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Mostrando entradas de agosto, 2009

Razones

Puedes buscarle muchas explicaciones al fracaso social. A veces las personas son incompatibles entre sí. A veces las circunstancias no ayudan. En la inmensa mayoría de los casos, sin embargo, la razón es que hay millones de personas que son idiotas. A veces me cuesta entender por qué determinadas personas tienen amigos que les aguanten. Misterios de la naturaleza humana, supongo.

Eliminar basura del gestor de arranque

Si tienes varios sistemas operativos instalados en tu ordenador, es probable que te encuentres con que tienes cuatrocientas líneas ocupando tu gestor de arranque, que no hacen daño, pero agobian. Yo tenía instalado windows xp y añadí ubuntu, con lo que al encender el ordenador aparecían un montón de opciones de las cuales el 80% no servían para nada. Ubuntu estaba arriba y por defecto, así que no me daba problemas, pero cada vez que quería entrar en windows (los juegos flash en ubuntu no van demasiado bien), tenía que saltar siete u ocho opciones hasta llegar a donde yo quería. Por eso le pedí a mi amigo B, que sabe mucho de estas historias, que me explicara cómo quitarlo. Cuando reinstalé ubuntu y tuve que volver a preguntarle lo mismo, decidí que igual debería anotarlo para dejar de darle la brasa al pobre chico. Así que, Instrucciones para dejar en tu menú de arranque sólo lo que te interesa (hecho desde ubuntu): 1. Abre una terminal 2. Pon uname -a 3. Al ejecutar uname -a, te ap...

Miss Potter como somnífero

Renée Zellweger se despertó una mañana pensando en que su filmografía era demasiado entretenida y dijo "voy a hacer algo increíblemente aburrido, de esas películas que hacen historia". Y entonces aceptó el papel de Miss Potter. No es que Zellweger sea santo de mi devoción, pero sus películas no están mal para pasar el rato, e incluso tiene alguna que vale la pena ver; además, el coprotagonista de Miss Potter es Ewan McGregor, que siempre es un punto a favor. El largometraje (por llamarlo de alguna forma, porque dura hora y media), que narra la vida de una escritora e ilustradora de cuentos cuyo deseo en la vida es ver publicada su obra, es lo más lento y aburrido que he visto en mucho tiempo, alcanzando su punto máximo de ñoñería cuando el espectador se ve obligado a escuchar lecturas de un montón de cartas de amor, cada una más cursi que la anterior. Después de eso, pasamos de la cursilería a la depresión en unos 20 segundos, y de ahí al final, más aburrimiento. Aun así que...