Gatitos para desayunar

Acabo de tener una terrible revelación.

Os va a resultar impactante, pero, por lo visto, la gente que me rodea no considera que cada evento que sucede en mi vida, cada opinión que tengo y cada idea que se me pasa por la cabeza sea un hecho extraordinariamente relevante, ni, en general, lo más interesante sobre la faz de La Tierra.

¡¿Os lo podéis creer?!

Lo sé, yo tampoco.

Si soy estupenda.

Si soy una fuente de sabiduría.

Si vale que no sé nada de política, ni de economía, deportes, moda y otras cincuenta y siete materias de interés, ¡pero aparte de eso soy todo lo que un buen conversador podría desear!

¡Y aún así, nada!

Tras conocer a un número considerable de personas nuevas, retomar relaciones antiguas y empezar a llevarme con gente con la que antes no era tan cercana, todo en un periodo relativamente pequeño de tiempo, me he ido dando cuenta de que, hablando en general, a nadie le importa lo más mínimo mi visión de la vida.

Y eso me inquieta un poco.

No me malinterpretéis; también he conocido a personajes estupendos que sí parecían interesados ya no en mí, sino en general en lo que les rodeaba; e incluso muchos de los que digo que pasan de mí y del mundo son tipos súper agradables, y seguro que bellísimas personas muchos de ellos, pero el caso es que no veo a casi nadie con intención de averiguar algo más sobre lo que tiene alrededor.

Y no lo entiendo. Por sentido común, aunque sea. Que yo podría ser una asesina en serie que desayuna gatitos, y aquí el personal seguiría pensando que soy una vecina ejemplar. Yo pregunto cosas a la gente porque quiero expandir las cosas que hay por ahí en mi cerebro y porque me gusta saber más de las personas con las que hablo, pero también por conocer la caterva con la que me estoy juntando. Que, yo qué sé, hay quien cree que Hitler era un tío majo. O que opina que Crepúsculo es una obra de arte. O que tiene una Power Balance.

Tampoco, faltaría más, voy a dejar de interesarme por ese sector, ¿eh? De hecho una de mis mejores amigas cree en la Power Balance, que es, por mucho, el peor de los tres casos que he puesto, y os prometo que somos amigas y le tengo respeto. Además, la gente con estas visiones estrambóticas de la vida a veces da argumentos y te hace pensar. Y me gusta la gente que me hace pensar. Y si no dan argumentos, te puedes reír de ellos, que también es divertido.

La cosa, que me voy por las ramas, es que con la falta de interés generalizada que veo por ahí, me he planteado lo poco que he tardado en darme cuenta de que la gente pasa de lo que yo piense. Y a lo mejor he tardado tan poco porque igual yo soy un pelín ególatra también. Bueno, igual soy muy ególatra. Bueno vale me quiero un montón. Y tal vez mi opinión no sea siempre una perla que escuchar maravillado. Entonces, dejando por un momento a un lado la ley universal que dice que yo lo hago todo bien y que la culpa de las cosas nunca es mía, sólo por esta vez, ya no sé si yo soy una cotorra que sólo habla de sí misma y le estoy pidiendo peras a olmo o si la gente es una sosa y no está interesada en nada que no sea su propio criterio.

Entonces, como esto me inquieta enormemente y como aparentemente esto lo lee gente, he pensado en soltarlo aquí a ver si alguien me ilumina el camino. Porque lo de que hay conocidos a los que les tengo que caer mal lo entiendo -de hecho no me fío de esas personas que le caen bien a todo el mundo-; pero que personas que me tienen cierto aprecio y que claramente están cómodas en mi compañía no tengan ningún interés por saber lo que tengo en la cabeza, se me escapa. ¿Me pasa sólo a mí? ¿Somos todos un hatajo de egocéntricos? ¿Es esto una época de desidia generalizada, estoy teniendo mala suerte o la gente es siempre así? Y no hablo sólo de lo que os encontréis, sino de vosotros mismos. Que yo hay veces que me doy cuenta de que hay gente de la que no sé nada de nada porque en cuanto me preguntan algo me emociono y les cuento mi vida en verso sin dejarles rebullir.

A lo mejor se me están oxidando las habilidades sociales. A saber.


p.d. Cuento esto porque me ha pasado lo mismo con un montón de personas, pero por supuesto que hay muchas excepciones. Mención especial, aunque no son los únicos, para la gente maja/interesante/atenta que conocí/reencontré este año en San Sebastián. Besitos para los que se pasen por aquí.

