Spray de pimienta (ACTUALIZADO)

Bueno.

Esto ha sido bastante raro.

Os lo voy a contar.

A ver por dónde empiezo. Es que ha sido muy raro. Veamos.

Ayer a las 7.10 de la mañana salgo de casa para ir al trabajo. Bajo escaleras. Bajo más escaleras. Sigo bajando hasta que visualizo algo en el minirrellano que hay entre la planta baja y el primero.

Ummmmm ¿zapatos?

Zapatos. Hay zapatos tirados en el suelo.

Bajo un poco más. Un par de botines granates de cuña, ahí en medio. Y al lado una zapatilla de chico.

Intento despejarme como puedo y analizo fugazmente lo que estoy viendo. Huele a alcohol, es de madrugada y hay zapatos esparcidos por el suelo.

Esto muy bueno no es, a que no.

Me quedo parada dos segundos antes de avanzar hacia el último tramo de escalones, mientras noto cómo mi sentido común se despierta de golpe y se abre paso a codazos para tomar el control antes de que esta situación derive en algo peor. Éste debe de ser el sistema de emergencia.

Cerebro - DEJA DE BAJAR ESCALERAS.

Dejo de bajar escaleras.

Yo - Esto muy buen aspecto no tiene, ¿no? ¿Qué hago?
Cerebro - Hay un hueco debajo de la escalera. Mira ahí antes de seguir bajando.

Me asomo por la barandilla. Hay un tipo con una sudadera gris, mirando hacia el rincón, con la capucha puesta, parado sin hacer ruido.

Me retiro de la barandilla.

Yo - AHÍ HAY UN TÍO. HAY UN TÍO Y SON LAS SIETE DE LA MAÑANA Y HUELE A ALCOHOL Y HAY ZAPATOS TIRADOS Y VOY A MORIR AQUÍ.
Cerebro - Tienes que subir a casa.
Yo - ¿Y por qué hay zapatos de chica? Ahí no parece que haya ninguna chica.
Cerebro - Eso es irrelevante. Lo importante es que no puedes salir del edificio sin darle la espalda a ese tío; si te quiere hacer algo no te libras ni de broma, así que no bajes. Pero tampoco te quedes aquí parada. Sube a casa.
Yo - ¿Y por qué hay sólo una zapatilla de chico? ¿Dónde está la otra? ¿Y en qué momento han dejado aquí arriba los zapatos? ¿Han subido y han vuelto a bajar?
Cerebro - Estás a ocho escalones del tío ése y sabe que estás aquí. Voy a tener que pedirte que corras. Y voy a tenir que decirte también que eres idiota. Pero eso vamos a dejarlo para luego.
Yo - Pero es que esto no tiene sentido ninguno.
Cerebro - QUE CORRAS.

Correr. Sí. Un tío alcoholizado encapuchado está en mi rellano y yo estoy sola. Correr suena inteligente ahora mismo.

Subo las escaleras brincando cual cabra montesa mientras recupero mis llaves del bolso, y abro la puerta en un tiempo récord, todo con esa agilidad que suele aparecer mágicamente cuando la gente está zurrada de miedo. La cierro detrás de mí y veo a mi madre en el salón.

Yo - No puedo salir.
Mafalda - ¿Cómo que no puedes salir?
Yo - Hay un tío en el rellano.
Mafalda - ¿¿¿CÓMO QUE HAY UN TÍO EN EL RELLANO???
Yo - Que hay un tío en el rellano. Y zapatos de chica en la escalera. Espero que hayan sido dos atontados que han venido aquí a enrollarse, porque si no esto pinta fatal.


INCISO

Mi barrio y alrededores no molan nada. No es que sea especialmente malo, pero hace tiempo, por razones que desconozco, hubo una época que duró varios años en la que cada poco tiempo violaban a alguien, o lo intentaban, o seguían a una chica y le intentaban meter mano, o similares. A mí misma me ha perseguido un exhibicionista por la calle. No os cuento lo que iba haciendo porque sois gente inteligente y os lo imagináis vosotros solos y porque no quiero que google me censure el blog.

FIN DEL INCISO


Mafalda - Voy a llamar a la policía. ¿Es el 112?
Yo - Sí.

No. El 112 es el número centralizado de emergencias (hablamos de España); atenderos os atienden, pero tienen que llamar ellos luego a la policía, retrasando bastante las cosas. Si tenéis esperanzas de que la poli llegue a donde estéis antes de que los hijos que aún no tenéis hayan hecho la comunión, no llaméis al 112; llamad al 091.

