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Mostrando entradas de 2014

Gente amable

Últimamente he estado analizando cosas. Y cuando digo cosas quiero decir gente que no me cae bien. Gracias a esto tengo los exclusivos resultados de un estudio pseudocientífico y absolutamente irrelevante que he realizado acerca de la amabilidad humana. INCISO Cuando me veo obligada a lidiar con gentuza de manera relativamente constante e ineludible, suelo estudiar su comportamiento. Ya que los tengo que aguantar, por lo menos que me aporten algo. De ahí salen estos estudios. FIN DEL INCISO Un día me paré a pensar en cómo era posible que cierta gente que era extremadamente amable y correcta conmigo me resultara tan sumamente insoportable, mientras que otra era igualmente amable y correcta y me parecía encantadora. Me refiero a que hay personas que son amables contigo y quieres hornearles unas galletas y darles un abrazo, mientras que otros son igulamente agradables y lo que quieres darles es un puñetazo en la cara. El primer tipo supongo que lo identifi

Haemoo: igual el cine surcoreano no va a estar tan mal

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No he hablado de mi peli favorita del 62SSIFF. Vengo a solucionarlo. Haemoo/Sea Fog/Haemu (Haemoo, Sung-bo Shim, 2014) cuenta cómo el capitán de un barco pesquero (Yun-seok Kim) acepta, a la desesperada e involucrando en el marrón a toda su tripulación, recoger un cargamento de inmigrantes chinos que quieren entrar en Corea -del Sur. Obviamente. No sé quién iba a querer entrar en Corea del Norte-. No cuento más para no destripar nada, pero bueno, digamos que la recogida se complica un poco. A partir de aquí si queréis saber más, es mejor que la veáis. En cuanto a la crítica, esta peli me ha parecido tan flipantemente buena que no sé ni por dónde empezar. Entré a verla con las espectativas por los suelos, esperando ver cine aburrido para gente pedante (el cine coreano suena demasiado hipster para mí) y resultó que no había pasado ni media hora y yo ya estaba de los nervios, enganchada a la historia a más no poder. Haemoo es dramática, dura, sus personajes sufren la evolu

Por qué deseo que el creador del peaje electrónico portugués arda en el infierno - ACTUALIZADO

Amigo conductor: ¿Has sido víctima de la ineptitud del sistema portugués de peajes electrónicos? ¿Te encuentras atrapado en la frontera España-Portugal sin saber cómo evitar que te multen por no pagar un peaje que no sabes ni cómo localizar? ¡No pasa nada! ¡Yo te explico lo que tienes que hacer mientras me acuerdo de todos los muertos del que gestiona el sistema! INCISO He estado unos días en Lisboa. He armado un lío espantoso para pagar los peajes, y aún así creo que me van a multar. Ya se me ha pasado el cabreo infinito que tenía en el momento, pero sigo estando un poco de los nervios. FIN DEL INCISO Lo primero que hay que saber es que, para no tener problemas con el Maldito Peaje Electrónico de Mierda (en adelante MPEM), hay que pagar por adelantado. Cuando abandonas España hacia Portugal utilizando una autovía, debes buscar una señal en la que pone EXTRANJEROS y entrar por donde indique la misma. ¿Cómo sabe uno que tiene que seguir esta indicación?

Lencería

Por la calle, con Buckner. Pasamos por delante de una mercería de ésas de barrio profundo y miro el letrero de la entrada: ----------------------------------------------------------------------------------------------- LENCERÍA    nombreCutre    NIÑOS ----------------------------------------------------------------------------------------------- Mira tú, que igual contratar a un agente de marketing tampoco sale tan caro, ¿eh? Yo - ¿Venden lencería y niños ? Buckner - Bueno, ellos te venden lencería. Si eso no funciona entonces ya te venden los niños. Pues no lo había pensado, pero igual es un negocio con futuro. En cualquier caso, ahora ya conocéis el verdadero significado de los rótulos de las tiendas de barrio. Y además ahora me dan mal rollo las mercerías.

