Calentamiento global
Viendo el otro día una noticia sobre la candidatura a presidente de EEUU de El Vaquero Desnudo, que básicamente es un tipo que va en gayumbos y gorro y botas de vaquero tocando la guitarra por Times Square, me acordé de ese pintoresco personaje que es Amy.
Amy es una profesora de mi escuela de inglés en Nueva York, que no me dio nunca clase pero sí hizo de guía en una de las actividades organizadas por la empresa. La visita era a un museo un poco extraño y fuimos cuatro gatos, así que me pasé todo el viaje en metro de palique con ella. Me contó que era, además de profesora, actriz en una compañía de teatro, que había estado en España y que una vez se manifestó en contra del calentamiento global. Ella sola. Atención:
Un día cualquiera de enero, Amy se dio cuenta, como todos los demás neoyorkinos, de que las temperaturas estaban siendo extrañamente altas para estar en esa época del año. Ella estaba preocupada, porque estaba claro que algo raro estaba pasando con el clima, y le ponía especialmente nerviosa que la gente a su alrededor estuviera feliz y contenta de poder ir en manga corta por la calle en pleno invierno. ¿Y qué hizo? Pues... ¿qué va a hacer? Manifestarse.
Pero todo el mundo sabe que si eres el único miembro de tu comité de protesta, la gente no te va a hacer mucho caso, con lo que aquí nuestra intrépida profesora decidió que lo más sabio y eficiente sería aparecer con la menor cantidad de ropa posible.
Así que, tal y como os lo estáis imaginando, Amy se plantó en Times Square ataviada con su bikini favorito, gritando a pleno pulmón que el calentamiento global iba a acabar con el planeta.
Después de que un montón de gente le preguntara que para quién trabajaba, que por qué hacía aquello, que si era un experimento, etc., un periodista se puso a hablar con ella para investigar las razones de su protesta. Cuando Amy le explicó su punto de vista, el periodista le dijo que era una gran idea, y le pidió que volviera al día siguiente al mismo sitio con la misma ropa, que el llevaría a su equipo y le haría un reportaje.
Amy, encantada con el éxito de su mono-manifestación, dijo que sí en seguida, y al día siguiente se puso de nuevo su bikini y se fue corriendo a Times Square.
Pero pasa una cosa con el clima, y es que es un maldito desgraciado que disfruta haciendo sufrir a los ciudadanos del mundo, por lo que la temperatura entre esos dos días descendió una barbaridad, y Amy se encontró en la plaza principal de Nueva York poco más vestida que El Vaquero Desnudo, y con un frío espantoso.
Dice que se cogió tal gripe, que no piensa volver a manifestarse por nada en toda su vida.
Y sí, yo también creo que la chica está como un auténtico cencerro, pero oye, me dio un viaje estupendo.
Es una pena que no tenga fotos de la situación, la verdad. Otra vez será.
Amy es una profesora de mi escuela de inglés en Nueva York, que no me dio nunca clase pero sí hizo de guía en una de las actividades organizadas por la empresa. La visita era a un museo un poco extraño y fuimos cuatro gatos, así que me pasé todo el viaje en metro de palique con ella. Me contó que era, además de profesora, actriz en una compañía de teatro, que había estado en España y que una vez se manifestó en contra del calentamiento global. Ella sola. Atención:
Un día cualquiera de enero, Amy se dio cuenta, como todos los demás neoyorkinos, de que las temperaturas estaban siendo extrañamente altas para estar en esa época del año. Ella estaba preocupada, porque estaba claro que algo raro estaba pasando con el clima, y le ponía especialmente nerviosa que la gente a su alrededor estuviera feliz y contenta de poder ir en manga corta por la calle en pleno invierno. ¿Y qué hizo? Pues... ¿qué va a hacer? Manifestarse.
Pero todo el mundo sabe que si eres el único miembro de tu comité de protesta, la gente no te va a hacer mucho caso, con lo que aquí nuestra intrépida profesora decidió que lo más sabio y eficiente sería aparecer con la menor cantidad de ropa posible.
Así que, tal y como os lo estáis imaginando, Amy se plantó en Times Square ataviada con su bikini favorito, gritando a pleno pulmón que el calentamiento global iba a acabar con el planeta.
