar todo el proceso, miro a mi alrededor. Tengo frío, hay toallas por el suelo, está todo lleno de agua y hay babas pegajosas cubriendo media encimera.
La última vez que alguien organizó un caos de esta magnitud a costa de unas cuchillas, Hugh Jackman y los de Marvel se tiraron haciendo pelis quince años.
Total, que mis eternos respetos a todas esas chicas, y cada vez más chicos, que se han pasado la vida depilandose con hojilla y con crema depilatoria de ducha (¿¡cómo se puede vivir haciendo esto cada tres días!?). Yo pienso hacerlo estrictamente cuando no me quede más remedio, y quejandome al respecto todo lo que pueda.
Por último, por si alguien viene con intención de obtener una opinión, aunque las dos alternativas parezcan un desastre, la cuchilla gana por goleada. No compréis esa mierda que vende Veet en la vida, a menos que queráis lijaros las piernas y darles un duradero olor a detergente industrial.
Concentremonos todos para que la depilación láser me haga efecto muy, muy deprisa.
*
Esto viene de lejos. Un papel se materializó un día en mi monedero,
con una dirección escrita a mano, ubicada en la calle Isaac Peral. He
pensado alguna vez en ir y llamar al timbre, pero me preocupa que sea
a) alguno de los examigos/as a los que eché a patadas de mi vida por impresentables. Hay unos cuantos.
b)
alguno de los examigos/as con los que ya no tengo relación porque la
impresentable fui yo. De estos hay menos, pero alguno existe.
Si llego a resolver el misterio, os lo haré saber.
Siempre he pensado que la crema depilatoria no puede ser sana: un producto químico tan fuerte que haga que se caiga el pelo no debe sentarle demasiado bien a la piel...
ResponderEliminarEn cualquier caso, ¡uf! qué odisea. Hay que ver cuánto hay que sufrir para estar divina de la muerte. :D
P.d. Qué sinvivir con el trayecto llevando el dinero para la oferta... :D
Espero no tener que llevar tanto dinero encima en mucho tiempo. Qué estrés. Y sobre la crema, la usé hace ya un montón de días y te juro que yo sigo percibiendo el olor ése en mis piernas. Qué horror de todo.
EliminarPues yo tengo un problema con la decolorante, que no me decolora. Quizás tengo una mutación que hace al pelo de mi bigote invencible, qué sé yo.
ResponderEliminarRespecto a la depilación láser... fue el dinero mejor empleado de mi vida. En serio. De Chewaca pasé a tener un par de pelitos aquí o allá. Y eso que sólo me dí tres sesiones.
Ya contarás qué tal.
Yo decolorante no he usado nunca, pero seguro que también es una odisea. Desde luego estoy deseando que esta historia haga efecto, porque estoy de depilarme hasta el cogote.
EliminarYo me estoy haciendo el láser en piernas e ingles y la verdad que va muy bien. en las piernas tengo como un millón de pelos menos, ahora sólo me salen unas ronchitas con pelillo bastante pobre, la verdad. en las ingles la cosa va más despacio, pero va, que no es poco.
ResponderEliminarLo de las cremas es el infierno, si llegas a preguntarme te lo habría dicho así de claro: es mierda, huele a mierda y funciona como la mierda. fin del cuento.
las cuchillas en las piernas a mí no me molesta usarlas (tengo la venus pero sin bandas de jabón porque me dan asquete, yo uso jabón y cuchilla normal y corriente)pero pasarme la cuchilla por las ingles es peor que torturarme con instrumentos medievales. lo odio más que a nada en el mundo.
Por cierto que yo también usaba la "epilady" (versión madre) y me iba bien, pero últimamente se me enquistaban un poco los pelos y con el láser me va mejor.
total, que no te desanimes, pronto te alegrarás de hacerlo y de que no te atracaran. Y cuando quieras vienes y husmeamos qué hay en Isaac Peral.
Un beso!!
Sí, tengo claro que esto es una buena inversión. De hecho si va bien, las axilas serán las siguientes, sospecho.