Mi madre habla con los del 112. Yo hablo con los del 112. Llamo a Cleo para decirle que avise a mi jefe de la situación, pero tiene un sistema de ésos para que por la noche a la gente le parezca que comunica, así que llamo a Dean.


OTRO INCISO

Dean es un chico que entró conmigo en la empresa en la que llevo tres meses trabajando. Por lo visto también estaba en mi clase, pero como el chaval no pisaba por allí, apenas le había visto. Por daros algún dato sobre él, os diré que es muy alto y que da la sensación de estar permanentemente a punto de quedarse dormido. De hecho, dudo genuinamente que su cuerpo sea capaz de exteriorizar ningún tipo de estrés o nerviosismo. Es inquietante, pero es un tío majo.

Por otra parte, por cosas que me ha contado, considero que es un firme candidato a ser ese personaje al que tendré que pagarle la fianza para sacarle de la cárcel en algún momento, siendo sus posibilidades tal vez sólo superadas por las de Tiziano, que en estos momentos se encuentra en Israel aprendiendo a pegar tiros y a desarmar a gente con cuchillos. Pero ésa es otra historia.

FIN DEL OTRO INCISO


Informo a Dean a grandes rasgos del percal que me he encontrado y le pido que le diga a mi jefe de que voy a llegar tarde.

Bueno, esto ya da un poco igual; la poli no llega, oímos salir al borracho del edificio, mi padre me escolta hasta el coche, bajando comprobamos que no hay ni rastro de los zapatos, llego veinte minutos tarde al trabajo -que después tendré que recuperar con todo el dolor de mi corazón-, le cuento la historia a mi jefe y el hombre flipa en colores.

Cleo aparece cuando aún sigo al lado de la mesa de mi jefe.

Cleo - ¿Pero qué ha pasado?

Se lo explico todo muy resumido. Se me olvida que mi jefe sigue ahí al lado y pronuncio ciertas frases algo desafortunadas.

Yo - Tía es que lo que no me pase... ahora que por fin se han largado los traficantes, me encuentro con esto.

Ésa también es otra historia. Ya os he dicho que mi barrio no mola en absoluto. Dicho sea de paso, la cara de mi jefe a estas alturas vale por siete poemas y medio.

El caso, que es lo que venía yo a contar, es que con todo este jaleo me he planteado qué posibilidades tengo yo de defenderme sin meterme en un follón legal de cuidado. Y la verdad es que no tenía ni idea del tema, así que me he ido a la comisaría, donde me ha atendido un poli muy majo.

Yo - ... y cada vez que pregunto por sprays de pimienta, cada uno me dice una cosa. Unos que es legal, otros que no, otros que es un vacío. No me aclaro.
Poli - Comprarlo es legal. Poseerlo no.

Anda. Súper bien.

Yo - Pero utilizarlo en defensa propia también es legal.
Poli - Sí. Si un hombre te agrede por la calle y tú utilizas un spray de pimienta en su contra, puedes llamar a la policía tranquilamente y explicarles lo que has hecho, que no te va a pasar nada de nada.
Yo - Pero si me pillan con el spray en el bolso, me multan.
Poli - Exacto.
Yo - Pero entonces a ver que yo me aclare; ¿puedo vaciarle el spray en la cara a un atacante y eso es legal, pero si cinco minutos antes de que se dé esa situación la policía me registra, me ponen una multa por llevar el mismo spray?
Poli - Efectivamente.
Yo - Es absurdo.
Poli - Ya.
Yo - ¿Y qué hago?
Poli - Comprarte el spray.

Total, que el tema de los sprays de pimienta, o antivioladores, o como puñetas los queráis llamar es un vacío legal del tamaño de tres aeropuertos, siendo el resumen el siguiente:

Comprar un spray de pimienta: LEGAL
Llevar encima un spray de pimienta: ILEGAL (sancionable con hasta 300 euros de multa).
Utilizar un spray de pimienta en defensa propia: LEGAL.

Se compran en armerías y sólo en armerías, y es importante guardar el recibo, porque si se llega a dar el caso de que tengáis que utilizarlo, después tendréis que certificar de alguna manera que eso es un spray de defensa como Dios manda y no alguna cosa chunga que habéis comprado en un bazar chino y que puede dejar ciego al primero que pase.

