Tron Legacy: otro destrozo del cine en 3D
Hoy he ido al cine esperando ver un 3D que me dejara con la boca abierta, a Olivia Wilde luciendo lo buena que está en uno de esos papeles a lo chica Bond que tanto se estilan ahora, y... y nada más, la verdad. Cuando vi que iban a estrenar Tron Legacy (Joseph Kosinski, 2010), recordé vagamente un juego llamado Tron, muy surrealista, en el que se recorría la pantalla con un haz luminoso, a lo Serpiente de Nokia, pero compitiendo contra el bloc de notas, la calculadora, y demás programas de Windows. Evidentemente, busqué la película original, Tron (Steven Lisberger, 1982), y me encontré con una idea tremendamente original y friki hasta el infinito y más allá: entes casi humanos que conviven dentro de los ordenadores conformando un universo digital; los programas tienen alma y una vida, y han sido esclavizados por un programa superior al que en algún momento se le concedió demasiado poder. Visto esto, me faltó tiempo para casi obligar a mis compañeros de clase (son informáticos, ...