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Por qué tengo un blog y no un programa de radio

El otro día me invitaron a la radio. Una mujer muy simpática que aparece de vez en cuando en las ruedas de prensa del festival y se lía a preguntar como si no hubiera un mañana. INCISO Excepto el mío, voy a dar nombres reales, porque voy a hablar de personajes públicos y si no esto va a ser un jaleo. Pero no os acostumbréis. FIN DEL INCISO La mujer simpática de las ruedas de prensa se llama Conchita Casanovas, y tiene un programa en RNE llamado Va de cine . Sin entender muy bien cómo, me acaba invitando, junto con Jon , a ir al día siguiente a una tertulia sobre el festival. Bueno. Sólo hay que hablar, ¿no? Eso es fácil. Yo hablo un montón. No hay problema. El domingo a las dos menos diez de mediodía entramos en la radio. Nos dan jamón y patatas fritas, así que me caen todos bien automáticamente. Llega gente. Uy. Esta gente es importante. Nos presentan. A saber: - Joxean Fernández, del comité de selección de películas del festival - Pau Esteve Birba, ...

Like Father, like Son: intercambio cromos, intercambio niños

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Ver pelis en un festival es una lotería. Casi siempre entras en la sala sin saber si conocerás a algún actor, si el director habrá hecho algo famoso antes, y en general, si lo que estás a punto de ver será una basura espantosa. ¡Pero! la sección Perlas del festival de cine de San Sebastián está compuesta -por lo que me ha parecido entender, aunque tengo que investigar más al respecto- de largometrajes que ya han ganado premios en algún otro festival, así que se puede asumir que al menos lo que vas a ver no va a ser la mayor bazofia de peli que te puedas encontrar. Si ha ganado en otro lado, malo será que sea un desastre, ¿no? Con este espíritu entré en el teatro Victoria Eugenia a ver Like father, like Son (Soshite chichi ni naru, Hirokazu Koreeda, 2013) , o De tal padre, tal hijo , creo que la han llamado en español; que viene a contar cómo el matrimonio Nonomiya, formado por Ryota (Masaharu Fukuyama) y Midorino (Machiko Ono) descubre  que su hijo Keita (Keita Ninomi...

Cómo mantener la compostura en un festival de cine

Cuando estás en un festival de cine, hay muchas maneras de hacer el ridículo. Lo suyo es que intentes comportarte como un ser digno, civilizado y que sabe lo que está haciendo en cada momento, para intentar no quedar como un cenutrio cada cinco minutos. ¿Y esto cómo se consigue? No se puede. Bueno, miento, se puede si no haces nada. No hablas con nadie, no preguntas, te limitas a ir a tus sesiones y a tu hotel. Pero eso es un rollo. Y a lo mejor incluso así la preparas. Entre el festival del año pasado y éste, yo misma he cometido las siguientes patanerías: 1. Las pelis las veo con una libreta y un pilot en la mano, en una sala a oscuras, así que tarde o temprano me olvido de dónde está el pilot y:    1.1. La mitad de su tinta acaba en mi pantalón. La mancha queda súper glamourosa.    1.2. El pilot desaparece y se materializa en el suelo. Como consecuencia yo termino gateando entre las butacas con la linterna del móvil en la mano. 2. La mit...

La mirada del amor: conociendo al doble de tu marido muerto

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La mirada del amor (The Face of Love, Arie Posin, 2013), nos presenta a Nikki (Annette Bening), una mujer felicísimamente casada que de repente tiene que enfrentarse a la muerte por ahogamiento de su marido. Años después de lo sucedido, Nikki, que aún sigue intentando superar la tragedia sin éxito, conoce a un tipo llamado Tom (Ed Harris), que es exactamente igual que su marido. Como no podía ser de otra manera, la mujer se empeña en conocer al clon, y así empiezan a verse, sin que él sepa, por supuesto, que es clavado al marido fiambre de su chica nueva. Todo esto mientras el amigo y vecino de la protagonista, Roger (Robin Williams), también viudo y enamoradísimo de la susodicha, intenta ligársela descaradamente. No sé qué os parecerá la premisa. A mí me pareció muy poco prometedora, además de que el título es un horror, pero la verdad es que luego la peli no está mal llevada. La idea central es entender el sufrimiento de alguien que pasa por una tragedia como la de la protag...

Fantasmas

Me hospedo en un amago de hotel, pequeñito, barato, súper casero. Mi habitación es pequeñaja pero muy mona, y el baño es compartido, pero hay muchos para poca gente, así que casi nunca tengo que esperar. Además todo está limpio y los dueños son majos. Pero claro, no es un hotel. Y eso tiene consecuencias. Como por ejemplo, que los mencionados dueños no duermen allí por la noche. Y eso puede llevar a situaciones peculiares. Vease: Momento aleatorio nocturno. Duermo como un tronco. ¡¡DING DONG!! Mmmmmmm llaman a la puerta. ¡¡DING DONG!! Mmmmm maldita sea, deben de ser las nueve ya y llega alguien nuevo al hostal o lo que puñetas sea esto. Ahora irá alguno de los dueños a abrir. ¡¡¡DIIIIIIIIIIIIIIIIIIING DOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOONG!! BUENO VALE YA. Cojo el móvil para mirar la hora. 05:56. Venga ya. ¡¡¡¡DIIIIIIIIIIIIIIING DONG DING DONG DIIIIIIIING DOOOOOOOOOONG!!!! Me incorporo en la cama. A lo mejor ahora va alguien a abrir...

Kaze tachinu/The Wind Rises: aviones y más aviones

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¿Veis esos tíos que hacen pelis de dibujos japoneses con un estilo así como muy clásico? Los de  El viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no kamikakushi, Hayao Miyazaki, 2001) , La princesa Mononoke (Mononoke-hime, Hayao Miyazaki, 1997) y todas ésas. Pues han hecho otra. Y es un rollo de los que hacen época. Kaze tachinu (id, Hayao Miyazaki, 2013) , traducida al inglés como The Wind Rises , que viene siendo El viento se alza , o algo así, cuenta la juventud de Jiro Horikoshi, un ingeniero aeronáutico que se dedicó a diseñar aviones de guerra para Japón durante la segunda guerra mundial. El relato consiste básicamente en Jiro (Hideaki Anno) convirtiéndose en ingeniero, con la ayuda de su ídolo, un diseñador de aviones italiano llamado Caproni (Mansai Nomura), que le da consejos a través de unos sueños compartidos por ambos en los que diseñan y hacen volar aviones. Y con sueños no me refiero a ésos de "sueño con ser bailarina", sino a sueños de verdad, de los que tienes cuando...

Cómo no ligar con chicas

Sabéis que no soy yo mucho de hablar de ligues y consejos románticos, pero últimamente me estoy encontrando tales patanerías a la hora de tirar tejos que he decidido que tengo que poner unas directrices básicas por escrito para contribuir un poco a que la humanidad no acabe rozando la extinción. Antes de nada, soy consciente de la supremacía femenina en el mundo del ligue. Por lo que cuentan las leyendas, parece ser que una chica si quiere tema con alguien lo tiene extraordinariamente fácil. Yo no sé hasta qué punto esas cosas son ciertas porque nunca he hecho el experimento tal cual, pero sí que sospecho que si una mujer normal y corriente saluda a un desconocido metiéndole la lengua hasta la tráquea, el afectado no se quejará ni un poco en un porcentaje altísimo de los casos, mientras que si se invierten los sexos, el guantazo y la orden de alejamiento parecen un desenlace más probable. Lo siento por vosotros, de verdad. También hay que recordar que esto es mi punto de vista...