Después de que un montón de gente le preguntara que para quién trabajaba, que por qué hacía aquello, que si era un experimento, etc., un periodista se puso a hablar con ella para investigar las razones de su protesta. Cuando Amy le explicó su punto de vista, el periodista le dijo que era una gran idea, y le pidió que volviera al día siguiente al mismo sitio con la misma ropa, que el llevaría a su equipo y le haría un reportaje.
Amy, encantada con el éxito de su mono-manifestación, dijo que sí en seguida, y al día siguiente se puso de nuevo su bikini y se fue corriendo a Times Square.
Pero pasa una cosa con el clima, y es que es un maldito desgraciado que disfruta haciendo sufrir a los ciudadanos del mundo, por lo que la temperatura entre esos dos días descendió una barbaridad, y Amy se encontró en la plaza principal de Nueva York poco más vestida que El Vaquero Desnudo, y con un frío espantoso.
Dice que se cogió tal gripe, que no piensa volver a manifestarse por nada en toda su vida.
Y sí, yo también creo que la chica está como un auténtico cencerro, pero oye, me dio un viaje estupendo.
Es una pena que no tenga fotos de la situación, la verdad. Otra vez será.
jajajajaja habría que verla.. pobre!!!
ResponderEliminar(me alegra que estés mejor!!)
Besos.
jajajajaja... no puede ser verdad!! jajaja. me imagino ahí, toda helada en bokini y protestando porque supuestamente, dos días atrás no hacía frío.
ResponderEliminares buenísimo.
y por cierto, si en españa se presenta alguna vez un vaquero desnudo a las elecciones, que en version tipical espanish sería algo así como un torero desnudo, voy y le voto. mira que no voto nunca, pero le voto. vaya que sí.
me alegro que estés animada porque el post te ha quedado genial.
un beso.
He recordado El día después de mañana, de forma indefectible, y esa legendaria escena en que los científicos le intentan explicar al vicepresidente de USA los riesgos del calentamiento global. Entonces el hombre dice: "¿Glaciación? ¿Cómo habrá glaciación? ¡¿Esto no era calentamiento?!".
ResponderEliminarConciencia humana. Sí señor, hay que admirar a esa chica.
P.S. ¿Segura que el periodista no tenía a la mano el pronóstico del tiempo y le hizo ir para jugarle una mala pasada? XD
P.P.S. El blogger se cambió solo de idioma y me comenzó a tirar los numeritos en (según el cuadro combinado que había en mi escritorio) filipino. Manda cojones.
¿Y qué sería de Times Square si no fuera porque siempre hay alguien que está como un cencerro, je, je, je...?
ResponderEliminarComo su no nombrada agente de prensa y por si Amy vuelve a España y da una rueda de prensa por sus reivindicaciones, por favor, acredítame sin dudarlo...
Jeje... Lo importante es que, en cierto modo, demostró que como personas tenemos el poder suficiente como para, al menos, hacer que nos oigan... aunque para eso haya que enseñar carne. El mundo ha cambiado, pero no tanto.
ResponderEliminarMe encanta eso de recopilar historias de gente distinta. Hay tanto por contar...
Un abrazo!
PD. No sé si te he deseado feliz navidad. A mí tampoco me pilla con ánimos, pero bueno, la vida es así... En fin, que te dejo un enlace de algo que me gustaría que escuchases. http://editorialam.blogspot.com/2011/12/la-cuentoteca.html
PD2. No es autobombo, eh? Aunque lo parezca mucho. Sólo ganas de compartir.
jaja! Me fascina la gente pirada! Será pura empatía, supongo... :P
ResponderEliminarCMQ ya ves, vaya gripe, a quién se le ocurre...
ResponderEliminarNaar, ¡si aparece un torero desnudo, yo también le voto!
Nicolás, ¿filipino? A lo mejor es el universo diciéndote que expandas tus horizontes, oye...
Juan, ya te digo, había cada elemento... si viene Amy, tendrás acreditación privilegiada.
AM, si digo que está pirada, pero me parece más que digna de admiración la chica, ¿eh? Feliz navidad a ti también, y me gusta la idea de los cuentos. A ver si sacáis más, que ando detrás de leerme los cuentos clásicos para entender mejor "Once upon a Time", una serie a la que me acabo de enganchar, pero me da pereza leerlos...
dEsoRdeN, pues claro que es empatía, a mí también me pasa :)
La verdad es que si esta como un cencerro, pero a veces esas personas también hacen grandes cosas.
ResponderEliminarKobal, es verdad. Además la chica era una juerga, vaya viaje me pasé :D
ResponderEliminar