EliminarTengo que mirar de qué ciudad era Isaac Peral, porque siempre he creído que era aquí en Salamanca, pero en realidad no lo tengo claro. Me inquieta esa dirección.
Yo siempre he sido de cuchilla y gel y me va bastante bien. Aunque también es cierto que no tengo mucho vello y tardo cinco minutos, así que me mola.
ResponderEliminarLa crema esa la compre una vez y, como dices, un engorro. La usé una vez y volví a mi cuchilla de toda la vida.
Ya nos contarás si averiguas algo sobre la calle Isaac Peral, que me has dejado con la intriga. Un besote!!!
Normal que sólo lo usaras una vez, qué infierno de invento. Y sí, si descubro algo de la dirección, informaré al respecto, a ver qué hay ahí.
EliminarAy, por favor, lo que me he podido reír... Ya, ya sé que es un drama basado en hechos reales y que para ti los momentos de aplicación de tan interesantes productos han tenido que ser de todo menos divertidos... pero es que eres genial contando estas cosas, muchacha... Y si lo eres, pues se te dice. ¡Bravo!
ResponderEliminarJajajaja bueno, ya que he tenido que usar esta mierda, por lo menos que nos riamos un poco ;)
EliminarYo soy de maquinilla eléctrica, me deja la piel mucho más suavecica que las cuchillas. Y la crema rara la probé una vez y no hizo nada, así que una y no más Santo Tomás xD
ResponderEliminarPero lo mejor creo que es el láser, tendré que ir ahorrando porque es lo más cómodo desde luego.
Yo la verdad es que con la máquina tengo la piel hecha un Cristo, así que sé que tengo que quitarme la depilación de encima como sea o voy a acabar con las piernas hechas polvo. Las referencias que tengo del láser son muy buenas, así que en principio es algo muy recomendable. A ver qué tal sale.
EliminarYo uso cuchilla porque soy muy sensible y todo me duele, hasta la depilación láser. Pero he de reconocer que el tiempo que me la hice no me fue demasiado mal, salvo que tarda en hacer efecto y si tienes estrés o tomas antibiótico tarda aún más en hacer efecto, e incluso la cosa va marcha atrás. En fin, cuando inventen el método definitivo que me avisen. Biquiños!
ResponderEliminarLa depilación láser indolora precisamente no es, ¿eh? Quiero decir que no eres tú, le duele a todo el mundo. A ver si a mí me funciona en condiciones :S
EliminarSi ha llegado un punto en que ya ni me afeito por pereza... como para depilarme iba a estar yo!
ResponderEliminarYo una vez tuve que llevar más de 900 euros encima, porqué me hacían pagar 2 meses de alquiler de depósito, y estaba convencido que todo el mundo con quien me cruzaba en la calle lo sabía y se me iba a tirar encima. Con lo que llegamos a otra gran pregunta universal: ¿por qué narices no se puede pagar el depósito con tarjeta? Ahí hay chanchullo seguro...
Vamos, siendo un chico y pudiéndote librar de depilaciones varias, yo lo veo clarísimo. Haces bien.
EliminarY lo de los pagos en efectivo doy por supuesto que es cosa de que no quieren que el banco se quede con un porcentaje. Y además les permitirá hacer cuentas en negro, digo yo. Y para eso nosotros tenemos que sufrir estos agobios... menos mal que al final no nos han atracado.
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ResponderEliminarLa calle Isaac Peral creo que es la de Salamanca, pero no lo tengo claro. Si reaparece el papelito con la dirección saldremos de dudas.
EliminarPor lo que dices, el RedBull es la solución a todos los problemas. A la depilación, a las preguntas filosóficas de la vida. Lo tendré en cuenta.
Con respecto a las exigencias de la depilación láser, poca cosa; no usar depilación de arranque ni tomar el sol, pero nada muy dramático. Y me va a ahorrar más de una hora a la semana para el resto de mi vida, tener la piel de las piernas hecha polvo e ir siempre cutremente depilada, así que bienvenida sea.
¡Saludos!