Leopoldus I
Marzo, un día cualquiera después del trabajo:
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Yo - ¿Sí?
- Hola, ¿Key Hunters?
Yo - Sí, soy yo.
- ¿Qué tal? Me llamo Sand, he visto que tu currículum está en
Monster, ¿tienes un momento para hablar?
INCISO
Estas llamadas han sido mi conversación más habitual desde que
en enero me obligaron a coger vacaciones en mi empresa por falta de
carga de trabajo. Aproveché el descanso forzado para darme cuenta de
que definitivamente estaba hasta el moño de trabajar ahí y me puse
a buscar algo en Reino Unido e Irlanda, por ver qué hay por ahí
fuera.
En estos países las empresas no te llaman para ver si quieres
hacer una entrevista con ellos, sino que hay una gente dedicada a
hacer de intermediaria entre dichas empresas y los posibles
candidatos. Tú subes tu currículum a una plataforma de búsqueda de
empleo, y al día siguiente, si cuadras con los perfiles que se
buscan, te llaman los reclutadores de turno para ofrecerte
entrevistas con unas empresas u otras. Son unos pesados pero al final
consiguen cosas.
Esto que yo sepa también existe en España, pero no es el método exclusivo. Por ahí fuera parece que sí.
FIN DEL INCISO
Durante una muy larga conversación, le cuento a Sand lo mismo que
a los otros cincuenta reclutadores; que quiero trabajar en frontend
web*, que quiero algo en el extranjero y que sólo necesito tres
semanas para avisar a mi empresa de que me largo.
Sand - Muy bien. Entonces a lo mejor te interesa una oferta que
tengo para una empresa llamada Leopoldus, relacionada con vuelos y
viajes. Es frontend, en Londres.
Yo - Vale. Suena bien.
Sand - Voy a ver si puedo concertar una entrevista y te aviso.
Yo - Estupendo, gracias.
Sand - Gracias a ti. Que tengas un buen día.
Sand - Gracias a ti. Que tengas un buen día.
Clic.
Bueno. Llamadas de éstas he tenido mil y entrevistas reales he
hecho como dos, así que en fin. Ya llamarán si quieren. La verdad
es que no me importaría vivir una temporada en Lon...
BZZZZZZZZ
BZZZZZZZZ
BZZZZZZZZ
Yo - ¿Sí?
- Hola, me llamo Judy, llamo porque he visto tu currículum en
Monster. ¿Tienes un segundo para hablar?
Uf. Hoy no como.
Yo - Claro. Dime.
Judy - Tengo una oferta de una empresa llamada Leopoldus,
relacionada con vuelos. Es frontend. ¿Te interesaría?
¿Eh?
Yo - Creo que hay alguna confusión; acabo de hablar con una
compañera tuya que me ha ofrecido el mismo puesto.
Judy - Ya.
¿Ya? ¿Cómo que ya?
Yo - No entiendo; ¿por qué me ofrecéis las dos el mismo
puesto?
Judy - Es que el suyo es en Londres, y el mío es en Francia.
???
Yo - ¿Francia? Pero si yo no hablo francés.
Judy - Ya, no pasa nada.
Yo - No, no me entiendes. No hablo nada de francés. Ni una
palabra -Judy se parte-.
Judy - Ya, ya, no hay problema. El idioma de la empresa es el
inglés.
Yo - Ah. Bueno. Entonces vale.
Yo - Ah. Bueno. Entonces vale.
Judy - ¿Estarías dispuesta a mudarte a Francia?
Yo - Estoy dispuesta a mudarme prácticamente a cualquier parte de
Europa. No hay problema.
Judy - ¡Genial! Arreglo la entrevista y te aviso.
Yo - Vale. Gracias.
Clic.
Pasan los días y Judy me llama. Me quieren entrevistar los
franceses.
Aquí viene un largo y tediosísimo proceso lleno de emails y
llamadas que a mí no me apetece contar y os prometo que a vosotros
no os apetece leer, así que resumo y enumero, porque es un follón:
1. Me llama por teléfono un tipo de Leopoldus, encantador; hablamos un rato y la entrevista va muy bien.
2. Judy me escribe esa misma tarde para decirme que he pasado la
entrevista y que la siguiente es en persona. Muy bien todo.
3. Mientras tanto, me llaman de Leopoldus Londres para concertar una entrevista por su parte. La organizamos para el viernes de la semana siguiente.
4. Me pongo de acuerdo con los franceses, pido el jueves de asuntos propios en el trabajo, reservo el vuelo,
compro una maleta, lo organizo todo. El miércoles por la noche voy a
ir a dormir en Madrid y me voy a Niza el jueves a las ocho y media de
la mañana.
