Puerta

Hablando hace unos días sobre compañeros de piso espantosos, me acordé de Karen. Sí, Karen, la única, la irrepetible, la auténtica chica italiana que se bajó andando el Empire State Building.

Karen no fue con compañero de cuarto a Nueva York, por lo que el hotel le asignaba la compañera que se les antojaba, el tiempo que estuviera la susodicha alojada allí, y luego le ponían a una nueva.

Recuerdo a la que no le dirigió la palabra en la semana que pasó allí, pero cuando se marchó le dejó una nota encima de la cama -ni siquiera se despidió en persona- diciéndole que, faltaría más, Karen debía ir a visitarla a su ciudad natal para pasar tiempo juntas y tener unas vacaciones estupendas en compañía la una de la otra.

Recuerdo a la que se encerraba en el baño antes de que Karen se despertara por la mañana, y seguía allí 35 minutos después, por lo que nuestra pobre y querida italiana se las veía y se las deseaba para llegar a tiempo a clase.

Y luego vino Marlee.

Marlee es española, y está en la misma clase que Karen, la cual, por si no lo dije en la otra entrada, tiene un acento escandaloso pero una fluidez apabullante. De hecho, no tengo ni idea de por qué yo estaba en un nivel más alto que ella. De esto se deduce que Marlee ha hecho un buen examen de acceso y se apaña perfectamente tanto hablando como entendiendo inglés.

Pues bien, parece que no le hacía mucha ilusión lo de practicar el idioma - total, es lógico que la gente se chupe diez horas de avión para aparecer en Nueva York, y allí decidir que como el lenguaje de la patria no hay nada y se niegue a pronunciar cualquier cosa que no sea castellano-, así que lo máximo que decía en inglés eran palabras sueltas. De hecho ni siquiera salía de la habitación del hotel, pasaba el día encerrada y metida en facebook.

Karen - Es desesperante. Me dice una palabra y yo tengo que averiguar qué demonios me está intentando decir.
Iris - ¿Para tanto es?
Karen - ¿Que si es para tanto? Mira, ves que ayer fuimos Key y yo a ver Mary Poppins, el musical, ¿no? Pues al volver, entro en mi habitación, y Marlee me dice:

¿Mary Poppins?

Karen - Y yo como... Mary Poppins... ¿que si estuvo bien? ¿que si la he visto? ¿de qué me hablas? Así que acabamos teniendo conversaciones del tipo:

Marlee - ¿Mary Poppins?
Karen - ... Um... sí, vengo de ver Mary Poppins.
Marlee asiente con la cabeza y pone cara de esperar más respuestas.
Karen - Eh... ha estado bien, más o menos...
Marlee asiente, se da por satisfecha, y se va.

Iris y yo por los suelos, claro. Pobre Karen.

Karen - Es que el otro día, por ejemplo, me dice:

¿Tarjeta?

Karen - Y yo pensando ¿Qué tarjeta? ¿La de la lavandería?
Yo - ¿La de crédito?
Iris - O la de débito...
Karen - ¿Veis a qué me refiero? Pues me señala una puerta y me dice - para y nos mira - ¿cómo se dice door en español?
Iris - Puerta.
Karen - Pues me dice:

Puerta.

Iris - ¿¿En español??
Yo - ¿No sabía decir puerta en inglés? ¿Esa chica está en tu clase de verdad?
Karen - ¿¡Cómo no va a saber!? ¡Cuando empiezas a estudiar un idioma las primeras palabras que te enseñan son "uno, dos, tres, cuatro, perro, gato y PUERTA"! ¡Por el amor de Dios, PUERTA!


Una vez interactué con ella. No habló, sólo señaló lo que estábamos buscando. Hay gente que no debería salir nunca de su casa.

Comentarios

  1. Yo me entendería muy bien con esa chica, porque tengo gata desde hace años y como no expresa ni penas ni alegrías he aprendido a entender sus emociones por instinto, de modo que aunque no hable la comprendería sin problemas ;P

    ResponderEliminar
  2. y para qué va?? anda que... mira que yo hablo un inglés horrible, pero muy muy horrible y si hay que hablarlo, lo hablo. no palabras sueltas, que pareces medio autista, coño.
    al menos me he reído con la anécdota imaginando a la pobre Karen, jejeje.

    ResponderEliminar
  3. Pobre Karen, pobrecilla de verdad, je, je, je... Tiene que ser muy frustrante toparte con gente así... pero es que encima convivir en la misma habitación... Marlee es indudablemente otra que tendrías que añadir a la lista de esa fiesta que tienes que montar con la gente con la que te vas cruzando, je, je, je...

    ResponderEliminar
  4. Jajaja, a veces, es mejor hacerse la sueca, ¿eh?

    El otro día, a las no sé cuántas de la noche, un tío (probablmente, medio borracho y, fijo, ciego) me persiguió por todo el andén del metro, hablándome en inglés y yo: "No, no, no entiendo nada de lo que dice".

    El intercambiador lleno de gente y vienes a la zona más retirada, donde estoy yo sola, sentada, a preguntarme cómo se va a Arjjjanda??

    Es mejor no saber idiomas, te lo digo yo... porque encima el tío me decía: try, try. Y no sabes qué esfuerzo para no soltarle cualquier barbaridad!

    En fin... un abrazo, Matilde!

    ResponderEliminar
  5. ¿No seria que alguien hizo la prueba de acceso por ella? Porque no saber decir puerta y hablar con una sola palabra parece sospechoso.

    ResponderEliminar
  6. Doctora, seguro que tu gata es más expresiva que esta muchacha... pero la próxima vez, te mandamos de intérprete ;)
    Naar pues eso digo yo, aunque había muchos españoles que no hablaban inglés nunca, aunque supieran. La gente, que es así de guay.
    Don Vito, qué poético, ya me pasaré a leerte.
    Juan, vaya fiesta, ésta se pasaría toda la noche sentada en un rincón chateando, seguro.
    Blubel, ya te digo...
    AM, ante esa situación se finge lo que haga falta, estamos de acuerdo. Veo que voy a ser Matilde forever and ever. Bueno. Podría ser peor xD
    Kobal, que no, que yo creo que la chica hablaba perfectamente pero no le daba la gana... aun así, estaría bien abrir una investigación...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Peter Pan: análisis I

Peter Pan: análisis III

The Equalizer (El protector): tiros, prostitutas y clichés