Persecuciones

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¿Sabéis quién es un tío llamado Unax Ugalde? Yo ahora sí. Pero hace un par de meses no. Os cuento: Jueves, 25 de septiembre, Festival de cine de San Sebastián. Estoy sentada en la sala del Industry Club del Kursaal, escribiendo cosas horribles sobre las pelis que he visto. Me acuerdo de un mensaje que leí la noche anterior y cojo el móvil. Releo a Jags anunciando en un grupo de Telegram su amor incondicional por un tipo llamado Unax Ugalde, que no puede ser más guapo y que por lo visto está en San Sebastián. Referencias varias a cómo el hecho de compartir instalaciones y oxígeno con él me convierten en la mujer más afortunada del mundo. Yo intentaría secuestrarle y llevarselo de regalo, ya que estamos ahí los dos, pero es que no sé quién es. Jags me envía esto: Resulta que el hombre ha presentado Lasa y Zabala (ID, Pablo Malo, 2014) , peli que no he podido ver porque la rueda de prensa anterior a la sesión se alargó demasiado. Me cambio de sitio en mi mesa para pode

24601

En el salón, yo con mi portátil y mi madre viendo Saber y ganar. Ni caso le estoy haciendo al programa. Mafalda - Yo en el internado de pequeña tuve primero el número 23 y después el 36. ¿Eh? Yo - ¿Qué? ¿Qué han preguntado? Señala la pantalla. Leo: ¿Cuál era el número de preso de Jean Valjean? Sutil. Una maravilla, los internados de monjas, por lo visto. Es evidente que mi madre está encantada. P.D. Por si no lo sabéis y os mata la intriga, os informo de que Jean Valjean es el prota de Los miserables, de Víctor Hugo. El tipo al que interpretó Hugh Jackman en el musical ése de hace un par de años. Y ya puestos, su número de preso era el 24601.

Step Up All In: No

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Crítica rápida para evitar que veáis Step Up All In (Id, Trish Sie, 2014) . Sean (Ryan Guzman. Extraordinariamente guapo y sin embargo con el sex-appeal de un zapato viejo) es un bailarín que intenta ganarse la vida como tal en Los Angeles, y que ve posibilidades de triunfar gracias a un mediático concurso llamado The Vortex . Para poder participar, avisa a su amigo Moose (Adam Sevani), el cual avisa a su vez a su amiga Andie (Briana Evigan. No os preocupéis, está mucho más buena que esa chica mal photoshopeada del póster; a la de verdad no dan ganas de tirarle un bocata), y entre los tres montan un grupo de baile a todo trapo para entrar a formar parte de lo que, como ya estaréis imaginando todos, será la competición menos emocionante y más previsible de la historia de la televisión. Tengo sueño y no me apetece perder el tiempo: la música es mala, las interpretaciones son peores, las pocas coreografías que no son una mierda están estropeadas por lo lamentablemente ma

Vamos a ir todos al infierno

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Por no pensar en Dios lo suficiente, como tiene la bondad de recordarnos este panfleto que me dieron el otro día en el parque: Incluso ignorando el hecho de que el folleto está escrito en Comic Sans, y recordando siempre que yo no sé nada de religión y mucho menos de marketing, ¿estamos seguros de que con reproches se consiguen más adeptos? Que igual me lo estoy tomando yo a la tremenda, pero eso de "demasiado tarde para pensar en Dios", ahí en rojo, me suena más bien a "vas a arder entre los fuegos del infierno por los siglos de los siglos mientras un tipo vestido de rojo te pincha con un tridente". Pero igual es cosa mía, no sé. En fin, es mi destino ver cómo cae en mis manos propaganda absurdamente dramática , supongo. Tendré que aprender a vivir con ello. p.d. El reverso del papelito contiene una bronca descomunal describiendo por qué estás cometiendo un error terrible al no pasarte el día pensando en un señor de barba blanca con

Magical Girl: chicas zumbadas y padres desesperados

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La película ganadora del 62SSIFF ha sido descaradamente Magical Girl (ID, Carlos Vermut, 2014) , más que nada porque ha ganado a mejor peli y a mejor director. Yo no creo que fuera lo más destacable del festival, pero hay que reconocer que es una peli muy digna. Veamos.   Luis (Luis Bermejo) es el padre de una niña llamada Alicia (Lucía Pollán), que tiene un pie en la tumba por culpa de la leucemia. Lo único que le importa a Luis es ver cumplido el sueño de su hija de tener el vestido de su personaje de anime favorito, Magical Girl, y esto le llevará a desarrollar una oscura relación con Bárbara (Bárbara Lennie), una joven a la que conoce por casualidad, que está a partes iguales buenísima y como un auténtico cencerro. El director utiliza sobre todo a los personajes y sus respectivas maneras de enfrentarse a situaciones desesperadas para enganchar al espectador, y la verdad es que lo consigue muy bien. La película empieza siendo relativamente ligera y