Yo igual cuando haya pagado una vez los trescientos euros ya me lo pienso, pero de momento que le den a todo, yo me compro uno. El poli me dijo que utilizarlo es un horror, que lo echas en una acera e intoxicas a los de la de enfrente, que luego te pasas vomitando y hecho polvo media hora, pero que merece la pena comprarlo porque realmente lo voy a llevar encima y no lo voy a usar en la vida. Me ha parecido innecesario decirle que ya tenía uno en casa -quiero otro porque yo creo que éste ya no tiene presión y no me fío de que funcione-, y que todo esto lo pregunto para saber hasta qué punto tengo que mentir para librarme del marrón judicial si me veo en la coyuntura.

En fin, que las leyes en España son un desastre y parece que lo que hay que hacer es confiar en la suerte de no dar con un cenutrio que te quiera atacar. Y encima cuando llamas a la poli tardan tres años en venir.

De momento, yo me voy a fijar en los zapatos de todo el mundo durante una temporada. Como me encuentre a una pareja con el calzado que vi en las escaleras, vamos a tener una charla muy seria esos dos y yo.


p.d. Otro dato intersante que me dio el señor poli es que si llegas a casa y no te atreves a entrar porque hay un tipo en tu portal, les puedes llamar por teléfono y ellos te suben a casa. Está bien saberlo.


ACTUALIZACIÓN

Datos nuevos sobre la escena extraña que os he contado y explicación más detallada de lo que me encontré, que por lo que me está diciendo alguna gente es evidente que muy bien no explico las cosas y no se entiende bien el percal que vi.

En la escalera había un par de zapatos de chica y un único zapato de chico. En el hueco de la escalera había un chico despierto, perfectamente consciente, escondido en silencio, mirando a la pared y con la capucha puesta. No había chica. Pensé que a lo mejor el hueco era más grande de lo que parecía y la chica podía estar más hacia el rincón y que yo no la hubiera visto, pero lo he comprobado y ahí no había espacio para nadie más, así que ese tío estaba solo.

El chico salió solo del edificio, porque lo vieron mis padres por la ventana, así que, si es que ahí ha habido una chica realmente en algún momento y no es que el tipo es un pirado que ha traido los zapatos de vete tú a saber dónde, entonces la chica es una vecina de mi edificio.

O sea, para que nos aclaremos, la situación más sencilla y no problemática asociada a este tema sería que una vecina de mi bloque ha venido al portal a enrollarse con alguien, se han empezado a liar en la entreplanta, donde ella se ha quitado los botines y él se ha quitado una (???) zapatilla, y después, por alguna razón que desconozco, ella se ha subido a casa -descalza- y el chico ha bajado -con una zapatilla- y se ha metido en el hueco de la escalera a esperarla. Y entonces he llegado yo. Ése es el caso menos bizarro posible. Todas las alternativas son más raras o más turbias o más algo.

La escena no molaba nada. Yo os lo cuento aquí diciendo chorradas porque hablo así y porque así se me pasa un poco el susto, pero esa imagen no tenía ninguna lectura que permitiera seguir hacia la puerta tranquilamente sin plantearse nada más.

Que hay gente que me está dando a entender que dramatizo, y con el susto que aún me tengo encima casi les prendo fuego antes de plantearme que a lo mejor no he explicado bien la situación. Espero que ya se entienda todo.
 
Y por cierto, el tío se ha dejado las llaves tiradas en el rellano. Ahora las tengo yo. Vaya plan.

Besitos.

Comentarios

  1. Oye, pues haz el favor de hacerle caso a tu cerebro sin tanta conversaciones, ¿eh...? Que así contado nos podemos reír todos de la anécdota, pero, leche, el momento tiene que ser como poco tenso...

    Y vale, pero... ¿de quién eran los botines? No creo que fueran del psicópata borracho de la escalera, ¿no...?

    Flipo con el sistema legal en toda su extensión en este país. Pero pongamos multa a quien diga no sé qué por Internet en contra de un político, que eso sí que es el problema...

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    1. Jajajaja sí, sí, si yo ahora lo cuento haciendo el tonto y así le quito hierro y se me pasa un poco el trauma, pero el susto que me pegué no moló nada, ¿eh?

      Por lo visto luego sonó el ascensor; no lo tengo claro del todo pero sospecho que la chica vive en mi mismo edificio y estaba ahí montandoselo con su novio porque sus padres estaban en casa o algo... pero vete tú a saber. Espero que no le haya pasado nada a nadie :/

      Y del sistema legal mejor no digo nada porque me subo por las paredes.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. No sé, yo me imagino que quedó en nada, pero realmente no lo tengo claro. Yo no llegué a ver a ninguna chica en ningún momento y en general la situación no tenía ningún sentido.

