Menos llevar lazos rojos y más comprar preservativos
¡Llego con la historia turbia y traumática del año! ¡Y no es un cuento de los Grimm, es peor! Este asunto le ha sucedido a una amiga mía de la que mejor no voy a mencionar el nombre, que me ha pedido que haga esto público para que lo sepa la mayor cantidad de gente posible. No sé cuántos lectores pensará mi amiga que tiene este blog, pero en fin, menos es nada. No soy yo de hacer pasar un mal rato al personal si no es estrictamente necesario, así que empecemos diciendo que la historia acaba bien y mi amiga está sana como una manzana. Dicho esto: La chica mencionada -llamémosla X- fue hace un mes y algo a donar sangre. Al poco tiempo le llegó una carta a casa, diciendo que habían observado una alteración en los resultados de los análisis que podía haberse producido por un error en la técnica utilizada, así que era necesario repetir la prueba. La carta también decía que por motivos de confidencialidad no podían darle ninguna información sobre los resultados por teléfono...