Comentarios

  1. Pues... será que yo también soy una ególatra de cuidado, pero me pasa algo parecido. Yo creo que hay gente que usa el lenguaje a modo de comunicación básica, como la emplearían los monos: "tengo hambre, tengo sed, ayer vi esto, mañana haré esto otro". Y no profundizan. No me gusta ese plan, yo soy muy de divagar y conversar y profundizar y conocer a la otra persona y dejarme conocer cuando me preguntan... no sé... me parece la magia de ser humano, me parece lo maravilloso de las relaciones, no? no??
    En fin, que no puedo darte respuestas, pero opino de forma parecida a lo que planteas.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por lo menos no me pasa a mí sola. Es que parece que no se puede hablar de nada, a la gente no le interesa casi ningún tema, y cuando les interesa, tampoco parecen querer conocer la opinión de nadie que no sean ellos. Eso que dices es lo que debería ser relacionarse, sí, pero explicaselo tú al mundo porque parece que mucho no se estila :(

      Eliminar
  2. Yo creo que siempre he sido mejor 'escuchador' que 'contador', pero me toca bastante las narices la gente que te vomita todos los detalles de su vida y no te pregunta ni una sola vez por la tuya. A mi me gusta curiosear, y no deja de ser una manera de encontrar cosas en común y temas de conversación, pero necesito que me pregunten para soltar mis cosas. Porqué no me sale decirlo de por sí, pero también porqué paso de contarle nadie a quien no me demuestre un mínimo interés. Pero bueno, ególatras de cojones (u ovarios) lo somos todos, me parece

    A mi Hitler no, pero Charles Manson me cae simpático... :) (incluso hice un trabajo sobre él en la facultad, y saqué notaza! XD)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me pasa algo parecido; puedo contarle mi vida a quien sea, pero en cuanto detecto que no está interesado en mí ya no me sale darle ni medio detalle.
      Y eres la segunda persona que me habla de Manson en dos días. Estas cosas me preocupan un poco.

      Eliminar
    2. http://static.comicvine.com/uploads/original/10/103277/2532609-259967-charles-manson.jpg

      :P

      Eliminar
  3. Pues qué quieres que te diga... Yo, por ejemplo, creo que nos estamos volviendo una sociedad muy superficial, donde la confianza no se valora como se debería, y el concepto de "amigo/a" se mezcla un poco con el de "conocido/a". Aún así me gusta saber de la gente con la que entablo algún tipo de relación antes de formarme una opinión, aunque sean unas malditas cotorras ególatras que sólo hablan de sí mismas y no admiran la magnificencia de mi persona :D. Quién sabe, lo mismo luego esa opinión cambia para mejor :P

    Y dicho esto, no sé cómo has aguantado tanto sin quedar para otro café, que me tienes abandonado (el hecho de que yo tampoco haya quedado es irrelevante, obviamente el fallo no es mío) :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Madre mía, si hiciéramos una competición de ego tú y yo, lo acabaríamos declarando empate por aburrimiento. Dios los cría.
      Estoy con la garganta cascada, pero la semana que viene te aviso. O avisa tú, maldito vago.

      Eliminar
  4. Pues no sé qué decirte... a ver, a mí me pasa que lo que pienso le importa a pocas personas y pienso que debería importarle a todo el mundo y seguirme como a una diosa, así que debe ser un problema de ego, por una parte. Pero por otra parte, también lo veo como algo muy sencillo, no sé si es tu caso. A mí me encanta hablar de mí, así que me gusta que me escuchen y se interesen por mí. Pero también me gusta que me cuenten los demás (los que me importan) y no lo hacen muchos de ellos. Lo veo como un problema de superficialidad, porque sólo me hablan de idioteces, no de qué piensan sobre algo o cómo se sienten acerca de algo.
    No sé, supongo que a veces no se da con la gente con la que se conecta, se le tiene aprecio por alguna cualidad suya, o porque son millonarios o algo, pero no se conecta.
    Yo qué sé... no se me da bien eso de iluminar que decías...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. xD deberíamos fundar una religión o algo. Lo del ego lo veo claro; como me quiero mucho, en cuanto la gente no me presta atención infinita me siento ignorada. Creo que estamos más o menos en las mismas.