      Del minirrellano ni me había dado cuenta, como casi me he inventado la palabra xD Ya está cambiado, gracias por avisar :D

      Un spray de pimienta también puede ser usado en contra del portador, por supuesto, pero si llego a tener que usarlo será que la situación será tan mala, que ya, de perdidos al río. Espero no llegar a eso nunca.

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  3. Del spray no digo nada que ya me amenazaste a mí con él y me da miedo.
    Respecto a lo del portal... hija, yo creo que estaban frungiendo y ya. Entiendo tu susto, pero tengo tantos amigos frungidores de portales que casi me parece normal... ahora bien, en caso de duda hiciste bien en volverte y llamar a la poli. Mejor prevenir, oye.
    Ten cuidado y lleva el spray por si acaso, que un bate es más incómodo. Pero ten cuidado.
    Un besazo!!

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    1. Pero es lo que le digo a todo el mundo, que yo no me encontré a una pareja enrollandose, eso me da igual; yo me encontré a un tío sólo con una capucha puesta y escondido. Y los zapatos tirados, teniendo en cuenta que de chico sólo había uno, daban mucha sensación de violencia, no sé, la escena era chunga de ver. Y sigo sin saber qué pasó ahí. Qué mal rollo todo.

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  4. Madre del amor hermoso. A mí me pasa eso y yo creo que infarto ahí mismo... Ni tiempo a subir las escaleras me daría. Me quedaría, tirada igual que los zapatos.
    Lo del spray es de risa. Yo tenía una amiga que lo que llevaba era un bote pequeño de laca para el pelo. Por lo menos es legal y fastidia bastante si se la echas a alguien a la cara. Besotes!!!

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    1. Yo si no me llego a encontrar primero los zapatos, habría seguido bajando y me habría encontrado al tío justo detrás. Y ahí sí que habríamos tenido infarto, imaginate.

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  5. Felicidades por tener un cerebro tan coherente.
    ¡Suerte de él!

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    1. Jajajaja a ver si le hago más caso y un poco más deprisa, porque si no vaya plan.

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  6. No sé, pues a lo mejor sólo era un coleccionista de zapatos que estaba ordenando su colección. Y llevaba capucha por que le gusta la moda hip-hop. Y estaba en tu portal porque... además de coleccionista de zapatos es aficionado a la arquitectura de portales. Es la explicación más sencilla ¿no?. :P

    En fin, ten cuidado por ahí. Y procura no rociar con el spray a alguien que vaya a pedirte la hora o algo así... ;D

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    1. Por cierto, que lo del vacío legal es bastante incoherente, ¿no?. ¿No se podrá solicitar alguna licencia de transporte o algo así, para poder llevar el spray legalmente?.
      De todos modos, si vas más tranquila con él, creo que haces bien en llevarlo.

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    2. Jajajajaja tu explicación es todo lógica, no sé cómo no se me ha ocurrido a mí.

      Me imagino que no hay licencia que valga, porque si no el poli me lo habría dicho, ¿no? Si me entero de lo contrario ya informaré al respecto ;)

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    3. La policía suele ser muy mentirosa, interesada y coercitiva. No te fíes de ellos ni cuando están de buenas; tratan a los demás como los bancos a sus clientes pero cuando la desgracia se cierne...si te he visto no me acuerdo.
      No quiero ni pensar cuando se unen en parejas, cómo los guardia civiles, actuando corporativamente sólo para ellos.
      La policía es similar a la justicia, sólo cuando interesa.

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    4. Te diría que exageras, pero la verdad es que esta situación no les ha dejado nada bien. Yo tenía cierta confianza en la policía, pero después de esto ya veo que son unos ineptos o unos vagos o algo pasa ahí. Qué gente.

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  7. Múdate ya! Lo del spray todavía tengo que asimilarlo: si es legal comprarlo pero no poseerlo, el dinero que pagas al comprarlo es la frontera entre el bien y el mal, no? Y si te lo regalan, es delito? madre mía, qué complicado

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    1. Con ganas me quedo. Si te lo regalan, pues no sé... el que te lo regale no tiene ningún problema pero tú te puedes meter en un lío por llevarlo, digo yo. Pero vamos, que no tiene sentido nada. La gente hace las leyes con el cogote.

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