La próxima vez pago un hotel

Post escrito el penúltimo día de mi estancia en el festival de San Sebastián, y no publicado en el momento por razones que explico en breve: Igual, como no he escrito nada acerca de mi alojamiento en los diez días que he estado aquí, pensáis que todo ha sido normal. Efectivamente no. La razón por la cual no habéis leído nada al respecto es exclusivamente que quería esperar para publicarlo hasta estar bien lejos de San Sebastián, sin posibilidad de quedarme durmiendo debajo del puente. Ahora que puedo hablar libremente, lista de razones por las cuales no voy a volver a la pensión en la que me he alojado ni aunque la alternativa sea dormir en una caja de cartón: 1. Las paredes son de papel Al margen del ruido derivado de la juerga nocturna que hay justo en frente del edificio, gracias a un bar cuyo feliz relaciones públicas me ofrece copas gratis cada vez que paso por delante, he tenido el honor de escuchar cómo mis vecinos franceses se lo montaban durante una

Un viaje de diez metros: especias para alegrar el festival

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Cuando, después de llevar días viendo dramas deprimentes, me enteré de que Lasse Hallström presentaba película en la sección Culinary Zinema del festival, fui corriendo a ver si recuperaba un poco las ganas de vivir. Y Un viaje de diez metros (The Hundred-Foot Journey, Lasse Hallström, 2014) no es la peli del siglo, pero cumplió con lo que yo estaba buscando. Os cuento: Hassam (adorable y un pelín cargante Manish Dayal) y su familia se mudan a un pueblito del sur de Francia con intención de montar allí un restaurante indio. El problema es que exactamente enfrente de su local hay otro restaurante; uno extremadamente pijo (tienen estrella Michelín y todo), regentado por la arpía implacable Madame Mallory (Helen Mirren), que no tiene ninguna intención de dejar que sus horterísimas vecinos se lo dejen todo oliendo a curry y se propone hundirles el negocio a toda costa. Hay guerra entre restaurantes, hay padre autoritario pero bueno en el fondo (Om Puri en el papel de

La entrega: me pones un café y me guardas este fajo

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Parece ser que en Nueva York existe un sistema por el cual, si eres dueño de un bar, te puedes ver obligado a ejercer de banco efímero para los mafiosos del lugar. Se decide a qué bar le toca, y todo el mundo involucrado en el tema turbio que se tercie tiene que ir ahí a depositar el dinero. O al menos así lo pintan en La entrega (The Drop, Michaël R. Roskam, 2014) .   En esta historia, el barman enmarronado es Bob Saginowski (Tom Hardy), que, tras conocer a Nadia (Noomi Rapace) y a un adorable perrito al que han apaleado, se verá cada vez más metido en un lío lleno de violencia y gentuza por todos lados. Completan el reparto James Gandolfini como Marv, que es el primo de Bob y copropietario del bar (bueno, no tengo claro que sea copropietario. No tengo claro quién es jefe, quién es camarero, quién es dueño, ni nada. Es complicado. Ved la peli) y Matthias Schoenaerts como el malvado y un poco imbécil Eric Deeds. La peli está bien, aunque para mí le falta un pelín de ritmo

Las lámparas son mis amigas

Ayer me cargué una lámpara. Lo he mencionado por encima en el post anterior y ahora puedo dar detalles porque he visto que el elemento atacado se encuentra en perfecto estado, así que supongo que lo máximo que me puede pasar es que me obliguen a pagar una bombilla. Me explico, para que no penséis que voy por ahí destruyendo el mobiliario ajeno. Entro en la sala de prensa para desplegar mis doscientos calendarios e intentar organizarme. Como me viene pasando últimamente, me encuentro con que la mitad del espacio está ocupado por un equipo realizando una entrevista. Vaya por Dios. Localizo un sillón en la penumbra (cuando hay entrevistas se ponen dramáticos y bajan las luces) y voy hacia él, viendo que el cojín en el que se supone que tengo que sentarme está fuera de su sitio, de manera que si me apoyo aquello va a volcar. Y yo no quiero organizar un escándalo y que se oiga en la entrevista de al lado, así que empujo sutilmente el cojín con una pierna, para reubicarlo y hacerlo