En teoría. Porque, faltaría más, el miércoles por la tarde
llego a casa, veo a mi madre sentada en el sofá, y...
Mafalda - Hay huelga de controladores aéreos.
...
Yo - ¿Qué? ¡¿JUSTO AHORA?!
Mafalda - Sí. Controladores franceses. La huelga empieza mañana.
Pues muy bien.
Bueno. Mira, me la juego. Yo voy al aeropuerto y confío en que mi
vuelo sea uno de los que no se hayan cancel...
BZZZZZZZZ
Mensaje de la compañía aérea. Me han cancelado el vuelo.
LA MADRE.
QUE LOS TRAJO.
A TODOS.
Busco alternativas, pregunto en la estación de tren por si
hubiera alguna opción, pero todo es inviable. Aviso a Judy y me dice
que la situación es comprensible y que están dispuestos a
entrevistarme por Skype, así que hago la mencionada entrevista al
día siguiente, pero estoy bastante hecha polvo por toda la
coyuntura, la conexión de mi interlocutor no es buena y aquello
acaba siendo la conversación menos fluida de la historia.
El resultado me convence más bien poco, pero mira, ya paso. Con
el dineral que voy a perder con el tema y el agotamiento mental que
me ha provocado, ya me da igual todo.
Además, tengo que hacer al día siguiente la entrevista por teléfono con Londres. Estoy hasta el cogote de todo, pero hago la entrevista y al menos esa conversación sí que va bien. A lo mejor hasta me llaman y todo. Londres mola, a lo mejor tengo suerte.
Ummm ¿quiero realmente vivir en Londres? ¿o lo que quiero es encontrarme gente de Juego de Tronos en el metro y a Cumberbatch rodando un capítulo de Sherlock?
Bueno, da un poco igual; el caso es que pasan más días y Judy me llama cuando estoy en el trabajo.
Yo - Hola Judy. Dime.
Judy - He hablado con tu entrevistador y el feedback es positivo.
Yo - ¿Sí? No lo tenía yo muy claro; qué bien. ¿Y eso qué
quiere decir?
Judy - Que te han dado el trabajo.
!!!
¡OH LA LA!
ME VOY A FRANCIA.
¡¡ME VOY A FRANCIA A MERENDAR
QUESO Y VINO EN SUS JARDINES
GIGANTES!!
Vuelvo emocionadísima a mi puesto de trabajo, le cuento a un par
de personas lo que ha pasado y sigo a lo mío. No me voy a ir del
trabajo hasta que no tenga algo un poco más tangible que la palabra
de una reclutadora.
Miro mi correo; Judy me ha dicho que ya tengo que tener el
contrato en la bandeja de entrada.
Pero el contrato no está.
Ummmm.
Le mando un email diciendo que se ha olvidado de enviarlo.
Pasan los días y empiezo a pensar que ha habido un error y Judy
se ha equivocado de candidata al decirme que me había cogido.
Pasan más días y llega un punto en el que es obvio que hay algún problema, porque
vamos a alcanzar la fecha tope en la que yo tenía que decir si
aceptaba o no el empleo, y a mí no me ha llegado el contrato por
ninguna parte, así que escribo a Judy preguntándole que qué pasa.
* Frontend viene siendo la parte que se ve de las cosas que usáis en el ordenador. La interfaz; los colorines y la disposición de las cosas.
P.d. Tengo una conexión horrorosa y además he hecho clic en lo que no debía. Si estáis suscritos por rss al blog es probable que os haya llegado la segunda entrega de este post. Da un poco igual; lo digo para que sepáis por qué os llegan cosas inconexas.
P.d. Tengo una conexión horrorosa y además he hecho clic en lo que no debía. Si estáis suscritos por rss al blog es probable que os haya llegado la segunda entrega de este post. Da un poco igual; lo digo para que sepáis por qué os llegan cosas inconexas.
Hola Key
ResponderEliminarEl momentáneo final, un tanto amargo, no puede tapar que, al menos para Leopoldus, estás en el mercado y superas entrevistas. Suerte.
Un saludo, Manu3l.
Ya, eso sí. Después de unas cuantas ya haces entrevistas como churros.
EliminarY ahora vas y nos dejas a medias, jodía???? Voy a soñar con Leopoldus, con Londres, con París...
ResponderEliminarPD: yo conocía el West End o el East End, pero eso del Frontend me da a mi que os lo inventáis los que sabéis de ordenadores para daros importancia, eh...? ;D
Jajajaja en informática todo son siglas y palabrejas absurdas, así que es mejor no hacer mucho caso :)
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