El olor - ACTUALIZADO
Estoy en un restaurante en Covent Garden , en el que hemos conseguido una mesa para seis a pesar de ser viernes por la noche y no tener una reserva. Esto no sé cómo va en otras ciudades, pero en Londres, por lo que me cuentan mis muy sociales compañeros de trabajo, es un milagro equivalente a que se te aparezca la Virgen en persona y te pregunte qué quieres tomar. Yo - ¿Oye, y Salma dónde está? -Salma es la novia de Bandiera, un chico de Palermo sentado ahora mismo en mi diagonal. A él me dirijo- . Bandiera - Está en casa. Se ha enfadado porque la he dejado sola con el olor . Resulta que Bandiera tiene en casa algo que huele raro. Literalmente, quiero decir. Ese viernes por la mañana se levantó de la cama, fue a desayunar a la cocina y una pestilencia atroz le saludó desde algún lugar indeterminado de la habitación. Yo - ¿Te has ido de cena y has dejado ahí a Salma para que se apañe? -le lanzo una mirada de reproche. Me imagino a Salma limpia...