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Mostrando entradas de enero, 2013

Monasterios

Mi padre entra en el salón. Pascal - Me voy a ir diez o quince días. Mi madre levanta la vista de lo que sea que esté leyendo. Mafalda - A un monasterio. Pascal - A un monasterio. INCISO Mi padre está siempre diciendo que si no hubiera conocido a mi madre, ahora sería monje. Dice que le encanta la vida dedicada al silencio, el estudio y la austeridad. Es mentira, claro; si tiene que estar sin hablar más de veinte minutos seguidos le da un jamacuco, y es más feliz en Media Markt que un niño en Disneylandia, así que tanto ese rollo del silencio como lo de la austeridad no tienen sentido ninguno. Estudiar sí, eso es verdad, porque con eso se lo pasa en grande. Pero lo que le gusta de verdad es el ambiente, lo que mola todo eso de los hábitos y lo cool de vivir en un monasterio. El caso es que siempre está diciendo chorradas de meterse a monje. FIN DEL INCISO Yo - Te vas a ir quince días a un monasterio. Pascal - Sí. A recuperar mi paz de espíritu. Mal asunt

Caperucita Roja: análisis

Hoy vengo a destrozaros la infancia de la mano de Caperucita Roja. Para el que no se acuerde, la edulcorada versión que nos contaron a todos de pequeños es más o menos ésta . Os pongo este vídeo porque es el primero que me ha llamado la atención, y porque tiene encanto ver a Caperucita como si fuera la protagonista de un culebrón venezolano. Yo creo que a mí me contaron otra versión un poco más chunga, donde se comían a la abuela y mataban al lobo, pero ya no me acuerdo bien... y ya llegaremos a eso. ¿Está visto? Pues os cuento lo que dijeron los Hermanos Grimm ( Caperucita Roja y otros cuentos , editorial ANAYA, traducción directa de la edición publicada en Berlín en 1812 - 1817): Una niña súper adorable recibe de su abuela una caperucita de terciopelo rojo, y como no se la quita ni a tiros, la acaban llamando Caperucita Roja. Un día, su madre le da una cesta con comida y la manda a ver a su abuela, que está enferma. A medio camino, la niña se encuentra con el lobo,

Ruido blanco

Os he dicho ya alguna vez que yo estudio en biblioteca, ¿no? Estupenda, la biblioteca, llena de libros y de gente concentrada que garabatea cosas en silencio... NO. Las bibliotecas universitarias de mi ciudad son el horror . No estudia nadie. La gente habla, manda mensajes, se ríe, pone música a todo trapo e investiga nuevos métodos para ponerme de los nervios de forma más eficiente. Antes me lo tomaba con filosofía, porque yo en primero era medio idiota y no paraba de dar la brasa en mi mesa de estudio, con la consiguiente desesperación de la pobre gente que intentaba estudiar a mi alrededor; pero ha llegado un momento en el que el odio extremo que despierta en mí la panda de gentuza ruidosa que me rodea ha hecho que me dé igual todo. Solo quiero matar a toda esta gente. Los que me ven sufrir me dan ideas: que escuche música, por ejemplo... pero es que si tengo canciones de fondo  me monto escenas mentales y no me centro, así que no me vale. Me dicen también que use tapones, p

Castañas

Una chica por la calle, hablando por teléfono con una amiga, supongo: - Está hecho con castañas... no serás alérgica a las castañas, ¿verdad? - Pregunta dulcemente y con cierto tono de preocupación en su voz. - ... - ¡PUES TE JODES! Vaya. Dulce cual yogur de sobrasada. - ...  - ¡Venga ya! ¡¿Quién coño es alérgico a las castañas?! Con gente así repartiendo felicidad el día de Reyes, da gusto. Qué carácter, madre mía. ¡Felices Reyes! Si os han dejado algo para mí, avisadme.

Quartet: ancianitos entrañables y bien dirigidos

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Me escriben del Festival de cine de San Sebastián y me dicen sutilmente que, o les mando la cobertura del festival, o igual el año que viene no entro. Y me acuerdo de que, además de contar batallitas tontas , casi solo os he hablado de películas que me han aburrido soberanamente , y no quiero que os quedéis con la idea de que solo pusieron tostonazos, así que hoy os voy a contar de qué va El cuarteto (Quartet, Dustin Hoffman, 2012) . El señor Hoffman se debe de haber cansado de actuar, y se ha pasado a la dirección. Como era su primera peli como director, unos cuantos íbamos convencidos de que aquello iba a ser un desastre, ¡pero no! ¡Resulta que la peli es estupenda! Os cuento: Una residencia de ancianos que solo acoge a músicos de élite retirados es el hogar de Reg (Tom Courtenay), Wilf (Billy Connolly) y Cissy (Pauline Collins). Viven felices y contentos todos juntos hasta que llega Jean (Maggie Smith), que además de cantante también es la ex de Reg. En su día los cuatro