62SSIFF: Pelis que no obligaría a ver ni a mi peor enemigo

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Evitemos que perdáis vuestro tiempo como lo he hecho yo. Si valoráis vuestras ganas de vivir, ni se os ocurra ver lo siguiente: Casanova Variations (Michael Sturminger, 2014) John Malkovich se interpreta a sí mismo actuando en una ópera que el director ha decidido cascar entera en la pantalla gigante del cine. En dicha ópera el actor interpreta a Casanova, y a ratos ponen cachitos de la vida del mismo. Es una ópera, así que no paran de cantar, en italiano y en inglés del año pum. Me aburrí tanto que me puse a contar la cantidad de gente que huía de la sala; conté 29, sólo en los palcos, y en un cine que no es grande en absoluto. Os podéis hacer una idea. Salvo a Veronica Ferres en el papel de Elisa y un par de escenas graciosas en las que aparecen los espectadores de la ópera mencionada, pero todo lo demás es terrible. Únicamente mi muy arraigado sentido de la civilización y el hecho de que los miembros del equipo de seguridad del festival son bastante más grandes que

The Equalizer (El protector): tiros, prostitutas y clichés

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Informo de que estoy en el 62 festival de cine de San Sebastián, así que os voy a dar la turra con cine a todas horas. Recordad que si no respondo a vuestros comentarios es porque probablemente estoy viendo alguna peli de autor que aborda algún tipo de problema social en la Ucrania profunda. Afortunadamente, con el fin -supongo- de atraer más atención mediática y del público, el festival también proyecta pelis un poco más comerciales, por lo que esta mañana he podido ver El protector (The Equalizer, Antoine Fuqua, 2014) . Robert 'Bob' McCall (Denzel Washington) es un tipo disciplinado, muy majo y súper súper zen, que se hace amigo de una adorabilísima prostituta apodada Teri pero llamada en realidad Alina (Chloë Grace Moretz). Teri/Alina es una de esas chicas rusas que contratas por internet para una noche loca, y su chulo, obviamente, es un mafioso de los que hacen época. El caso es que la muchacha sufre las consecuencias de que su jefe sea un capullo incivilizado

Pues muy bien

En el salón, mi madre y mi hermana viendo El hormiguero y yo de palique con mi padre. Yo - No, el Starbucks falso* no hace esquina, tú dices lo que era el Caffe di Roma, que ahora es un sitio llamado TGB, que significa "la buena hamburguesa" pero tiene las hamburguesas más espantosas de la historia. Pascal - ¿Tan malas son? Yo - Fui el otro día, pedí patatas fritas y hamburguesa y dejé las dos cosas. No voy a volver ahí en la vid... ¿qué lleva puesto Pilar Rubio? Pilar Rubio ha entrado en mi tele llevando el mono rojo más horroroso que uno pueda imaginar. Yo - Con lo difícil que es conseguir que algo le quede mal a esta chica. Tiene mérito. Mafalda - Bueno, acaba de tener un niño, ¿no? Heldkruger - No, si ella está bien, es esa cosa que lleva puesta. Mi padre mira algo en el ordenador distraídamente. Pascal - Ésa es Pilar Rubio. Yo - Sí. Pascal - Pues muy bien. Yo - Pues muy bien -miro a mi madre encogiéndome de hombros. Esa última

SUELTA ESO

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Hoy vengo a compartir con vosotros...  ¡¡¡El panfleto innecesariamente dramático del mes!!! El pobre niño mira la fresa sin saber que SU VIDA ESTÁ EN RIESGO EXTREMO . Este folleto, amablemente proporcionado por mi clínica de alergia, pretende recordarnos que ni mucho menos estamos a salvo de palmar por un shock anafiláctico, y que probablemente nuestros hijos serán los siguientes. No dejéis a vuestros niños oler un cacahuete o morirán.