Voces

Martes, 12 de la mañana:

J - Oye Key, tú tienes una voz muy bonita.


Malo. Cumplidos sin venir a cuento.
Peor. Es mentira. Mi voz es normal y corriente. Por lo tanto J quiere algo.
No me atrevo ni a responder, no vaya a encontrar en el supuestamente maravilloso tono de mi "gracias" la prueba irrefutable de que tiene razón. Aun tengo esperanzas de librarme del inminente marrón que se me viene encima.

J - ¿Sabes qué pasa? Que hay que hacer unos tutoriales, ponerles voz a unos vídeos. Normalmente lo hago yo, pero es que estoy súper liada.

Si ya lo decía yo. Se acabó el Plan de Mantenimiento Preventivo.

Yo - ¿Y mi jefe está de acuerdo? Tengo trabajo.

J - Sí, sí, tranquila, que ya está todo hablado.
Yo - Ehm... bueno pues... vale... supongo...

Y así es como ha comenzado un periodo de tres días y medio grabando, básicamente, ocho horas al día. Muy interesante, hacer el trabajo que normalmente es realizado por un profesional del tema que sabe lo que tiene que hacer y que dispone de un estudio de grabación, pero sin tener ni idea del asunto y en una sala de reuniones rodeada por un departamento de chicas que gritan y que en lugar de caminar galopan como una manada de potros salvajes, un patio lleno de niños que juegan al fútbol y chillan todo lo que pueden, y el despacho de un jefazo que da voces por el móvil. Estupendo. Y todo esto llevando unos de ésos incómodos cascos con pinganillo que te dan la sensación de estar pilotando un helicóptero. Por otra parte, al programa (Camtasia Studio se llama) a veces se le iba la olla y convertía mi voz en la de la Niña del Exorcista, con lo que había que repetir la grabación otra vez. Además, lo hacía de manera progresiva, así que al oír el audio daba la impresión de que se me estaban acabando las pilas. Encantador.

La cantidad de veces que he tenido que repetir los dichosos tutoriales no se puede ni contabilizar. ¿Y lo mejor de todo? El que lleva todo este tema ha decidido que las grabaciones han quedado un poco bajas y hay que repetirlas desde el principio.

Me duele la garganta y estoy cabreada.

Mira que podía haber estado bien... no tiene absolutamente nada que ver con mi trabajo, pero está bien aprender a utilizar un programa nuevo y hacer algo que no había hecho nunca. Habría tenido su encanto, si no fuera porque me dijeron que tenían que estar listas 22 grabaciones en 3 días, y que nada de hacer cualquier cosa, que tenía que quedar bien. Y todo esto para un tío que ni siquiera es mi jefe.

En fin, han comprado un montón de variedades de café para una maquinita muy mona que hay en la sala de reuniones. La sala es mía las ocho horas que dura el trabajo, y cando por dentro para intentar que me den la brasa un poco menos. Me habrán emplumado las grabaciones, pero me voy a hacer una experta en cafés del mundo a costa del tirano de los tutoriales. Creo que incluso hay chocolate...

Es un bajo, podéis venir a mi ventana y montamos la Fiesta del Café ;)

Comentarios

  1. Me apunto, que además tengo experiencia como donante de voz. :D

    ResponderEliminar
  2. Jajajajaja al menos tienes un trabajo interesante mujer!! jajajajajaja. NO me hables de cafñe que pongo unos cien al día =)
    Le estoy cogiendo manía XD

    UN besazo!!^^

    ResponderEliminar
  3. X, ¿qué has hecho con tu voz? ¿Audiolibros? ¿Anuncios de radio? ¿Eres uno de los Jonas Brothers? Sea cual sea el caso, te perdonamos y te queremos igual jajajaja
    ¡Maga, para ti, chocolate! ;)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Peter Pan: análisis I

La madre que trajo a Tomcat, a Eclipse y a todos sus muertos

The Equalizer (El protector): tiros, prostitutas y clichés