      Eliminar
  5. El problema básicamente es, que a todos nos gusta hablar... pero escuchar ya menos. Yo disfruto mucho con las conversaciones en general, que no tienen que ser necesariamente muy profundas, depende de la situación, y cuando noto que "conecto" con una persona porque me cuenta sus cosas, me interesan, y porque le interesan las mías me produce mucha satisfacción. Pero es taaaan difícil encontrarte con esta gente... y no porque no la haya, sino porque no nos detenemos a darle la oportunidad de que se cree ese vínculo.

    Tengo la experiencia de haber vivido de espaldas a gente que veía todos los días, no saber apenas nada de ellos, y que un buen día se da la circunstancia de que les hablas o te hablan (casi por obligación en ese momento) y ambos nos damos cuenta de lo estúpidos que hemos sido. Que mira, que resulta que a final podemos llevarnos bien, confiar, echarnos una mano, ser amigos, y todo eso.

    Por supuesto, también hay gente que no me interesa de ninguna manera por mucho esfuerzo que haga y a quienes yo no intereso ni interesaré. Qué se le va a hacer...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, también me ha pasado, eso de estar en clase con alguien tres años y haceros amigos al cuarto. A lo mejor mucha de la gente que a mí me parece que pasa de todo es que simplemente no está en una buena época o que no sabe cómo empezar. Creo que hay mucho patán también, pero a lo mejor si que hay alguno de esos.

      Eliminar
  6. Bueno, en mi caso, hay gente con la que conectas de inmediato y la conversación fluye con interés por ambas partes.
    Otras veces aunque conectes, estas en tus propias movidas interiores y ya sea por inseguridad, por no tener madurada una cosa y si, porque no, por pura pereza no te apetece compartir un criterio o discutirlo y punto...
    Y claro, muchas veces ni conectas. ¿Porque? No se, yo creo que esta sociedad cada vez nos vuelve mas individualistas, más cómodos, te dan maneras de interactuar superficiales, poco profundas: mandas un whatsapp, un tweet, y eso es mas cómodo que coger un teléfono y tener una conversación o hacer el esfuerzo de tomar un cafe y compartir tus cosas. Nos acomodamos en relaciones de smartphones en las que nunca se dice nada.
    Yo creo que a veces la realidad que nos rodea nos aturde y las herramientas fáciles nos hacen "fingir" relaciones que en el fondo no existen...
    YYA! Me estoy poniendo tan trascendente que me voy a dar un voltio a ver si me despejo
    besotes!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya maja, es que conectar con alguien tiene tela. A mí sobre todo lo que me pasa con los móviles es que hay veces que me he puesto a hablar de algo por whatsapp, por ejemplo, y la conversación se ha acabado volviendo profunda y filosófica, y entonces me planteo cómo puñetas puedo estar hablando de algo así por whatsapp en vez de quedar y tomar un café como una persona normal. La verdad es que los móviles han hecho bastante daño.

      Eliminar
  7. Tú que quieres, rodearte de cotillas? Por cierto, nosotros aquí sí que nos interesamos por ti, así que no digas nadie. Biquiños!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja casi nadie. Y vosotros no contáis porque sois gente de bien, estáis todos excluidos.
      Pero cotillear e interesarse no es lo mismo... a mí que investiguen mi vida privada me pone de los nervios, pero jo, un mínimo de interés, no sé...

      Eliminar
  8. Yo creo que es que cada cual va a su bola. Nos gusta oírnos hablar pero lo de escuchar ya tiene más enjundia... De todas formas, como dice Mandarica, a nosotros sí nos interesan tus reflexiones. Pero no desayunes gatitos, por Dios... Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Será eso, escuchar da pereza o algo. A mí a veces me pasa, ¿eh? Vosotros ya te digo que moláis todos y punto, así que por supuesto que no contáis. Hasta entráis aquí voluntariamente, así que de qué me voy a quejar.

      p.d. Los gatos me dan alergia. Puedes estar tranquila.

      Eliminar
  9. A ver, es curioso. En principio yo soy un ególatra redomado. Tengo un concepto bajísimo de mí, y esto es lo que me hace ser ególatra en realidad. Pero sí, me gusta pero que muy mucho poder escuchar una voz interesante que vaya más all´+ all allá de "Me pareció muy bonito". Pero de esas voces, poco y nada. De hecho, cada vez menos. Lo que hace que cada vez quiera estar con las personas que más me interesan y me cierre a círculos nuevos. Y el problema está en que ya mucha gente me parece insulsa desde la segunda oración que intercambiamos. Esto es más grave, porque temo estar prejuzgando; aunque bueno, sigo pensando que mi apreciación es válida (y por el momento he estado en lo correcto).

    Esto por un lado. Pero por el otro, yo mismo siento que no soy oído. Sabes que soy pesimista y que tengo muchos trastornos. Quizás es que a la gente no le gusten esas cosas. Pero vamos, que pienso que las personas podrían tomarse el trabajito de detenerse a entender lo que quiero decir en lugar de volver siempre a los lugares comunes e ignorar campantemente mis planteos y cuestiones.

    Hace unas semanas, en octubre, escribí esto en mi bitácora (sí, vale, tengo un diario, ¿problema?):
    ¿Qué es la soledad? Me siento solo porque no me siento oído ni atendido. No es que no me sienta querido. Siento que nadie se acerca a intentar entender la forma en que veo la realidad. “Todos pasan por mi rancho, pero nadie se detiene. Siempre algún temor les viene, que con nada los engancho”. Puede ser, pero ahora mismo no me siento tan identificado con la letra de esa canción como hace unos meses.
    ¿Escribir estas cosas me da la esperanza de que alguien pueda entenderme, siquiera un poco?
    Me estoy poniendo en el lugar de la víctima. Soy el alma eternamente desconsolada. Pero las cosas como son.


    Que ya tiene que estar grave el panorama: estoy confiando que en algún momento de mi vida sean leídos mis diarios y alguien intente comprenderme. Tócate las narices.

    Igual creo que a mí sí me interesa lo que tú dices. De lo contrario no me pasaría por aquí. Y aunque no siempre esté de acuerdo contigo, oye. Te dej ré tranquila: eres sensacional. Ea, un chute para tu ego :P

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya, supongo que hay que tener cuidado con los prejuicios... te aburren cuatro y ya piensas que todos los demás van a ser igual, pero a veces no es así (menos mal).

      A mí lo de los diarios no me funciona; yo lo pongo aquí y así despotricamos todos :D Pero oye, los tuyos puedes publicarlos, a lo mejor te forras. En cualquier caso, me da que estamos todos un poco en las mismas: rodeados de gente que no da dos duros ni por nosotros ni por nada en general. Habrá que seguir buscando para encontrar a la gente que mola, que en algún lado estarán.

      ¡Ooooohhh! ¡Soy sensacionaaaaaaal! Qué ilusión :D

      Eliminar
  10. Pues mira, yo lo tengo claro... 1) Me encanta conocer tus opiniones / vivencias / historietas. 2) A quien no le encante, él / ella se lo pierde.

    Dicho eso, entiendo perfectamente lo que explicas, a mí desde luego me ha pasado con bastante gente, alguna incluso muy, muy, muy cercana. Y no deja de ser un shock descubrirlo. Pero tú ni caso. Molas y punto. Y si nadie te hace caso, mándame un mail y me lo cuentas, que yo estaré encantadísimo de escucharte y responderte. Hala, ya está.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Graaacias maaaajooo! No te creas que me siento desplazada o que me deprimen estas cosas (no mucho, al menos), pero sí que me resulta inquietante. La gente hace cosas raras.

      ¡Beeesooos!

      Eliminar
  11. Creo que la gente cada vez se ha vuelto más egoista, tus problemas son importantísimos, los de los demás una tontería. A eso le añades el recorte impresionante en vida social que nos hemos impuesto con tanto aparatito y tienes lo que tú nos cuentas.
    Que sepas que estas en el grupillo de personas que más echo de menos de Salamanca para tener una buena charla y un buen cine. Al menos tengo el Blog para seguirte y no perdernos la pista.
    Espero que esto haya sido un bajoncillo momentáneo y tengas claro que tienes una gran conversación y contigo no hay forma de aburrirse.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Ooooohh graciaaaaas! Yo también te echo de menos :(

      Y mi ego sigue intacto, tú tranquila :D

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Peter Pan: análisis I

Peter Pan: análisis III

The Equalizer (El protector): tiros, prostitutas y clichés